Lápices, libros e insectos Cómo mantener a los niños a salvo de los gérmenes en la escuela

Visión general

Se llama el resfriado común por una razón: los niños pueden contraer hasta seis u ocho por año. Pero los resfriados no son las únicas enfermedades desagradables que los niños corren el riesgo de contraer.

También pueden tener sarpullidos, infecciones en los oídos, la infección del estómago y otros problemas médicos. La mayoría de las veces, recogen los gérmenes de estas condiciones de la escuela.

Muchos niños se sientan en una clase con otros 20 o 30 estudiantes durante cinco días a la semana, pero solo se necesita un niño enfermo para propagar los gérmenes a toda la clase.

Incluso si toma ciertas medidas en el hogar, sus hijos pueden entrar en contacto con gérmenes que permanecen en los escritorios, perillas de las puertas, armarios y otras superficies de la escuela.

Es importante saber cómo mantener a sus hijos seguros, así como a dónde llevarlos para recibir atención rápida si se enferman y usted no puede hacer que vean a su médico de cabecera.

1. Mantenga sus manos limpias

El resfriado común puede propagarse como un incendio forestal en la escuela. Puede causar una variedad de síntomas, como dolor de garganta, tos, congestión, dolores de cabeza y fatiga leve. No hay cura para el resfriado común, y la mayoría de las infecciones desaparecen después de unos días.

Las medidas preventivas pueden ayudar a mantener a su hijo (y su familia) a salvo de gérmenes. Enseñe a sus hijos la importancia de lavarse las manos durante el día, especialmente antes de comer. Lavarse las manos con agua y jabón es mejor.

Aunque el desinfectante de manos es menos efectivo, puede incluir una botella pequeña en su lonchera o en su mochila. De esta manera, si no pueden lavarse fácilmente las manos, pueden desinfectarse las manos durante el día.

Además, aliente a los niños a que no se toquen la boca, la cara o la nariz con las manos. Esto reduce el riesgo de resfriado común y puede ayudar a mantenerlos a salvo de otras infecciones contagiosas, como la conjuntivitis.

2. Obtener la vacuna contra la gripe

La gripe es más grave que el resfriado común. Los síntomas pueden incluir fiebre alta, agotamiento, tos, congestión y fuertes dolores en el cuerpo. Al igual que el resfriado común, el virus de la gripe también puede propagarse rápidamente en las escuelas. Y una vez que esté enfermo, su hijo puede tardar una o dos semanas en recuperarse.

La vacuna contra la gripe puede reducir el riesgo de contraer la gripe en un 40 a 60 por ciento, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Vacunarse también puede ayudar a proteger contra infecciones secundarias relacionadas con la gripe, como infecciones de oído y neumonía.

Para proteger a su hijo durante la temporada de gripe, visite su centro de atención de urgencias más cercano y solicite la vacuna contra la gripe. Estas clínicas no requieren una cita, aunque es posible que se le permita registrarse en línea. Algunas clínicas de atención de urgencia tienen límites de edad más bajos para vacunarse contra la gripe, así que consulte antes de ir.

Los centros de atención de urgencias también son convenientes cuando su hijo necesita medicamentos para las alergias, una infección o dolor si no puede obtener una cita con su médico habitual. Informe al consultorio de su médico sobre las vacunas administradas o los diagnósticos realizados en un centro de atención de urgencia para que se puedan agregar al registro médico de su hijo.

3. Enséñales a no compartir bebidas y comida.

Compartir comida o bebida con un amigo puede propagar los gérmenes del resfriado y la gripe. Además, su hijo podría enfermarse con otras enfermedades contagiosas que se propagan a través del contacto directo con saliva o moco. Estos incluyen la mononucleosis, los virus estomacales y la enfermedad de manos, pies y boca.

Además, asegúrese de que su hijo evite compartir artículos personales como sombreros y bufandas. Algunas enfermedades e infecciones altamente contagiosas se transmiten de esa manera, incluidos los piojos y la tiña.

4. ponerse en movimiento

La actividad física es importante para fortalecer los sistemas inmunológicos de los niños y ayudar a sus cuerpos a combatir las infecciones.

Sea creativo y piense en formas divertidas de mantenerse físicamente activo como familia. Practique deportes en el exterior, como baloncesto o kickball. O pruebe otras actividades al aire libre como patinaje, tenis o ciclismo. Sus hijos también pueden disfrutar de bailar o jugar a la etiqueta.

Los niños de 5 a 18 años deben realizar al menos 60 minutos de actividad física todos los días. Y alentar a sus hijos a ser físicamente activos también podría inspirarle a estar más en forma físicamente.

La comida para llevar

Mantener a sus hijos saludables siempre es una prioridad. Aunque las precauciones anteriores pueden reducir la probabilidad de que sus hijos se enfermen, seguirán en contacto con los gérmenes en la escuela.

Si contraen una infección, no te asustes. Para la mayoría de los problemas que no son potencialmente mortales, un centro de atención de urgencia puede brindar atención rápida y asequible. Si su hijo necesita una vacuna para prevenir la gripe, la evaluación de una infección o un medicamento para tratar una afección de la cabeza o la piel, como la tiña o los piojos, la atención de urgencia es una opción adecuada cuando el consultorio de su médico habitual está cerrado.

No necesita una cita para visitar una clínica de atención de urgencia, y algunos tienen check-in en línea. Solo asegúrese de que la atención de urgencia esté cubierta por su póliza de seguro de salud.