La enfermedad de Parkinson es un trastorno crónico del sistema nervioso. Afecta a al menos 500,000 personas en los Estados Unidos, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. Aproximadamente 60,000 nuevos casos son reportados en los Estados Unidos cada año.
Esta enfermedad no es mortal, pero puede causar síntomas debilitantes que afectan el movimiento y la movilidad cotidianos. Los síntomas distintivos de esta enfermedad incluyen temblores y problemas de marcha y equilibrio. Estos síntomas se desarrollan porque la capacidad del cerebro para comunicarse está dañada.
Los investigadores aún no están seguros de qué causa el Parkinson. Hay varios factores que pueden contribuir a la enfermedad.
Algunos estudios sugieren que los genes desempeñan un papel en el desarrollo del Parkinson. Se estima que el 15 por ciento de las personas con Parkinson tienen antecedentes familiares de la enfermedad.
La Clínica Mayo informa que una persona con un familiar cercano (por ejemplo, un padre o un hermano) que tiene Parkinson tiene un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad. También informa que el riesgo de desarrollar Parkinson es bajo, a menos que tenga varios familiares con la enfermedad.
¿Cómo influye la genética en el Parkinson en algunas familias? Según Genetics Home Reference, una forma posible es a través de la mutación de los genes responsables de la producción de dopamina y ciertas proteínas esenciales para la función cerebral.
También hay alguna evidencia de que el entorno de uno puede desempeñar un papel. Se ha sugerido la exposición a ciertos químicos como un posible vínculo con la enfermedad de Parkinson. Estos incluyen pesticidas como insecticidas, herbicidas y fungicidas. También es posible que la exposición del Agente Naranja esté vinculada a la enfermedad de Parkinson.
El Parkinson también se ha relacionado potencialmente con beber agua de pozo y consumir manganeso.
No todas las personas expuestas a estos factores ambientales desarrollan el Parkinson. Algunos investigadores sospechan que una combinación de factores genéticos y ambientales causa el Parkinson.
Los cuerpos de Lewy son grupos anormales de proteínas que se encuentran en el tronco cerebral de personas con enfermedad de Parkinson. Estos grupos contienen una proteína que las células no pueden descomponer. Ellos rodean las células en el cerebro. En el proceso interrumpen la forma en que funciona el cerebro.
Los grupos de cuerpos de Lewy hacen que el cerebro se degeneren con el tiempo. Esto causa problemas con la coordinación motora en personas con enfermedad de Parkinson.
La dopamina es un químico neurotransmisor que ayuda a transmitir mensajes entre diferentes secciones del cerebro. Las células que producen dopamina se dañan en personas con la enfermedad de Parkinson.
Sin un suministro adecuado de dopamina, el cerebro no puede enviar ni recibir mensajes correctamente. Esta interrupción afecta la capacidad del cuerpo para coordinar el movimiento. Puede causar problemas con el caminar y el equilibrio.
El envejecimiento también juega un papel en la enfermedad de Parkinson. La edad avanzada es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Los científicos creen que las funciones del cerebro y la dopamina comienzan a disminuir a medida que el cuerpo envejece. Esto hace que una persona sea más susceptible al Parkinson.
El género también juega un papel en el Parkinson. Los hombres son más susceptibles a desarrollar Parkinson que las mujeres.
Algunas investigaciones sugieren que ciertas ocupaciones pueden poner a una persona en mayor riesgo de desarrollar Parkinson. En particular, la enfermedad de Parkinson puede ser más probable para las personas que tienen trabajos en soldadura, agricultura y trabajo industrial. Esto puede deberse a que los individuos en estas ocupaciones están expuestos a químicos tóxicos. Sin embargo, los resultados del estudio han sido inconsistentes y se necesita hacer más investigación.
Tenemos algunas pistas sobre por qué se desarrolla la enfermedad de Parkinson, pero todavía hay muchas cosas que no sabemos. La detección temprana y el tratamiento son claves para minimizar los síntomas del Parkinson.
Hay tratamientos que ayudan con los síntomas del Parkinson, pero actualmente no hay cura. Se necesita más investigación para identificar el papel exacto que desempeñan la genética y el medio ambiente en la causa de esta enfermedad.