La cistitis intersticial (CI) es una afección compleja que se identifica por la inflamación crónica de las capas musculares de la vejiga, que produce los siguientes síntomas:
El malestar puede ir desde una sensación de ardor leve hasta un dolor intenso. El grado de molestia puede ser persistente o poco frecuente. Algunas personas tienen periodos de remisión.
Según la Asociación de Cistitis Intersticial, la IC afecta a más de 12 millones de personas en los Estados Unidos. Las mujeres son más propensas a desarrollar CI, pero los niños y los hombres adultos también pueden adquirirla.
La IC también se conoce como síndrome de vejiga dolorosa (PBS), síndrome de dolor de vejiga (BPS) y dolor pélvico crónico (CPP).
Puede experimentar uno o más de los siguientes síntomas:
Sus síntomas pueden variar de un día a otro y puede experimentar períodos en los que no tenga síntomas. Los síntomas pueden empeorar si desarrolla una infección del tracto urinario.
La causa exacta de la CI no se conoce, pero los investigadores postulan que varios factores pueden dañar el revestimiento de la vejiga y, por lo tanto, desencadenar el trastorno. Éstos incluyen:
Muchas personas con IC también tienen síndrome del intestino irritable (IBS) o fibromialgia. Algunos investigadores creen que la CI puede ser parte de un trastorno inflamatorio generalizado que afecta a múltiples sistemas de órganos.
Los investigadores también están investigando la posibilidad de que las personas puedan heredar una predisposición genética a la CI. Aunque no es común, se ha reportado IC en parientes consanguíneos. Se han visto casos en madre e hija, así como en dos o más hermanas.
Se están realizando investigaciones para determinar la causa de la CI y desarrollar tratamientos más efectivos.
No hay pruebas que hagan un diagnóstico definitivo de CI, por lo que muchos casos de CI no se diagnostican. Debido a que IC comparte muchos de los mismos síntomas de otros trastornos de la vejiga, su médico debe descartarlos primero. Estos otros trastornos incluyen:
Le diagnosticarán IC una vez que su médico determine que sus síntomas no se deben a uno de estos trastornos.
IC puede causar varias complicaciones, incluyendo:
No existe cura o tratamiento definitivo para la CI. La mayoría de las personas usan una combinación de tratamientos, y es posible que deba probar varios métodos antes de decidirse por la terapia que le brinde el mayor alivio. Los siguientes son algunos tratamientos de IC.
Su médico puede recetarle uno o más de los siguientes medicamentos para ayudar a mejorar sus síntomas:
La distensión de la vejiga es un procedimiento que estira la vejiga con agua o gas. Puede ayudar a aliviar los síntomas en algunas personas, posiblemente al aumentar la capacidad de la vejiga y al interrumpir las señales de dolor transmitidas por los nervios en la vejiga. Puede tomar de dos a cuatro semanas notar una mejoría en sus síntomas.
La instilación de la vejiga implica llenar la vejiga con una solución que contiene dimetilsulfóxido (Rimso-50), también llamada DMSO. La solución DMSO se mantiene en la vejiga durante 10 a 15 minutos antes de vaciarla. Un ciclo de tratamiento generalmente incluye hasta dos tratamientos por semana durante seis a ocho semanas, y el ciclo se puede repetir según sea necesario.
Se cree que la solución DMSO puede reducir la inflamación de la pared de la vejiga. También puede prevenir los espasmos musculares que causan dolor, frecuencia y urgencia.
La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS, por sus siglas en inglés) emite pulsos eléctricos leves a través de la piel para estimular los nervios hasta la vejiga. La TENS puede ayudar a aliviar los síntomas aumentando el flujo de sangre a la vejiga, fortaleciendo los músculos pélvicos que ayudan a controlar la vejiga o provocando la liberación de sustancias que bloquean el dolor.
Muchas personas con IC descubren que ciertos alimentos y bebidas empeoran sus síntomas. Los alimentos comunes que pueden empeorar la IC incluyen:
Su médico lo ayudará a determinar si es sensible a algún alimento o bebida.
Aunque no existe una correlación probada entre el tabaquismo y la CI, el tabaquismo está definitivamente vinculado al cáncer de vejiga. Es posible que dejar de fumar pueda ayudar a disminuir o aliviar sus síntomas.
Mantener una rutina de ejercicios puede ayudarlo a controlar sus síntomas. Es posible que deba modificar su rutina para evitar actividades de alto impacto que causen brotes. Pruebe algunos de estos entrenamientos:
Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para fortalecer la vejiga y los músculos pélvicos. Hable con su médico acerca de reunirse con un fisioterapeuta.
Las técnicas diseñadas para alargar el tiempo entre la micción pueden ayudar a aliviar los síntomas. Su médico puede discutir estas técnicas con usted.
Aprender a lidiar con el estrés de la vida y el estrés de tener IC pueden aliviar los síntomas. La meditación y el biofeedback también pueden ayudar.
Existen varias opciones quirúrgicas para aumentar el tamaño de la vejiga y eliminar o tratar las úlceras en la vejiga. La cirugía rara vez se usa y se considera solo cuando los síntomas son graves y otros tratamientos no han proporcionado alivio. Su médico discutirá estas opciones con usted si usted es candidato para una cirugía.
No hay cura para la IC. Puede durar años o incluso toda la vida. El objetivo principal del tratamiento es encontrar la combinación de terapias que mejor proporcione alivio de los síntomas a largo plazo.