La sal de Epsom es un compuesto de sulfato de magnesio, a diferencia de la sal de mesa de sodio. La sal de Epsom se ha utilizado durante cientos de años como agente curativo y analgésico. Sin embargo, la mayoría de las veces se agrega a los baños calientes y los baños de pies como agente desintoxicante y para reducir el estrés.
La sal de Epsom puede eliminar las toxinas de su cuerpo que causan inflamación y dolor corporal. Esto también puede ser beneficioso para la salud del pie. Los partidarios afirman que, además de reducir los síntomas del dolor y promover la curación, la sal de Epsom se puede disolver en agua tibia para reducir la inflamación de la gota, eliminar el olor y ayudar a tratar las infecciones.
Cuando se agrega al agua tibia o caliente, el magnesio y el sulfato en la sal de Epsom se disuelven y se absorben fácilmente a través de la piel. La sal de Epsom elimina las toxinas dañinas de su cuerpo, abriendo el camino para que el magnesio y el sulfato entren en el torrente sanguíneo. La presencia de este compuesto aumenta la cantidad de magnesio en su cuerpo disponible para la producción de energía, la función muscular y la reducción de la inflamación.
Para hacer un remojo de sal de Epsom, siga estos sencillos pasos:
Este tipo de remojo puede causar sequedad en la piel, específicamente en los pies. Asegúrese de humedecer su piel después de un remojo con sal de Epsom para evitar la piel agrietada y la irritación. Si comienza a experimentar dolor, enrojecimiento o llagas antes o después de tomar un baño de pies, programe una visita con su médico para hablar sobre un tratamiento alternativo.
Un baño de sal de Epsom se utiliza a menudo para reducir el estrés. Sin embargo, hay otros beneficios para un baño de sal de Epsom, que incluyen:
Si bien hay muchas afirmaciones de que la sal de Epsom es un eficaz calmante para el estrés, se necesita hacer más investigación para demostrar que es un agente antibacteriano y antimicótico eficaz. Discuta sus opciones de tratamiento con su médico antes de buscar este remedio
La sal de Epsom se ha utilizado para tratar heridas e infecciones. Si bien no cura la infección, la sal de Epsom se puede usar para extraer la infección y suavizar la piel para ayudar a aumentar los efectos de los medicamentos. Los baños de Epsom se pueden usar para apoyar el trabajo de los medicamentos que su médico le ha recetado. Antes de continuar con este tratamiento, discuta sus opciones con un médico. Algunas infecciones, como la infección por estafilococos, empeoran con el agua caliente o con mezclas de sal.
Para las infecciones por hongos en los pies o en las uñas de los pies, remoje sus pies dos veces al día durante unos 20 minutos. Considere agregar aceite de árbol de té u otros aceites esenciales diluidos conocidos por promover la curación.
La sal de Epsom se puede usar como exfoliante para suavizar los pies ásperos y agrietados. Junto con remojar sus pies, masajee un puñado de sal de Epsom en su piel para un impulso adicional.
La sal de Epsom elimina las toxinas del cuerpo que pueden causar irritación, inflamación y dolor en el cuerpo. Si tiene dolor de pies o callos, remoje sus pies regularmente para reducir el dolor.
Un baño de pies con sal de Epsom también puede ayudar a eliminar las astillas. Los compuestos minerales en la sal ayudan a reducir la inflamación alrededor de la región afectada. A continuación, suavizará su piel para permitir la fácil eliminación de los residuos o la horquilla.
Para dolores y molestias leves, las salsas de sal de Epsom pueden ser una alternativa segura y complementaria del hogar a los medicamentos. Sin embargo, discuta sus opciones con un médico antes de buscar este remedio para tratar infecciones y otras afecciones de salud.
Si bien ha habido algunas historias de éxito relacionadas con el uso de la sal de Epsom como agente curativo, se necesita más investigación para comprender cómo y dónde es eficaz. Programe una visita con su médico para analizar el mejor curso de tratamiento para su afección si no mejora. Los baños de sal de Epsom suelen ser un tratamiento seguro en el hogar para ayudar a controlar las enfermedades del pie.