7 consejos para mantenerse al día con su rutina de cuidado en casa del carcinoma de células renales

El tratamiento para el carcinoma de células renales metastásico (RCC, por sus siglas en inglés) comienza con su médico, pero en última instancia, deberá participar en su propio cuidado. Sus responsabilidades pueden ir desde la limpieza de su sitio de incisión después de la cirugía, hasta ajustar su dieta para tener en cuenta los cambios en su apetito o una mayor necesidad de calorías.

Aquí hay siete consejos para ayudarlo a mantenerse al tanto de su régimen de atención domiciliaria de RCC.

1. Comprende tu plan de tratamiento.

Hay varias formas de tratar el CCR, incluidas la cirugía, la terapia dirigida, la terapia biológica, la radiación y la quimioterapia. Averigüe qué implica su plan de tratamiento, cómo le ayudará y qué necesitará hacer en casa para mantenerse saludable. Obtenga instrucciones por escrito sobre cómo tomar su medicamento, limpiar sus heridas quirúrgicas y controlar su dolor. Si algo no le queda claro, consulte a su médico para obtener instrucciones más detalladas.

Revise también los recursos en línea, para que comprenda todo lo que pueda sobre su tratamiento. Las organizaciones como la Sociedad Americana del Cáncer y el Instituto Nacional del Cáncer son buenos recursos.

2. Comer bien.

Mantener una dieta saludable siempre es importante, pero es crítico mientras recibe tratamiento para el cáncer. Necesita comer el equilibrio correcto de calorías y nutrientes para mantener su fuerza y ​​darle energía. Algunos tratamientos, como la quimioterapia, pueden quitarle el apetito o hacerle sentir náuseas para comer. Otros medicamentos pueden causarle estreñimiento incómodo.

Pídale a su médico o a un dietista especializado en nutrición para el cáncer que le ofrezca sugerencias sobre el tipo de dieta que debe comer. Para controlar las náuseas, es posible que deba cambiar a una dieta blanda o comer varias comidas pequeñas durante el día en lugar de tres comidas grandes. Para combatir el estreñimiento, agregue más fibra y líquidos a su dieta. Es importante obtener suficientes calorías, especialmente cuando se está recuperando de una cirugía. Los batidos de proteínas, como Asegurar, pueden ayudar.

3. Descansa lo suficiente.

El cáncer y sus tratamientos pueden agotarte. Asegúrate de dormir lo suficiente. Trate de ir a la cama a la misma hora todas las noches y levántese a la misma hora todas las mañanas para que su cuerpo entre en una rutina de sueño. Toma siestas durante el día cuando te sientas agotado.

Continúa tus actividades. Divida las tareas grandes en partes más pequeñas para que sean más manejables. Obtenga ayuda de amigos, vecinos y miembros de la familia con recados como compras de comestibles y lavandería, para que tenga más tiempo para descansar.

4. Mantente físicamente activo.

Si bien puede sentirse demasiado cansado para hacer ejercicio, el ejercicio es una de las mejores maneras de mantener sus niveles de energía. El ejercicio regular también puede fortalecer sus músculos después de la cirugía y ayudarlo a perder peso si tiene sobrepeso. Intente caminar, andar en bicicleta o hacer otra forma de ejercicio aeróbico durante 30 minutos casi todos los días de la semana.

Tómelo lentamente para comenzar, especialmente si se está recuperando de una cirugía. Es posible que solo puedas caminar a paso lento durante unos minutos al principio, pero con el tiempo tu fuerza y ​​tu resistencia mejorarán.

5. Maneje su dolor.

Si se realiza una cirugía para extirparle el riñón, como una nefrectomía radical, es posible que sienta dolor durante algunos días o semanas. El cáncer que se ha diseminado a sus huesos u otros órganos también puede causar dolor.

No trates de sufrir por tu dolor. Su médico debería haberle administrado un medicamento para ayudar a controlarlo. Tome el medicamento cuando lo necesite, pero asegúrese de no tomar más de la dosis prescrita. Si su dolor dura más de lo previsto o si es demasiado severo para tolerarlo, pregúntele a su médico qué otras estrategias puede tratar de controlarlo.

6. Manténgase al día con sus chequeos.

Independientemente del tratamiento para el cáncer que reciba, tendrá visitas de seguimiento cada pocos meses con su oncólogo. Estas citas son importantes para ayudar a su médico a mantenerse al tanto de cualquier cambio de salud y asegurarse de que su cáncer no haya progresado.

Durante cada cita, su médico hará un seguimiento de su cáncer con análisis de sangre y exploraciones de imágenes, como radiografías y ultrasonidos. Vaya a cada chequeo programado y traiga una lista de cualquier pregunta que tenga sobre su rutina de cuidado en el hogar.

7. Comunícate con tu equipo de tratamiento.

No espere a sus citas programadas para hacer preguntas o recibir ayuda con los problemas que tiene en casa. Informe a su oncólogo, enfermeras y otros miembros del equipo de apoyo de inmediato si tiene algún problema para seguir su rutina de atención domiciliaria. Además, comuníquese con ellos inmediatamente si tiene efectos secundarios de su tratamiento, como fiebre, dolor intenso, hinchazón o enrojecimiento alrededor de una incisión, náuseas y vómitos, o sangrado.