Su oncólogo y otros integrantes de su equipo de atención del cáncer tratarán el linfoma de Hodgkin y cualquier efecto secundario asociado. Al mismo tiempo, hay cosas que puede hacer por su cuenta para apoyar esa atención.
Haga de su salud física y emocional una de las principales prioridades. Es un poco un acto de equilibrio, por lo que ayuda a establecer objetivos realistas cuando se trata de trabajo y tareas.
Aquí hay algunas formas de ayudar a controlar el linfoma de Hodgkin y mejorar su calidad de vida.
Lo último que necesita es estar luchando por obtener información cuando desee respuestas rápidas. Crea una lista de contactos para que cuando los necesites estén a tu alcance. En tu lista, incluye:
Guarde una copia en un lugar conveniente, como en su refrigerador. Dale una copia a alguien cercano a ti.
Cree carpetas, contenedores o cestas separadas para mantener los documentos juntos, como por ejemplo:
También es posible que desee recopilar información del trabajo sobre la cantidad de tiempo que tiene para los días de enfermedad, los días de vacaciones y la licencia médica, para que no lo tomen por sorpresa.
No es inusual que las personas que se someten a un tratamiento contra el cáncer reciban ayuda de otros. Cuando los amigos y la familia le preguntan qué pueden hacer para ayudar, hágales saber algo específico. Aquí hay algunas formas en que otros pueden apoyar su tratamiento y recuperación:
Si los elementos en su lista de tareas pendientes no son absolutamente esenciales, está bien dejarlos ir por ahora.
Hay una serie de herramientas en línea gratuitas que sus amigos pueden usar para coordinar sus esfuerzos. Esto puede ayudarte a mantener a todos al día. Algunos de estos son:
Su oficina de oncología puede dirigirlo hacia los servicios de apoyo locales. Aquí hay algunos otros recursos que puede consultar:
No existe una dieta especial para el linfoma de Hodgkin, pero comer bien puede ayudarlo a mantener la fuerza y sentirse mejor. Una dieta saludable debe incluir:
También se beneficiará al limitar su consumo de:
Si tiene diarrea o reflujo ácido, evite las bebidas con cafeína.
Hable con su médico antes de agregar suplementos herbales o dietéticos de cualquier tipo, ya que pueden interactuar con los medicamentos. Si no puede administrar su dieta por su cuenta, consulte con un dietista registrado que trabaje con personas que se estén sometiendo a un tratamiento contra el cáncer.
Todos necesitamos una cierta cantidad de actividad física. El ejercicio puede ayudar a reducir la ansiedad y la fatiga. Es bueno para tu corazón y tu bienestar general. También ayuda con el tono muscular, la digestión y el apetito.
Si no ha hecho ejercicio por un tiempo, comience con caminatas diarias cortas y auméntelas gradualmente. En los días en que incluso una caminata corta se siente como demasiado, los ejercicios simples de estiramiento son mejores que ningún ejercicio. Incluso puedes hacer un poco de estiramiento mientras aún estás en la cama.
Hable con su médico sobre qué ejercicios son los mejores para usted. Si necesita ayuda, busque un entrenador personal o un fisioterapeuta que haya trabajado con pacientes con cáncer.
Las responsabilidades de la vida cotidiana no han desaparecido, pero ahora tiene que dedicar tiempo al tratamiento sin sacrificar el sueño o el descanso. No se equivoque: el tiempo de inactividad no es un lujo, es esencial.
Los adultos necesitan entre siete y nueve horas de sueño por noche. El tratamiento contra el cáncer puede causar fatiga, por lo que es posible que también necesite dormir una siesta durante el día. Si no puede dormir la siesta, asegúrese de poner los pies en alto y relajarse cuando sienta la necesidad, ya que no tiene que hacer nada con todo.
Muchas personas practican la meditación para ayudarles a aliviar el estrés y fomentar una sensación de bienestar. La meditación implica estar muy quieto y tranquilo. Pero las actividades como el tai chi y el yoga, que implican movimiento, pueden proporcionar los mismos beneficios.
Una buena relación médico-paciente es vital.
Algunos tratamientos, como la quimioterapia y la radiación, pueden durar semanas o meses. Durante ese tiempo, es importante que vaya a todas sus citas, realice las pruebas de seguimiento según lo recomendado y tome todos los medicamentos según las indicaciones.
Tenga en cuenta que algunas terapias complementarias pueden interferir con su tratamiento. Hable con su médico antes de comenzar la acupuntura, la terapia de masaje, las dietas especiales o los suplementos dietéticos para asegurarse de que realmente complementen su tratamiento.
Siempre informe a su médico sobre los efectos secundarios y los nuevos síntomas para que puedan ser abordados rápidamente. Y no tenga miedo de expresar sus inquietudes y deseos sobre su propia salud.