No hay una dieta específica a seguir si tiene hepatitis C, pero comer alimentos saludables y eliminar la basura es a menudo un buen lugar para comenzar.
Todo lo que comes y bebes debe ser actuado por el hígado. Mantener una nutrición adecuada puede mejorar la salud de su hígado e incluso reducir el impacto de la hepatitis C.
Si tiene hepatitis C, su hígado ya está lidiando con la inflamación. Con el tiempo, esto puede provocar cicatrización (cirrosis) y reducir la función hepática. En otras palabras, su hígado está tratando mucho. Comer bien puede ayudar a aliviar algo de esta presión.
Sigue leyendo para saber qué debes agregar a tu dieta y qué debes poner en la acera.
Obtener los nutrientes correctos es crucial para su bienestar general. No solo puede soportar un sistema inmunológico saludable, sino que también tiene un efecto directo en el control del peso.
Es importante mantener su peso en un rango saludable, especialmente si tiene hepatitis C. El sobrepeso puede causar esteatosis hepática, una condición causada por la acumulación excesiva de grasa en el hígado. Esto puede hacer que la hepatitis C sea más difícil de controlar.
Las personas con hepatitis C también tienen un mayor riesgo de diabetes tipo 2, por lo que es importante vigilar su consumo de azúcar.
Puede resultarle beneficioso utilizar un plan de alimentos como el plan MyPlate del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos. El plan recomienda lo siguiente para una dieta equilibrada:
Las frutas y verduras proporcionan:
Usted debe comer al menos cinco porciones diarias. Para obtener la mayor variedad de vitaminas, varía los tipos que comes. Averigüe qué frutas y verduras también son bajas en carbohidratos.
Opte por variedades sin sal y sin azúcar agregada al comprar alimentos enlatados.
Los alimentos que contienen proteínas son muy importantes. La proteína ayuda a reparar y reemplazar las células hepáticas dañadas por la hepatitis C.
Mantenga su proteína magra! Las grandes opciones incluyen:
La cantidad de proteína que consume diariamente depende de su edad, sexo y nivel de actividad. Por lo general, 5 a 6 1/2 onzas de proteína es suficiente. Para ayudar a alcanzar el objetivo diario, agregue uno de estos batidos fáciles de preparar a su plan de comidas.
Si tiene cirrosis, su médico puede recomendar una mayor ingesta de proteínas para reducir el riesgo de pérdida muscular y acumulación de líquidos.
Los productos lácteos, como la leche, el yogur y el queso, son una buena fuente de proteínas y calcio.
Los adultos deben consumir alrededor de 1-3 porciones de productos lácteos al día. Alrededor de 2 onzas de queso procesado, o 1 1/2 onzas de queso natural, cuentan como una taza.
Los granos integrales son una buena fuente de fibra dietética, que promueve la función intestinal saludable y reduce el riesgo de enfermedades cardíacas.
Los granos enteros incluyen:
Opte por productos integrales sobre variedades blancas o refinadas. Los granos enteros son típicamente más altos en:
Si tiene la enfermedad celíaca, coma solo granos sin gluten, como el trigo sarraceno, la quinoa y el amaranto.
La cantidad de grano que debe tener depende de su edad, sexo y nivel de actividad. En promedio, los adultos deben comer alrededor de 3-4 onzas de alimentos de grano diariamente. Al menos la mitad de esas porciones deben ser de granos integrales.
Las calorías cuentan, así que piense en cantidad y calidad. Comer demasiado puede provocar aumento de peso u obesidad, lo que puede aumentar su riesgo de diabetes.
En general, debe limitar los alimentos que son:
Cortar los platos que son altos en sodio es especialmente importante. Los alimentos salados pueden llevar a la retención de agua y, en consecuencia, elevar la presión arterial. Esto puede ser peligroso para las personas con cirrosis.
Si su enfermedad se encuentra en sus primeras etapas, una sacudida ocasional del salero puede estar bien. Hable con su médico acerca de cuánto sodio es apropiado para usted. Si te aconsejan que disminuyas, lo más probable es que restrinjas tu dieta a 2,000 miligramos o menos cada día.
Las golosinas azucaradas son generalmente altas en grasa, lo que puede llevar al aumento de peso. Para ayudar a mantenerse en el camino correcto, puede resultarle útil complacerse de vez en cuando en lugar de cortar el azúcar por completo. De esta manera usted puede tener su pastel, y comerlo también. La fruta también hace una excelente elección dulce.
El pescado es una gran opción, pero solo si está cocinado. El sushi y otros alimentos crudos pueden contener bacterias que pueden empeorar la hepatitis C. Otros alimentos para evitar incluyen huevos crudos y leche y queso sin pasteurizar.
Es probable que sus necesidades nutricionales no se alejen de las pautas nutricionales típicas, aunque su médico puede proporcionarle puntos de referencia individuales.
En general, un buen plan de alimentos es uno que hace hincapié en los vegetales, elimina el alcohol y le ayuda a mantener un índice de masa corporal saludable. Ningún plan de dieta está completo sin una rutina de ejercicios regular, así que hable con su médico sobre qué cantidad de ejercicio es la adecuada para usted.