La fibrosis pulmonar idiopática (FPI) es una enfermedad pulmonar en la que el tejido pulmonar se vuelve progresivamente más cicatrizado y rígido. Esto hace que sea cada vez más difícil respirar.
Actualmente no hay cura para la FPI, pero los nuevos medicamentos han podido reducir la tasa de disminución y mejorar la calidad de vida. Otras posibilidades de tratamiento incluyen oxígeno suplementario, rehabilitación pulmonar para ayudarlo a respirar mejor y trasplantes de pulmón. Se están realizando estudios de investigación experimental para encontrar nuevos tratamientos.
El tratamiento temprano de la FPI es importante porque puede retardar la progresión de la enfermedad y mejorar su calidad de vida. También contribuye al conocimiento de la FPI y los resultados de diferentes cursos de tratamiento sobre la esperanza de vida. Los tratamientos incluyen:
Su médico discutirá con usted qué régimen de tratamiento puede ser mejor para su caso particular.
El desarrollo más importante en el tratamiento de la FPI es la disponibilidad de nuevos medicamentos. En 2014, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó el uso de dos nuevos medicamentos para la FPI: nintedanib (Ofev) y pirfenidona (Esbriet). Los medicamentos no curan la FPI, pero ayudan a prevenir nuevas cicatrices y retrasan la progresión de la enfermedad. Los estudios médicos informan que ambos fármacos produjeron una desaceleración estadísticamente significativa. En la disminución de la función pulmonar. Los mismos estudios indicaron que el nintedanib produjo resultados algo mejores que la pirfenidona.
El cuidado estándar para IPF es de apoyo. Un pequeño tanque de oxígeno portátil puede suministrar oxígeno adicional para ayudarlo a respirar, especialmente cuando está más activo. Esto es importante para su comodidad y también para prevenir problemas cardíacos en el lado derecho causados por niveles bajos de oxígeno en la sangre.
La rehabilitación pulmonar es un programa diseñado para ayudarlo a sobrellevar la FPI y mejorar su calidad de vida. Implica ejercicios de respiración, reducción de estrés y educación. Un estudio reciente mostró que el ejercicio físico mejoró la función pulmonar.
El trasplante de pulmón puede mejorar su calidad de vida y su vida útil, pero también tiene algunos riesgos. IPF es ahora una de las principales razones para los trasplantes de pulmón en los Estados Unidos, ya que representa casi la mitad de los trasplantes de pulmón que se realizaron en 2013.
Además de las opciones de tratamiento médico, hay cosas que puede hacer para ayudar a controlar y vivir mejor con la enfermedad: