Todo el mundo ha experimentado la ira. La intensidad de su ira puede ir desde una profunda molestia hasta una rabia extrema. Es normal y saludable sentirse enojado de vez en cuando en respuesta a ciertas situaciones.
Pero a veces las personas experimentan una ira incontrolable que a menudo aumenta, especialmente cuando la provocación es menor. En este caso, la ira no es una emoción normal sino un problema importante.
La ira proviene de una variedad de fuentes y puede variar ampliamente. Algunos desencadenantes comunes de la ira incluyen:
En otros casos, un problema de enojo puede ser causado por un trauma temprano o eventos en la vida de una persona que han configurado su personalidad. En algunos casos, los cambios hormonales también pueden causar enojo, al igual que ciertos trastornos mentales.
Algunas señales de que su enojo no es normal incluyen:
La ira en sí no constituye un trastorno mental, por lo que no hay un diagnóstico establecido para los problemas de ira en la nueva edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).
Sin embargo, enumera más de 32 trastornos mentales, como el trastorno límite de la personalidad y el trastorno explosivo intermitente, que incluyen la ira como síntoma. Es posible que su problema de ira sea causado por un trastorno mental subyacente.
Si no lidias con tu problema de ira, un día podría escalar hasta un punto en el que hagas algo extremo y lamentable. La violencia es un posible resultado. Podría enojarse tanto que termine lastimándose a sí mismo oa alguien que le importa sin tener la intención de hacerlo.
Si sospecha que tiene un problema de ira, es importante buscar ayuda profesional. Hable con su médico para obtener una derivación a un proveedor de atención de la salud mental que pueda ayudarlo.
Hay varias formas útiles de controlar su ira en casa.
Estos incluyen respirar profundamente y imaginar escenas relajantes en tu mente. Cuando intente relajarse, respire desde lo profundo de sus pulmones, inhalando y exhalando lentamente de una manera controlada. Repita una palabra o frase tranquilizadora, como "relajarse". o? tómalo con calma?
También es posible que desee visualizar una experiencia relajante, ya sea de su memoria o imaginación. Los ejercicios lentos y parecidos al yoga también pueden ayudar a relajar su cuerpo y hacer que se sienta más tranquilo.
Cambiar la forma en que piensas puede cambiar la forma en que expresas tu ira. Cuando una persona se siente enojada, a menudo es fácil para ellos pensar dramáticamente. Es importante centrarse en expresar pensamientos racionales, en lugar de irracionales.
¿Evitar usar las palabras? ¿Siempre? ¿y nunca? en tus pensamientos y palabras. Tales términos son inexactos y pueden hacerle sentir que su ira está justificada, lo que lo empeora. Estas palabras también pueden herir a otras personas que pueden estar tratando de ayudarlo a llegar a una solución a su problema.
La ira puede ser causada por problemas muy reales. Si bien algo de ira se justifica cuando algo no sale según lo planeado, no es la ira lo que te ayudará a solucionar el problema. La mejor manera de abordar una situación que lo está haciendo enojar es no enfocarse en la solución sino descubrir cómo abordar el problema.
Puede hacerlo haciendo un plan e informándose con frecuencia para que pueda verificar su progreso a menudo. No se moleste si la forma en que el problema se resuelve no es exactamente la forma en que lo planeó. Sólo haz tu mejor esfuerzo.
Cuando las personas se sienten enojadas, tienden a llegar a conclusiones, que pueden ser inexactas. Cuando tenga un argumento enojado, disminuya la velocidad y piense detenidamente en sus respuestas antes de arremeter. Recuerda escuchar a la otra persona en la conversación. Una buena comunicación puede ayudarlo a resolver problemas antes de que su ira se intensifique.
Un profesional médico, como un psiquiatra o un psicólogo, puede recomendar intervenciones para controlar su enojo. La terapia de conversación puede ser útil, al igual que las clases de manejo de la ira.
Las sesiones de manejo de la ira se pueden tomar en persona o en línea. También se pueden estudiar en un libro. El manejo de la ira le enseñará cómo identificar sus frustraciones desde el principio y luego resolverlas. Esto puede implicar decirle a los demás, oa usted mismo, lo que necesita, al mismo tiempo que mantiene la calma y está a cargo de la situación (en lugar de tener un arrebato de ira).
Estas sesiones pueden tomarse solas con un consejero o con un consejero acompañado por su pareja o un grupo. El tipo, la duración y la cantidad de sesiones dependerán del programa y de sus necesidades individuales. Este tipo de asesoramiento puede ser breve o puede durar varias semanas o meses.
Cuando comiences las sesiones, tu consejero te ayudará a identificar tus desencadenantes de ira y leer tu cuerpo y tus emociones en busca de signos de ira. Notar y verificar estas señales de advertencia es un paso temprano que se necesita para ayudar a controlar su enojo. Más adelante, aprenderá habilidades de comportamiento y formas de pensar que lo ayudarán a sobrellevar su enojo. Si tiene problemas de salud mental subyacentes, su consejero también lo ayudará a controlarlos, a menudo facilitando el control de su enojo.
La ira no tiene por qué estorbarte para que vivas una vida plena y feliz. Si experimenta una ira extrema, consulte a su médico o proveedor de atención de salud mental. Le ayudarán a identificar qué terapias profesionales pueden ayudarlo a sobrellevar la situación.
Además, hay muchas maneras de aprender a controlar su ira en casa. Con el tiempo y un esfuerzo constante, podrá controlar más fácilmente su enojo y mejorar su calidad de vida.