La meningitis es una infección grave que puede ser causada por una variedad de microorganismos. Las causas más comunes son las bacterias y los virus. No importa la causa, la meningitis puede presentar graves riesgos en las zonas comunes. En otras palabras, puede ser riesgoso en áreas que los adolescentes y adultos jóvenes tienden a frecuentar más.
A partir de 2017, los médicos aún dicen que las vacunas son los mejores métodos de protección contra la meningitis bacteriana. Pero hay otras opciones de cuidado preventivo que puede enseñar a su adolescente para que sepan cómo protegerse de la infección.
La meningitis bacteriana se propaga a través del aire a partir de fluidos microscópicos que pertenecen a individuos infectados, con mayor frecuencia saliva y secreciones del tracto respiratorio. Estos fluidos pueden luego aterrizar en superficies que otros pueden tocar, o pasar directamente de persona a persona. Esta propagación de la infección es similar al virus de la gripe. La meningitis se puede diseminar fácilmente en áreas comunes porque puede haber mucha gente en espacios pequeños.
Una de las mejores maneras en que su adolescente puede protegerse es practicando una buena higiene personal. Deben lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer o después de estar en un área común.
También puedes animar a tu adolescente a evitar compartir:
Un estilo de vida saludable también puede ayudar mucho a mantener su sistema inmunológico en plena forma. Incluso los adolescentes más sanos no son completamente inmunes a las enfermedades. Pero las enfermedades infecciosas como la meningitis afectan más a las personas con menos inmunidad.
Querrá animar a su hijo a comer bien, hacer ejercicio, no fumar y dormir lo suficiente. Beber cantidades adecuadas de agua también es una necesidad. Las medidas para reducir el estrés, como la meditación y el yoga, también pueden ofrecer alivio de un horario agitado.
Si cree que su hijo ha estado expuesto a la meningitis bacteriana, llame a su pediatra de inmediato, idealmente dentro de las 24 horas. Si se ha producido un contacto cercano con la meningitis, se recomiendan antibióticos para la prevención de la enfermedad. En teoría, esta medida puede ayudar a prevenir la aparición de una infección, pero no es completamente infalible.
Mientras tanto, su médico también puede decirle que esté atento a los síntomas de una infección por meningitis. Estos tienden a ser similares a la gripe, pero son más graves. Los signos de meningitis pueden incluir:
Si su hijo desarrolla alguno de estos síntomas, consulte a un médico de inmediato. Además, hable con su adolescente sobre los signos de la meningitis para que puedan cuidarlos mientras viajan o en la escuela.
Un estilo de vida saludable puede ayudar al sistema inmunológico y ofrecer cierto impulso contra enfermedades como la meningitis. Pero cuando se trata de prevenir este tipo de infecciones, los médicos recomiendan las vacunas contra la meningitis como la mejor fuente de protección.
Las vacunas disponibles cubren diferentes tipos de bacterias meningocócicas, así que asegúrese de que su adolescente haya recibido la vacuna adecuada a la edad recomendada. Los médicos sugieren ambas vacunas dependiendo de la edad de su preadolescente o adolescente:
La vacuna conjugada meningocócica se administra típicamente entre los 11 y 12 años de edad. La vacuna de refuerzo se administra cinco años después de la vacuna inicial.
Una segunda serie de vacunas, la vacuna MenB, puede ofrecer algún beneficio adicional. Cubre el tipo B meningocócico menos común. Sin embargo, este tipo ha sido recientemente responsable de brotes de meningitis en los campus universitarios. Puede preguntarle a su médico acerca de la vacunación de su adolescente con MenB, incluso si ya ha recibido la vacuna conjugada meningocócica. MenB puede ser especialmente útil en el adolescente mayor que va a la universidad, la escuela militar o el campamento.
Tomar medidas preventivas contra la meningitis es su mejor opción contra la infección grave. Las vacunas pueden ofrecer la mejor protección cuando se combinan con un estilo de vida saludable y prácticas de higiene inteligentes. Hable con su médico sobre el historial de salud de su hijo y cualquier inquietud. Y si usted o su adolescente notan algún signo de meningitis, busque atención médica de inmediato para disminuir el riesgo de complicaciones potencialmente mortales.