Los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés) son un tratamiento común para la artritis reumatoide (AR) que puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Estos medicamentos actúan suprimiendo la respuesta inmune hiperactiva que daña las articulaciones en la AR.
Sin embargo, los DMARD no siempre funcionan en el primer intento. Si ha estado tomando DMARD pero aún experimenta dolor, es posible que deba tomar algunos medicamentos diferentes o una combinación de ellos para aliviar sus síntomas.
Si el medicamento en el que se encuentra no funciona o si dejó de controlar el dolor en las articulaciones, es hora de concertar una cita con su médico. Aquí hay algunas preguntas para hacer durante su visita.
Durante su visita, es probable que su médico le pregunte acerca de sus síntomas de AR y cómo han cambiado desde que comenzó a tomar su medicamento actual. Su médico también examinará sus articulaciones para detectar estos signos de AR:
Su médico también podría hacerle algunas pruebas para ver si su daño articular ha empeorado. Esto puede incluir:
Es posible que su médico le haya administrado una dosis baja de metotrexato u otro DMARD. Comenzar con una dosis baja aliviará sus síntomas sin causar demasiados efectos secundarios.
Si no se siente mejor con su dosis actual, su médico puede aumentar la dosis.
Puede tomar algunas semanas para que la nueva dosis surta efecto. Dentro de tres meses, su médico podrá ver si está administrando efectivamente su RA.
Cuando su enfermedad aún es muy activa, su médico puede agregar otro DMARD al que está tomando. Hay muchos tipos diferentes de DMARD disponibles, incluyendo:
También puede probar un medicamento en una clase DMARD más nueva, llamada DMARD biológicos. Estas proteínas diseñadas genéticamente se dirigen a las partes específicas del sistema inmunológico que señalan la inflamación.
Los inhibidores de TNF son un grupo de biológicos. Estos medicamentos bloquean una sustancia química llamada factor de necrosis tumoral (TNF), que desencadena la inflamación. Incluyen:
Sarilumab (Kevzara) y tocilizumab (Actemra) actúan sobre una proteína del sistema inmunológico llamada interleucina-6 (IL-6). Anakinra (Kineret) afecta a otra proteína del sistema inmunológico, la interleucina-1 (IL-1).
Rituximab (Rituxan) y abatacept (Orencia) actúan sobre los glóbulos blancos que están involucrados en la inflamación.
Los inhibidores de la quinasa Janus son un nuevo tipo de DMARD. Tofacitinib (Xeljanz) y baricitinib (Olumiant) bloquean las vías llamadas Janus quinasas (JAK) que desempeñan un papel en la inflamación de las articulaciones.
Antes de cambiar a un nuevo medicamento, pregúntele a su médico estas preguntas:
Los DMARD no son la única opción para tratar la AR. Otros medicamentos también pueden reducir la inflamación.
Su médico podría recomendar uno de estos medicamentos además de un DMARD:
Su médico también podría recomendar una de estas estrategias para controlar su condición:
La actividad física regular fortalecerá los músculos que sostienen tus articulaciones. Caminar, nadar y otros ejercicios de bajo impacto son más seguros para las personas con AR. El estiramiento también es importante para mantener la flexibilidad y el rango de movimiento.
Mantente activo, pero ten en cuenta tus límites. Tome descansos, especialmente cuando se encuentre en medio de una erupción de RA. El descanso ayudará a aliviar la presión de sus articulaciones y le dará tiempo a su cuerpo para recuperarse.
Ninguna dieta específica puede tratar la AR, pero la alimentación saludable siempre es una buena estrategia. Los alimentos que son ricos en antioxidantes pueden ayudar a combatir la inflamación. Estos incluyen frutas y verduras frescas, granos integrales y pescado. Evite los alimentos con alto contenido de azúcar y grasa saturada, que promueven la inflamación.
Sostenga una bolsa de hielo o una almohadilla térmica en la articulación inflamada unas cuantas veces al día. El frío adormece las áreas dolorosas, mientras que el calor relaja los músculos tensos y aumenta el flujo de sangre al área.
Aquí hay algunas preguntas para hacerle a su médico:
Si el daño en las articulaciones se vuelve lo suficientemente grave como para interferir con su vida diaria y los medicamentos no ayudan, podría ser el momento de considerar la cirugía. Su médico puede decirle si usted es un buen candidato para uno de estos procedimientos:
Pregúntele a su médico qué beneficios y riesgos puede tener cada tipo de cirugía. Si usted es un buen candidato para uno de estos procedimientos, su reumatólogo podría derivarlo a un cirujano ortopédico.
Aunque la AR no es curable, su médico tiene muchos tratamientos para controlar sus síntomas y prevenir daños y discapacidades en las articulaciones.
Para asegurarse de estar en el tratamiento más efectivo, consulte a su médico para chequeos regulares. Lleve una lista de preguntas con usted y tome notas durante su cita.
Informe a su médico sobre cualquier síntoma nuevo que tenga. Informe a su médico sobre cualquier efecto secundario que haya experimentado y sea honesto si ha tenido problemas para cumplir con su plan de tratamiento.
Comprender su situación ayudará a su médico a cambiar su tratamiento para que sea más efectivo y fácil de seguir.