Si crees que fumar cigarrillos no es saludable pero el tabaco es seguro, piénsalo de nuevo. El tabaco es un producto de tabaco. Al igual que los cigarrillos, contiene químicos dañinos y adictivos que pueden aumentar el riesgo de muchos problemas de salud.
Para producir tabaco, el tabaco se seca y se muele finamente. Hay dos tipos principales de tabaco: seco y húmedo. Para usar tabaco seco, inhala el tabaco molido en la cavidad nasal. Para usar tabaco húmedo, coloque el tabaco entre el labio inferior o la mejilla y la encía. La nicotina del tabaco se absorbe a través del revestimiento de su nariz o boca.
Al igual que los cigarrillos, el tabaco de pipa y el tabaco de mascar, el tabaco es un producto peligroso y adictivo.
El tabaco no solo es altamente adictivo, sino que también es perjudicial para la salud. Podría pensar que usar tabaco no es tan peligroso como fumar porque no está inhalando humo en sus pulmones. Sin embargo, el tabaco todavía puede afectar negativamente a su cuerpo.
Al igual que otras formas de tabaco, el tabaco contiene sustancias químicas que causan cáncer. Puede aumentar su riesgo de varios tipos de cáncer, incluyendo:
El uso de tabaco también aumenta el riesgo de otras condiciones, como:
Si está embarazada, aumenta las posibilidades de parto prematuro y muerte fetal.
El uso de tabaco húmedo también puede amarillear sus dientes, agriar su respiración y causar caries e infecciones de las encías. En algunos casos, puede perder dientes. Incluso podría desarrollar problemas en lo profundo de su mandíbula que resulten en pérdida de hueso. Esto puede desfigurar tu cara.
Debido a que es adictivo, el tabaco puede ser un desafío para dejar de fumar. Si ha desarrollado una adicción al tabaco o un hábito, haga una cita con su médico. Ellos pueden ayudarlo a desarrollar un plan para dejar de fumar. Por ejemplo, pueden recomendar una combinación de terapia de reemplazo de nicotina, medicamentos recetados, asesoramiento u otras estrategias.
La abstinencia de la nicotina puede causar síntomas desagradables. Para controlar sus síntomas, su médico puede recomendar una terapia de reemplazo de nicotina. Proporciona dosis de nicotina sin los otros químicos dañinos que se encuentran en el tabaco.
Puede encontrar parches de nicotina, pastillas, gomas y otros productos de reemplazo de nicotina en la mayoría de las farmacias. No necesitas una receta para comprarlos.
Algunos medicamentos recetados también pueden ayudarlo a dejar de consumir tabaco. Por ejemplo, su médico podría prescribir vareniclina (Chantix) o buproprion. Pídale a su médico más información sobre los posibles beneficios y riesgos de estos medicamentos.
Un consejero de salud mental puede ayudarlo a superar la adicción y desarrollar hábitos más saludables. También pueden ayudarlo a controlar sus desencadenantes, controlar los síntomas de abstinencia y mantener su motivación. Considere pedirle a su médico una referencia a un consejero.
Todos los estados, así como el Distrito de Columbia, ofrecen un programa gratuito para dejar de fumar por teléfono. Estos servicios pueden conectarlo con profesionales de la salud mental. Pueden ayudarlo a encontrar maneras de lidiar con el tabaco, brindarle un lugar seguro para hablar sobre sus inquietudes y señalarle otros recursos gratuitos para ayudarlo a dejar el tabaco para siempre.
Si bien algunas personas prefieren la asesoría individual, otras pueden tener éxito en grupos grandes. Por ejemplo, programas como Nicotine Anonymous ofrecen sesiones de grupos de apoyo para personas que enfrentan la adicción a la nicotina. En estas sesiones, puede conectarse con otras personas que intentan dejar de consumir productos de tabaco. Pueden proporcionarse mutuamente con motivación y apoyo social. También pueden compartir estrategias concretas para cambiar tu estilo de vida.
Sus amigos y familiares también pueden proporcionar apoyo esencial. Dígales sobre su objetivo de dejar de fumar y hágales saber cómo pueden ayudarlo. Por ejemplo, si ciertos lugares o actividades aumentan sus antojos de tabaco, pídales a sus seres queridos que lo ayuden a evitar estos factores desencadenantes cuando pasan tiempo juntos.
Cuando deje de usar tabaco, es probable que experimente síntomas de abstinencia. Por ejemplo, podría experimentar:
Con el tiempo, estos síntomas comenzarán a disminuir y usted comenzará a sentirse mejor. Mientras tanto, pregúntele a su médico cómo puede limitar y controlar los síntomas de abstinencia mediante la terapia de reemplazo de nicotina, medicamentos recetados, asesoramiento u otras estrategias.
Dejar de fumar también viene con muchos beneficios para la salud. Cortar el tabaco y otros productos de tabaco de su vida reducirá las probabilidades de desarrollar cáncer, presión arterial alta y enfermedades del corazón. También le dará a su boca la oportunidad de sanar si ha desarrollado llagas o infecciones en sus labios, encías o mejillas.
No es fácil romper una adicción al tabaco. Pero con el apoyo de su familia, amigos y médico, puede dejar su hábito. Una combinación de terapia de reemplazo de nicotina, medicamentos recetados, consejería u otros tratamientos puede aumentar sus posibilidades de éxito.
No sucederá en un día, pero si crees en ti mismo y sigues con tu programa para dejar de fumar, puedes desarrollar hábitos más saludables. Es hora de dejar el tabaco para siempre.