La tripanofobia es un miedo extremo a los procedimientos médicos que involucran inyecciones o agujas hipodérmicas.
Los niños temen especialmente a las agujas porque no están acostumbrados a la sensación de que su piel es pinchada por algo afilado. Cuando la mayoría de las personas llegan a la edad adulta, pueden tolerar las agujas mucho más fácilmente.
Pero para algunos, el miedo a las agujas se queda con ellos en la edad adulta. A veces este miedo puede ser extremadamente intenso.
Los médicos no están seguros de por qué algunas personas desarrollan fobias y otras no. Algunos factores que conducen al desarrollo de esta fobia incluyen:
En el caso de la tripanofobia, ciertos aspectos de las agujas a menudo causan la fobia. Esto puede incluir:
Los síntomas de la tripanofobia pueden interferir enormemente con la calidad de vida de una persona. Estos síntomas pueden ser tan intensos que pueden ser debilitantes. Los síntomas están presentes cuando una persona ve agujas o se le dice que tendrá que someterse a un procedimiento que involucre agujas. Los síntomas incluyen:
Un miedo extremo a las agujas puede interferir con la capacidad de su médico para tratarlo. Por eso es importante que esta fobia sea tratada.
Su médico primero descartará cualquier enfermedad física realizando un examen médico. Luego, pueden recomendarle que consulte a un especialista en atención de salud mental. El especialista le hará preguntas sobre su historial de salud mental y física. También le pedirán que describa sus síntomas.
Un diagnóstico de tripanofobia generalmente se hace si el miedo a las agujas ha interferido en alguna parte de su vida.
La tripanofobia puede provocar episodios estresantes que pueden o no implicar ataques de pánico. También puede conducir a un retraso en el tratamiento médico necesario. Esto podría lastimarlo si tiene una condición crónica o experimenta una emergencia médica.
El objetivo del tratamiento para la tripanofobia es abordar la causa subyacente de su fobia. Por lo tanto, su tratamiento puede ser diferente al de otra persona.
A la mayoría de las personas con tripanofobia se les recomienda algún tipo de psicoterapia como tratamiento. Esto podría incluir:
Terapia cognitivo conductual (TCC). Esto implica explorar su miedo a las agujas en sesiones de terapia y aprender técnicas para enfrentarlo. Su terapeuta lo ayudará a aprender diferentes maneras de pensar acerca de sus miedos y cómo le afectan. Al final, debes alejarte sintiendo confianza o dominio sobre tus pensamientos y sentimientos.
Terapia de exposición. Esto es similar a CBT en que se enfoca en cambiar su respuesta mental y física a su miedo a las agujas. Su terapeuta lo expondrá a las agujas y los pensamientos relacionados que desencadenan. Por ejemplo, su terapeuta puede mostrarle primero las fotos de una aguja. A continuación, pueden tenerte junto a una aguja, sostener una, y luego imaginarte que te inyecten una aguja.
Medicación es necesario cuando una persona está tan estresada que no es receptiva a la psicoterapia. Los medicamentos contra la ansiedad y los sedantes pueden relajar el cuerpo y el cerebro lo suficiente como para reducir los síntomas. Los medicamentos también se pueden usar durante un análisis de sangre o una vacuna, si esto ayuda a reducir su estrés.
La clave para administrar su tripanofobia es abordar sus causas subyacentes. Una vez que haya identificado lo que le da miedo a las agujas, es importante atenerse a su plan de tratamiento. Es posible que nunca superes tu miedo a las agujas, pero al menos puedes aprender a vivir con ellas.