Los trastornos del habla pueden afectar la forma en que una persona crea sonidos para formar palabras. Ciertos trastornos de la voz también pueden considerarse trastornos del habla.
Uno de los trastornos del habla más comúnmente experimentados es el tartamudeo. Otros trastornos del habla incluyen apraxia y disartria.
Algunas personas con trastornos del habla saben lo que les gustaría decir pero no pueden expresar sus pensamientos. Esto puede llevar a problemas de autoestima y al desarrollo de la depresión.
Los trastornos del habla pueden afectar a adultos y niños. El tratamiento temprano puede corregir estas condiciones.
Los trastornos del habla afectan las cuerdas vocales, los músculos, los nervios y otras estructuras dentro de la garganta.
Las causas pueden incluir:
Las personas que tienen ciertas afecciones médicas o del desarrollo también pueden tener trastornos del habla. Las condiciones comunes que pueden conducir a trastornos del habla son:
Los trastornos del habla pueden ser hereditarios y pueden desarrollarse con el tiempo.
Dependiendo de la causa del trastorno del habla, pueden presentarse varios síntomas. Los síntomas comunes que experimentan las personas con trastornos del habla son:
Muchas pruebas están disponibles para diagnosticar trastornos del habla.
El examen de detección de la articulación de Denver (DASE, por sus siglas en inglés) es un sistema de prueba comúnmente utilizado para diagnosticar trastornos de la articulación. Esta prueba evalúa la claridad en la pronunciación en niños entre las edades de 2 y 7 años. Esta prueba de cinco minutos utiliza varios ejercicios para evaluar el habla del niño.
Esta prueba, creada por el pediatra de neurodesarrollo James Coplan, determina el desarrollo del lenguaje de un niño. Esta prueba puede identificar rápidamente los trastornos del habla o del lenguaje con retraso.
Esta prueba mide el vocabulario y la capacidad de hablar de una persona. La persona escuchará varias palabras y elegirá imágenes que describan las palabras. Las personas con discapacidades intelectuales graves y las personas ciegas no podrán realizar esta evaluación. La prueba de vocabulario de imágenes de Peabody se ha revisado muchas veces desde que se administró su primera versión en 1959.
Los trastornos leves del habla pueden no requerir ningún tratamiento. Algunos trastornos del habla pueden simplemente desaparecer. Otros pueden mejorar con la terapia del habla.
El tratamiento varía y depende del tipo de trastorno. En terapia del habla, un terapeuta profesional lo guiará a través de ejercicios que trabajan para fortalecer los músculos de la cara y la garganta. Aprenderás a controlar tu respiración mientras hablas. Los ejercicios de fortalecimiento muscular y la respiración controlada ayudan a mejorar la forma en que suenan las palabras. También aprenderá formas de practicar un habla más fluida y fluida.
Algunas personas con trastornos del habla experimentan nerviosismo, vergüenza o depresión. La terapia de conversación puede ser útil en estas situaciones. Un terapeuta discutirá las formas de lidiar con la afección y las formas de mejorar la perspectiva de su afección. Si su depresión es severa, los medicamentos antidepresivos pueden ayudar.
Los trastornos del habla no tratados pueden hacer que una persona experimente una gran ansiedad. Con el tiempo, esta ansiedad puede desencadenar trastornos de ansiedad o una fobia a hablar en público. El tratamiento temprano para la ansiedad puede ayudar a prevenir el desarrollo de trastornos de ansiedad o fobias. Las opciones de tratamiento incluyen terapia de conversación y medicamentos contra la ansiedad.
El pronóstico mejora para las personas que buscan tratamiento temprano. El tratamiento temprano ayuda a evitar que el trastorno del habla empeore. La perspectiva para aquellos con discapacidades permanentes depende de la gravedad de la discapacidad.