El s�ndrome de la costilla deslizante ocurre cuando el cart�lago en las costillas inferiores de una persona se desliza y se mueve, lo que provoca dolor en el pecho o en la parte superior del abdomen. El s�ndrome de costilla resbaladiza tiene muchos nombres, entre ellos, costilla pulsada, costillas desplazadas, s�ndrome de la punta de la costilla, pellizcos nerviosos, s�ndrome de la costilla dolorosa y subluxaci�n intercondral, entre otros.
La condici�n es ligeramente m�s com�n en mujeres que en hombres. Se ha informado en personas tan j�venes como de 12 a�os y hasta mediados de los 80, pero afecta principalmente a personas de mediana edad. En general, el s�ndrome se considera raro.
Los s�ntomas del s�ndrome de costilla deslizante var�an de persona a persona. En general, los s�ntomas se describen como:
La mayor�a de los casos de s�ndrome de costilla resbaladiza ocurren en un lado (unilateral), pero se ha informado que la afecci�n ocurre en ambos lados de la caja tor�cica (bilateral).
Visite a un m�dico de inmediato si tiene problemas para respirar o dolor intenso en el pecho, ya que esto puede indicar algo m�s grave, como un ataque al coraz�n.
La causa exacta del s�ndrome de costilla resbaladiza no se conoce bien. El s�ndrome de costilla resbaladiza puede ocurrir despu�s de un trauma, lesi�n o cirug�a, pero se han reportado casos sin lesiones notables.
Se cree que es el resultado de la hipermovilidad del cart�lago de la costilla (costocondral) o de los ligamentos, particularmente de las costillas 8, 9 y 10. Estas tres costillas no est�n conectadas al estern�n, sino que est�n conectadas entre s� por tejido fibroso suelto. A veces se les llama costillas falsas. Debido a esto, son m�s susceptibles a traumas, lesiones o hipermovilidad.
Este deslizamiento o movimiento irrita los nervios y puede forzar ciertos m�sculos de la zona, lo que provoca inflamaci�n y dolor.
El s�ndrome de la costilla resbaladiza es dif�cil de diagnosticar porque los s�ntomas se parecen a otras condiciones. Un m�dico primero tomar� un historial m�dico y le preguntar� acerca de sus s�ntomas, incluso cu�ndo comenzaron y si algo de lo que hace los hace empeorar. Su m�dico querr� saber sobre las actividades en las que participa y lo que estaba haciendo justo antes de comenzar a experimentar dolor en el pecho o el abdomen.
Hay una prueba llamada la maniobra de enganche que ayuda a diagnosticar el s�ndrome de costilla resbaladiza. Para realizar esta prueba, su m�dico coloca sus dedos debajo de los m�rgenes de las costillas y los mueve hacia arriba y hacia atr�s.
Si esta prueba es positiva y causa la misma incomodidad, entonces su m�dico generalmente no necesitar� realizar ninguna prueba adicional, como una radiograf�a o una resonancia magn�tica. Este proceso se llama diagn�stico diferencial.
Otras posibles condiciones que su m�dico querr� descartar incluyen:
Su m�dico puede referirlo a un especialista para una evaluaci�n adicional. El especialista puede pedirle que mueva ciertas partes de su cuerpo o mantenga ciertas posturas para buscar una asociaci�n entre ellas y la intensidad de su dolor.
En algunas personas, el dolor puede llegar a ser lo suficientemente grave como para causar discapacidad. Las acciones simples, como voltear al otro lado mientras duerme o usar un sost�n, pueden ser muy dolorosas.
El s�ndrome de costilla deslizante no progresa para da�ar nada internamente.
En algunos casos, el s�ndrome de costilla resbaladiza se resuelve por s� solo sin tratamiento. El tratamiento en el hogar puede incluir:
Si el dolor contin�a a pesar de tomar un analg�sico, su m�dico podr�a intentar:
Si la afecci�n persiste o causa dolor intenso, se puede recomendar la cirug�a. El procedimiento, conocido como escisi�n del cart�lago costal, ha demostrado en estudios cl�nicos que es un tratamiento eficaz para el s�ndrome de costilla resbaladiza.
El s�ndrome de la costilla deslizante no produce ning�n da�o a largo plazo ni afecta los �rganos internos. La condici�n a veces desaparece por s� sola sin tratamiento.
En los casos m�s graves, un solo bloqueo de nervios intercostales puede brindar alivio permanente a algunos, pero la cirug�a puede ser necesaria si el dolor es debilitante o no desaparece. Los estudios de casos han mostrado resultados positivos despu�s de la cirug�a, pero solo unos pocos casos han sido publicados.