Recuperarse de un ataque al corazón puede parecer un proceso muy largo. Es posible que su médico le recomiende cambiar todo, desde lo que come hasta su rutina normal de actividad física.
Estos cambios pueden mejorar enormemente su salud general y, lo que es más importante, reducir su riesgo de sufrir otro ataque cardíaco.
Aquí hay nueve pasos que puede seguir para vencer las probabilidades.
Fumar es un factor de riesgo importante para las enfermedades del corazón y debe evitarse a toda costa. Si es fumador, hable con su médico para encontrar un plan que lo ayude a dejar de fumar.
El tabaco causa coágulos de sangre, daña sus vasos sanguíneos y puede dificultar que la sangre y el oxígeno alcancen su corazón y otros órganos. La nicotina también aumenta su presión arterial. Y, mientras estás en eso, mantente alejado del humo de segunda mano también. Puede ser dañino incluso si usted no es fumador.
La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, estresa el corazón y los vasos sanguíneos. Los cambios en el estilo de vida, como hacer ejercicio, seguir una dieta baja en sodio y mantener un peso saludable pueden reducir su presión arterial. Su médico también puede prescribir bloqueadores beta para ayudar.
Hay dos tipos de colesterol: lipoproteínas de alta densidad (HDL) o "bueno". colesterol, y lipoproteínas de baja densidad (LDL) o? malo? colesterol.
Demasiado colesterol malo aumenta su riesgo de enfermedad cardíaca y otro ataque cardíaco. Su médico puede recetarle estatinas para disminuir el nivel de LDL. El ejercicio regular y una dieta saludable para el corazón también pueden jugar un papel en la reducción de la presión arterial y el colesterol malo.
Tanto la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo 2 están relacionadas con los niveles de hormonas de insulina. Las personas con diabetes tipo 1 no producen insulina, mientras que las personas con diabetes tipo 2 no producen suficiente insulina o no la usan correctamente.
Ambos tipos de diabetes aumentan su riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular. Si tiene diabetes, controlarla con medicamentos, ejercicio y cambios en la dieta es vital para reducir la posibilidad de un segundo ataque cardíaco.
Ya sea que camine, trote, corra, vaya en bicicleta, nade o baile, el ejercicio cardiovascular regular fortalece su corazón y disminuye su nivel de LDL y su presión arterial. También ayuda a aliviar el estrés, aumenta su nivel de energía y ayuda a controlar el peso.
Con tantos efectos positivos, no es de extrañar que la American Heart Association recomiende al menos 150 minutos por semana de ejercicio moderado o 75 minutos por semana de ejercicio vigoroso, aproximadamente 30 minutos por día. Antes de comenzar un régimen de ejercicios, asegúrese de obtener la aprobación de su proveedor de atención médica.
Llevar peso adicional requiere que su corazón trabaje más duro y menos eficientemente. Incluso si no tiene otros factores de riesgo, el exceso de grasa corporal lo pone en mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco. Hable con su médico si tiene problemas para perder peso. Pueden recomendar un programa de pérdida de peso o un plan de tratamiento para ayudarlo a cambiar los comportamientos poco saludables.
Una dieta alta en grasas saturadas y trans puede hacer que la placa se acumule en las arterias. Esta acumulación ralentiza o impide el flujo de sangre al corazón y puede provocar un ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca.
Al reducir la grasa saturada y la grasa trans, puede reducir su nivel de colesterol malo. Modifique su dieta para incluir menos carne roja, sal, azúcar y productos lácteos altos en grasa. Agregue más frutas, verduras y proteínas magras.
Después de un ataque al corazón, es normal que experimente una amplia gama de emociones.
Puede sentirse deprimido, especialmente si le resulta difícil adaptarse a los nuevos cambios en el estilo de vida. También puede preocuparse por tener otro ataque al corazón y sentirse fácilmente enojado e irritable. Discuta sus cambios de humor con su médico y su familia, y no tenga miedo de pedir ayuda.
Después de un ataque cardíaco, es probable que su médico le recete un tratamiento para prevenir otro ataque cardíaco. Es importante que te limites al tratamiento para mantenerte saludable.
Algunos de los tratamientos que le pueden dar son:
Su médico decidirá cuál es el mejor tratamiento para usted según su situación.
Su médico no puede monitorear su progreso y hacer los ajustes necesarios si no sabe lo que está pasando. Mantenga todas sus citas programadas y asegúrese de que su médico esté al tanto de su progreso o de cualquier contratiempo, especialmente si está experimentando algún dolor. La comunicación abierta y honesta es clave para prevenir un segundo incidente cardíaco.
Tiene el poder y las herramientas para reducir el riesgo de un segundo ataque cardíaco. ¡Utilícelos! Estos cambios no solo reducirán su riesgo de un segundo ataque cardíaco, sino que también ayudarán a aliviar sus preocupaciones sobre otro incidente. Además, te ayudarán a verte y sentirte mejor en general.