El carcinoma de células renales (CCR) también se conoce como hipernefroma, adenocarcinoma renal o cáncer renal o renal. Es el tipo de cáncer de riñón más común en adultos.
Los riñones son órganos en su cuerpo que ayudan a deshacerse de los desechos al tiempo que regulan el balance de líquidos. Hay pequeños tubos en los riñones llamados túbulos. Estos ayudan a filtrar la sangre, ayudan a excretar desechos y ayudan a producir orina. El CCR se produce cuando las células cancerosas comienzan a crecer descontroladamente en el revestimiento de los túbulos del riñón.
El CCR es un cáncer de rápido crecimiento y con frecuencia se propaga a los pulmones y los órganos circundantes.
Los expertos médicos no saben la causa exacta de RCC. Se encuentra más comúnmente en hombres entre las edades de 50 y 70 años, pero puede diagnosticarse en cualquier persona.
Hay algunos factores de riesgo para la enfermedad, incluyendo:
Cuando el CCR está en sus primeras etapas, los pacientes pueden estar libres de síntomas. A medida que avanza la enfermedad, los síntomas pueden incluir:
Si su médico sospecha que puede tener RCC, le preguntarán sobre su historial médico personal y familiar. Luego le harán un examen físico. Los hallazgos que pueden indicar CCR incluyen hinchazón o bultos en el abdomen o, en los hombres, venas agrandadas en el saco escrotal (varicocele).
Si se sospecha de CCR, su médico ordenará una serie de pruebas para obtener un diagnóstico preciso. Estos pueden incluir:
Si se descubre que tiene RCC, se realizarán más pruebas para determinar si el cáncer se ha diseminado y dónde. Esto se llama puesta en escena. RCC se organiza desde la etapa 1 a la etapa 4, en orden de gravedad ascendente. Las pruebas de estadificación pueden incluir una gammagrafía ósea, una PET y una radiografía de tórax.
Aproximadamente un tercio de las personas con CCR tienen cáncer que se diseminó en el momento del diagnóstico.
Hay cinco tipos de tratamientos estándar para RCC. Se puede usar uno o más para tratar su cáncer.
Los ensayos clínicos son otra opción para algunos pacientes con CCR. Los ensayos clínicos prueban nuevos tratamientos para ver si son efectivos en el tratamiento de la enfermedad. Durante la prueba, lo vigilarán de cerca y podrá abandonar la prueba en cualquier momento. Hable con su equipo de tratamiento para ver si un ensayo clínico es una opción viable para usted.
El pronóstico después de ser diagnosticado con RCC depende en gran medida de si el cáncer se ha diseminado y de qué tan pronto comienza el tratamiento. Cuanto antes se detecte, mayor será la probabilidad de que tenga una recuperación completa.
Si el cáncer se ha diseminado a otros órganos, la tasa de supervivencia es mucho menor que si se detecta antes de propagarse.
Según el Instituto Nacional del Cáncer, la tasa de supervivencia de cinco años para RCC es más del 70 por ciento. Esto significa que más de dos tercios de los diagnosticados con CCR viven al menos cinco años después de su diagnóstico.
Si el cáncer se cura o se trata, es posible que aún tenga que vivir con los efectos a largo plazo de la enfermedad, que pueden incluir una función renal deficiente.
Si se realiza un trasplante de riñón, es posible que se requiera diálisis crónica y terapia con medicamentos a largo plazo.