La ooforitis generalmente es causada por una infección bacteriana y puede ser el resultado de una enfermedad inflamatoria pélvica crónica (PID). Esta forma difiere de la ooforitis autoinmune, un trastorno causado por un mal funcionamiento del sistema inmunológico.
Según el especialista en infertilidad Brad Trivax, MD, la ooforitis es un diagnóstico poco común, señalado por quistes, inflamación y agrandamiento en uno o ambos ovarios. En algunos casos, también causa daño a las trompas de Falopio. Cuando esto ocurre, se le conoce como salpingooforitis. PID y salpingo-ooforitis son términos más comúnmente usados porque el problema a menudo no se limita a los ovarios.
Siga leyendo para saber más sobre por qué ocurre la ooforitis, cómo reconocer los síntomas y qué esperar después de un diagnóstico.
En algunos casos, esta condición no causa ningún síntoma. Es posible que no se diagnostique hasta que un ataque repentino de dolor pélvico intenso lo obligue a buscar atención médica.
Otras veces, los síntomas pueden ser leves y difíciles de reconocer como algo fuera de lo común. La ducha vaginal también puede enmascarar los síntomas tempranos, retrasando el diagnóstico.
Consulte a su médico si experimenta alguno de los siguientes síntomas:
Estos síntomas pueden aparecer gradualmente o todos a la vez. También pueden aumentar en severidad con el tiempo. Estos síntomas también pueden ser causados por otras condiciones.
A medida que pasa el tiempo sin un diagnóstico, esta condición puede causar:
La ooforitis suele ser el resultado de infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia y la gonorrea. Puede reducir su riesgo practicando el sexo seguro con todas las parejas.
Las bacterias también pueden entrar en el tracto reproductivo a través de su cuello uterino. Esto puede suceder:
No está claro qué causa la ooforitis autoinmune. En casos raros, esta forma puede resultar en insuficiencia ovárica primaria (POI).
Después de revisar sus síntomas e historial médico, su médico le realizará un examen físico. También realizarán pruebas para determinar si hay una infección subyacente o si hay anomalías cerca de los ovarios y las trompas de Falopio.
Estas pruebas incluyen:
La causa subyacente determinará sus opciones de tratamiento. Por ejemplo, si tiene una ITS activa, su médico le recetará antibióticos. Los abscesos también se pueden tratar con antibióticos.
En algunos casos, la cirugía puede ser necesaria para drenar los abscesos infectados. La cirugía también se puede usar para eliminar obstrucciones o adherencias pélvicas.
Las mujeres que tienen ooforitis autoinmune pueden beneficiarse de la terapia de reemplazo hormonal. También pueden necesitar tratamientos específicos para su condición subyacente.
Si experimenta dolor, hable con su médico acerca de sus opciones de alivio. Para algunas mujeres, los analgésicos de venta libre y el calor aplicado son suficientes para reducir los síntomas. Otros pueden beneficiarse de medicamentos para el dolor más fuertes.
Si no se trata, esta condición puede causar un daño extenso en los ovarios y las trompas de Falopio. El daño en las trompas de Falopio puede aumentar su probabilidad de tener un embarazo ectópico.
A veces, el daño de Falopio puede resultar en infección. Si la infección se deja sin tratar, y el absceso estalla, puede causar sepsis. La sepsis puede ser potencialmente mortal.
Si se trata temprano, la ooforitis infecciosa puede tratarse antes de que tenga un efecto sobre su fertilidad. Si el tratamiento se retrasa, su fertilidad puede verse comprometida por el tejido cicatricial y los bloqueos. Estos a veces se pueden eliminar quirúrgicamente, lo que le permite concebir.
Si su médico no puede eliminar estas obstrucciones, pueden recomendar la fertilización in vitro (FIV). La FIV pasa por alto las trompas de Falopio, lo que aumenta las posibilidades de concepción. Si ambos ovarios están dañados, trabajar con un donante de óvulos puede proporcionarle una manera de quedar embarazada.
No existe una cura para la ooforitis autoinmune o su complicación, POI. Este es un diagnóstico desafiante y puede tener un impacto negativo en su fertilidad. Hable con su médico acerca de su capacidad para concebir. Ellos pueden guiarlo a través de sus opciones y aconsejarle sobre sus próximos pasos.
Si se trata temprano, la ooforitis infecciosa se puede eliminar y la concepción puede ser posible. Si no se trata, la ooforitis puede causar daños severos a sus órganos reproductivos. Practicar sexo seguro puede ayudar a reducir su riesgo. También debe ver a su ginecólogo para exámenes regulares.Pueden observar cualquier cambio, aumentando la probabilidad de un diagnóstico temprano.
La ooforitis autoinmune no tiene cura, pero puede trabajar con su médico para controlar sus síntomas.