Tener un estómago nervioso puede ser una ocurrencia común en algunas personas. Según los médicos y la ciencia médica, sin embargo, no es una condición oficial o diagnosticable.
Tener un estómago nervioso podría tener que ver con su estado emocional o salud mental, su salud digestiva o intestinal, o incluso con una mezcla de ambos. En raras ocasiones, puede indicar que algo más serio está sucediendo.
El estómago nervioso también puede ser simplemente la forma en que su sistema digestivo funciona de forma natural en momentos de estrés. Además, podría ser solo una experiencia aislada.
Los síntomas comunes de un estómago nervioso pueden incluir:
En casos raros, un estómago nervioso puede afectar fuertemente los intestinos. La micción frecuente o incontrolada o las evacuaciones intestinales, y en ocasiones náuseas o vómitos, pueden ser el resultado de un estómago extremadamente nervioso, pero no siempre.
Un estómago nervioso a menudo se puede tratar con remedios caseros y naturales, así como con cambios en el estilo de vida.
Ciertas hierbas pueden aliviar el estómago nervioso en algunas personas mientras está sucediendo. Si experimenta náuseas o náuseas, la raíz de jengibre puede ayudar. Mastique un trozo de raíz, beba té de jengibre, coma caramelos de jengibre o tome un poco de ginger ale con jengibre real para su beneficio.
Otras hierbas, como la menta verde, la menta, la lavanda o el bálsamo de limón, también son antiespasmódicos bien conocidos: pueden detener los espasmos y el estiramiento del músculo liso que causa mariposas estomacales, flatulencias, calambres y molestias. Come una o dos hojas crudas de una planta viva, saca una menta que contenga ingredientes de menta real o disfruta de estas hierbas en un té.
El contenido de cafeína del café puede alimentar el nerviosismo y la ansiedad, empeorando las cosas. Además, el café también estimula los intestinos, empeorando los síntomas intestinales.
Espera a tomar café hasta que tus intestinos nerviosos se calmen. O pruebe con menos bebidas estimulantes de cafeína como el té verde o el té oolong.
Los ejercicios mentales te ayudan a concentrarte en tu respiración y te devuelven al momento presente. Esto puede manejar el estrés y la ansiedad que causan un estómago nervioso. Las respiraciones profundas pueden ser especialmente útiles.
Si te gusta la meditación o tienes otros trucos mentales que te calman, pruébalos.
Se sabe que los inciensos herbales, o los aceites esenciales utilizados como difusores aromáticos, ayudan a algunas personas con ansiedad.
Compre productos con hierbas calmantes como la manzanilla, la lavanda, el vetiver o la rosa. Siga las instrucciones del producto. Combine esto con un poco de tiempo y espacio relajado para usted mismo cuando se trata de un estómago nervioso.
En última instancia, encuentre tiempo y espacio para despejarse y tomar control de su nerviosismo, incluso si debe ser solo el tiempo total. No tenga miedo de excusarse, incluso de un evento importante.
Si le ayuda hablar con un amigo, familiar o ser querido, hágalo durante este tiempo. Hablar con alguien en quien confías puede ayudarte a superar la ansiedad.
Lo más probable es que tengas un estómago nervioso porque simplemente estás nervioso. Le puede pasar a cualquiera.
El cerebro y el intestino están conectados a través del nervio vago, uno de los nervios más grandes del cuerpo. Este nervio envía señales desde el cerebro al intestino y viceversa, lo que aumenta la irritabilidad digestiva y la irregularidad cuando se produce estrés y ansiedad.
Si tiene síntomas de un estómago nervioso en forma regular y especialmente si sus síntomas empeoran progresivamente, es posible que deba prestar más atención a sus niveles de estrés y salud digestiva.
En raras ocasiones, el estómago nervioso puede indicar un problema de salud subyacente. Si el estómago nervioso es una experiencia común para usted, consulte con su médico.
Ayudarán a descartar otros problemas que pueden estar afectando su estómago, como:
En casos aún más raros, el estómago nervioso puede estar relacionado con cálculos biliares o daño del nervio vago.
De lo contrario, el estómago nervioso es un acontecimiento completamente normal que se maneja fácilmente.
Ciertos tratamientos son una solución rápida para un estómago nervioso. Sin embargo, si es una ocurrencia común y problemática, aquí hay algunos enfoques de estilo de vida más holísticos que pueden ser útiles.
Un estómago nervioso puede significar que simplemente estás en un estado nervioso. ¿Estás sufriendo mucho estrés últimamente? ¿Tiene un gran evento, una entrevista de trabajo o una experiencia angustiosa por venir? Podrías estar nervioso por eso, y pasará.
Por otra parte, si estás lidiando con experiencias estresantes crónicas y muchos síntomas nerviosos del estómago todos los días, es esencial encontrar el tiempo y las maneras de manejar ese estrés. Tu estómago nervioso podría entonces disminuir.
Un estómago nervioso podría ser un indicador de que tienes una condición digestiva. También podría significar ambos Los niveles de estrés y la salud digestiva necesitan mejorar. Tratar con mucha indigestión, hinchazón y plenitud con el estómago nervioso son signos fuertes de esto.
Pruebe cambios simples en su dieta, como comer más alimentos ricos en fibra y probióticos, o tome suplementos de fibra o probióticos.Los estudios preliminares en ratones como este de 2011 han demostrado que los probióticos pueden ayudar a aliviar la ansiedad con los síntomas intestinales, mediante la acción sobre el nervio vago.
Hable con su médico antes de realizar cambios importantes en la dieta y tomar suplementos, especialmente si toma medicamentos.
Trate de comer comidas más pequeñas en lugar de las grandes. Su digestión puede verse obstaculizada, lo que podría estar causando su estómago nervioso. Ayuda a comer comidas más pequeñas y ligeras con alimentos fáciles de digerir cuando se trata de mariposas estomacales. También puede intentar comer comidas y bocadillos más frecuentes en el extremo más ligero, en lugar de tres comidas pesadas cada día.
Se recomiendan especialmente las hojas verdes y amargas como la col rizada, las espinacas y la lechuga en las ensaladas.
Encontrar una salida física para el estrés y la ansiedad puede reducir su impacto negativo en el sistema digestivo. El ejercicio y la actividad física, como el yoga, podrían ser útiles.