Si está considerando la insulina para controlar la diabetes tipo 2, es probable que ya haya probado una dieta, ejercicio y medicamentos orales. Si estos no mantienen su nivel de azúcar en la sangre en un rango saludable, es posible que su médico le haya recomendado comenzar con la insulina.
La terapia con insulina no es tan simple como administrarse una inyección diaria y observar cómo bajan sus niveles de azúcar en la sangre. Cualquier número de factores puede cambiar la necesidad de insulina de su cuerpo, desde los tipos de alimentos que come hasta la cantidad de ejercicio. La insulina también viene en diferentes formas. Algunos tipos comienzan a funcionar rápidamente pero no duran mucho. Otros se ponen a trabajar más despacio pero duran horas.
Según sus objetivos de salud, estilo de vida y azúcar en la sangre, su médico lo ayudará a decidir qué tipo de insulina es mejor para usted y con qué frecuencia debe administrarse inyecciones. Cuando se trata de tomar insulina, la consistencia es clave. Los cambios en su dosis, dieta y ejercicio pueden reducir su control de azúcar en la sangre. Una vez que su médico establezca una rutina para usted, es importante que siga con ella.
Esto es lo que puede esperar mientras usted y su médico establecen su rutina de insulina.
La insulina viene en cuatro tipos, según el tiempo que se tarda en comenzar a funcionar, el tiempo que tarda en llegar al nivel más alto del cuerpo (el pico) y la duración de sus efectos:
Es posible que deba tomar una combinación de estos tipos según la cantidad de insulina que produzca su cuerpo y qué tan bien funcione. Por ejemplo, puede tomar insulina de acción prolongada solo una o dos veces al día, o puede agregar insulina de acción rápida antes de las comidas y cuando la necesite para reducir el azúcar en la sangre. O podría combinar la insulina con un medicamento oral.
Su médico le recetará una dosis de insulina. También deberá calcular algunas de sus dosis según las lecturas diarias de azúcar en la sangre y la cantidad de carbohidratos que consume.
Otros factores también pueden influir en sus niveles de azúcar en la sangre y en la cantidad de insulina que necesita. Éstos incluyen:
Pregúntele a su médico cómo ajustar su dosis basándose en estos y otros factores.
La única forma de saber si su nivel de azúcar en la sangre está dentro de los límites, y si necesita ajustar su dosis de insulina o su tiempo, es probarlo. Pregúntele a su médico con qué frecuencia debe controlar su azúcar en la sangre.
Por lo general, las personas con diabetes tipo 2 analizan su azúcar en la sangre una o dos veces o incluso más cada día, generalmente a primera hora de la mañana, posiblemente antes de las comidas y posiblemente antes de acostarse. También es posible que deba hacer una prueba antes y después del ejercicio, o cuando esté estresado o enfermo. Todos estos factores pueden afectar sus niveles de azúcar en la sangre.
Cuando se trata de administrarse insulina, tiene algunas opciones de administración:
Su médico lo ayudará a decidir qué método usar según los costos, sus preferencias y su estilo de vida.
Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a mantener su rutina de insulina:
Si descubre que no puede seguir con su rutina o que sus niveles de azúcar en la sangre no se mantienen dentro del rango, consulte a su médico. Es posible que deba ajustar la dosis de insulina, el tiempo u otras partes de su rutina.