La miel se ha utilizado como una medicina natural en las culturas de todo el mundo durante siglos. Tiene propiedades antioxidantes que combaten la inflamación y aumentan la inmunidad. Muchas personas toman la miel por su capacidad para aliviar el dolor de garganta y calmar la tos. La miel es también un remedio casero para los síntomas de alergia.
El asma y las alergias son afecciones relacionadas, pero hay algunas diferencias importantes. Si eres alérgico a cosas del medio ambiente como el polen y el polvo, tu cuerpo produce anticuerpos como respuesta. Esos anticuerpos causan la producción de sustancias químicas, como las histaminas. Son los que causan congestión, estornudos, ojos llorosos, picazón, tos y otras reacciones alérgicas.
Esos mismos anticuerpos también pueden desencadenar un ataque de asma. Pero a diferencia de una alergia, el asma es un problema que se experimenta en los pulmones y las vías respiratorias superiores. Es un problema de salud más serio que las alergias ambientales. Incluso un esfuerzo leve puede llevar a un ataque de asma en algunas personas. Si no se trata, el asma puede ser potencialmente mortal.
La miel parece más útil como un supresor de la tos durante la noche. Una forma de asma nocturna, llamada asma nocturna, puede causar tos, sibilancias y opresión en el pecho. Estos síntomas pueden perturbar su sueño.
Los investigadores en UCLA sugieren tomar 2 cucharaditas de miel a la hora de acostarse. Se cree que la dulzura de la miel hace que las glándulas salivales produzcan más saliva. Esto puede lubricar sus vías respiratorias, aliviando su tos. La miel también puede reducir la inflamación en los tubos bronquiales (vías respiratorias dentro de los pulmones) y ayudar a romper el moco que le dificulta la respiración.
Puedes tomar la miel por:
Mezclar 1 cucharadita con 8 onzas de agua caliente; tener esto dos o tres veces al día Tenga cuidado de no hacer el agua demasiado caliente.
Mezcle 1/2 cucharadita de canela en polvo con una cucharadita de miel y tómela justo antes de acostarse. La miel y la canela pueden ayudar a eliminar la flema de la garganta y mejorar su sistema inmunológico.
Exprima el jugo de 1/2 limón en un vaso de agua tibia y agregue 1 cucharadita de miel. El jugo de limón tiene antioxidantes que pueden fortalecer el sistema inmunológico y puede ayudar a eliminar el moco.
Se han realizado varios estudios realizados por investigadores de todo el mundo que intentan demostrar el valor terapéutico de la miel en el tratamiento del asma y muchas otras afecciones. Los resultados han sido mixtos.
Un estudio comparó la miel con el dextrometorfano, el ingrediente clave en la mayoría de los supresores de la tos. La miel se impuso en la reducción de la gravedad y la frecuencia de la tos nocturna.
Otro estudio analizó el efecto de la miel y varias otras terapias no convencionales. tenido sobre el asma. El estudio encontró que ninguno de los tratamientos no convencionales que se probaron ayudaron al asma de los participantes.
Un estudio en animales probó la miel en aerosol como un tratamiento del asma para conejos. El estudio tuvo resultados positivos, pero aún necesita ser probado en humanos.
Un gran ensayo clínico puede proporcionar una mejor idea de si la miel es una terapia adecuada. Pero todavía tiene que haber tal estudio.
Una de las mayores preocupaciones del uso de la miel es el riesgo de una reacción alérgica. Si ha tenido una reacción alérgica a las picaduras de abeja o al polen de abeja, probablemente debería evitar la miel en cualquier forma. Una alergia a la miel puede producir síntomas tales como:
Para la gran mayoría de las personas, la miel consumida en pequeñas a moderadas dosis es segura. Si tiene una afección cardíaca o un trastorno digestivo, debe hablar con su médico antes de probar la miel. Lo mismo ocurre si está tomando antibióticos o medicamentos para el corazón o el sistema nervioso.
Los niños menores de 12 meses no deben recibir miel. El riesgo de botulismo es extremadamente grave en los bebés. Además, si tiene diabetes, tenga en cuenta que la miel puede causar un aumento en el azúcar en la sangre.
La miel puede ser una buena adición a los tratamientos que su médico le receta. Pero el asma es una condición demasiado grave como para no tratarse adecuadamente con medicamentos recetados y ajustes de estilo de vida.
Siga los consejos de su médico sobre cuándo tomar sus medicamentos. Asegúrese de saber cómo prevenir los ataques de asma y mantener una respiración estable.