Cuando experimenta una ruptura ósea (también conocida como fractura), es importante que el hueso pueda sanar correctamente en su posición original.
Hay varios tratamientos para un hueso roto, y el que un médico recomienda se basa en varios factores. Estos incluyen qué tan severa es la ruptura y dónde está.
Mientras que algunos huesos pueden curarse usando un yeso, otros pueden requerir tratamientos más invasivos, como la reparación de fracturas óseas.
La reparación de la fractura ósea es una cirugía para reparar un hueso roto utilizando tornillos metálicos, clavijas, varillas o placas para mantener el hueso en su lugar. También se conoce como cirugía de reducción abierta y fijación interna (ORIF).
La reparación de la fractura ósea se usa cuando un hueso roto no se cura o no se curaría correctamente con una sola pieza o una férula.
La curación inadecuada que requiere la cirugía ORIF puede ocurrir en los casos en que el hueso se adhiere a la piel (fracturas compuestas) y fracturas que involucran articulaciones, como muñecas y tobillos.
Si los huesos que rodean las articulaciones no se pueden reparar, la movilidad funcional de una persona podría verse gravemente afectada.
Informe a su médico sobre su historial médico, incluidas las afecciones crónicas o cirugías previas. También informe a su médico sobre cualquier medicamento que esté tomando o sea alérgico, incluidos los medicamentos y suplementos de venta libre.
Su médico también le pedirá pruebas de imagen para ver exactamente dónde se ha roto el hueso. Los ejemplos podrían incluir radiografías, tomografías computarizadas y tomografías de resonancia magnética.
El día antes de su procedimiento, es probable que su médico le recomiende que no coma nada después de la medianoche. Debería pedirle a alguien que lo lleve al hospital o centro de cirugía y lo lleve a su casa después de su procedimiento.
Las complicaciones de esta cirugía son muy raras. Estas complicaciones pueden incluir:
Puede minimizar su riesgo de complicaciones revelando todas las afecciones médicas y medicamentos que está tomando, así como siguiendo cuidadosamente las órdenes posteriores a su procedimiento de su médico. Esto puede incluir instrucciones sobre cómo mantener su vendaje limpio y seco.
La cirugía de reparación de fracturas óseas puede durar varias horas. Es posible que le administren anestesia general para dormirlo durante su cirugía o anestesia local para adormecer solo la extremidad rota.
El cirujano puede hacer una incisión en el lugar de la fractura si se van a utilizar una placa y tornillos. Puede hacer una incisión al final de un hueso largo y colocar una varilla en la parte interna del hueso para estabilizar y reparar una fractura.
El hueso fracturado se coloca en su lugar. Su cirujano puede usar tornillos, pasadores, varillas o placas de metal para asegurar el hueso en su lugar. Estos pueden ser temporales o permanentes.
Su médico podría recomendar un injerto óseo si su hueso se rompe en fragmentos durante su lesión original. Este procedimiento utiliza hueso de una parte diferente de su cuerpo o de un donante para reemplazar las porciones de hueso que se perdieron.
Los vasos sanguíneos que fueron dañados durante su lesión serán reparados durante la cirugía.
Cuando el hueso roto se ha colocado correctamente, su cirujano cierra la herida de la incisión con puntos o grapas y la envuelve en un apósito limpio. Lo más probable es que su extremidad lesionada se coloque en yeso después de que se complete el procedimiento.
Su médico le dirá el tiempo de recuperación esperado para curar su fractura. De acuerdo con la Clínica Cleveland, este proceso típicamente tomará de seis a ocho semanas. Sin embargo, este período de tiempo puede variar según el tipo de fractura y la ubicación.
Inmediatamente después del procedimiento, lo trasladarán a una sala de recuperación. Aquí, el personal del hospital controlará su presión arterial, respiración, frecuencia cardíaca y temperatura.
Dependiendo de la extensión de su lesión y cirugía, es posible que deba permanecer en el hospital durante la noche o más, dependiendo de su progreso después de la cirugía.
Habrá algo de dolor e hinchazón después de la cirugía. La formación de hielo, la elevación y el descanso de la extremidad rota pueden ayudar a reducir la inflamación. Su médico también le recetará analgésicos para aliviar su malestar.
Sin embargo, si su dolor comienza a empeorar después de unos días en lugar de mejorar, llame a su médico.
Su médico le dará instrucciones sobre cómo cuidar sus puntos o grapas. Como regla general, usted querrá mantener el sitio quirúrgico limpio y seco. Los médicos a menudo colocan un vendaje quirúrgico sobre el sitio que se retirarán en una visita de seguimiento.
Puede esperar algo de adormecimiento en el sitio de la incisión, pero llame a su médico si comienza a experimentar:
En algunos casos, es posible que sienta una placa o un tornillo si hay muy poco músculo o tejido blando que los cubre, por ejemplo, a lo largo de la parte exterior del tobillo o la parte superior de la mano.
Si la placa y los tornillos causan incomodidad o irritación en la piel (como el roce de un zapato contra la placa), su proveedor de atención médica puede recomendar quitar la placa y los tornillos una vez que la fractura haya cicatrizado y haya madurado.
Es probable que su médico también recomiende la terapia física para ayudarlo a fortalecer y estirar los músculos alrededor del hueso lesionado. Esto ayudará en la curación, así como, idealmente, ayudará a prevenir lesiones adicionales.
Si bien es fácil pensar que sus huesos son una pieza sólida de material, en realidad tienen muchos vasos sanguíneos que pueden promover la curación. Con el tiempo, su cuerpo comenzará a producir nuevos hilos de células sanguíneas que finalmente volverán a crecer juntas, ayudando a sanar el hueso.
Solo recuerde que aunque la fractura haya sido reparada, puede volver a ocurrir.Practique precaución siempre que sea posible para prevenir una nueva lesión.
Esto puede incluir comer una dieta rica en alimentos que estimulen los huesos, como los que contienen calcio y vitamina D.
El uso de equipo de protección, como almohadillas, aparatos ortopédicos o un casco, puede ayudarlo a prevenir una futura fractura.