De los muchos síntomas posibles de la infección por VIH, la fatiga puede tener un efecto sutil, pero profundo, en la calidad de vida. La baja energía puede dificultar la socialización, el ejercicio e incluso la realización de tareas cotidianas.
Hay formas de combatir la fatiga del VIH y recuperar parte de esa energía perdida. Primero, es importante que una persona que vive con el VIH entienda las posibles causas de la fatiga del VIH. Luego, pueden aprender a minimizar su frecuencia e impacto en su vida diaria.
El VIH ataca el sistema inmunológico. Esto hace que el sistema inmunológico no pueda deshacerse del virus. El VIH ataca y se hace cargo de los linfocitos T, también conocidos como células T, que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones y las enfermedades. El VIH usa esas células T para hacer copias de sí mismo.
Una persona que vive con una infección por VIH puede experimentar fatiga directamente relacionada con el virus. La simple presencia de la infección puede contribuir a la fatiga ya que el cuerpo utiliza la energía para combatirla. El virus también usa la energía de las células T cuando hace copias de sí mismo.
La fatiga también puede estar relacionada indirectamente con la infección por VIH. Las causas indirectas de la fatiga del VIH pueden incluir:
Aprender más sobre estas causas indirectas y cómo ayudar a controlarlas puede ser el primer paso para resolver la fatiga del VIH.
La depresión a menudo puede acompañar a la infección por VIH. La depresión puede hacer que una persona se sienta triste y agotada de energía. La depresión también puede interferir con los patrones de alimentación y sueño. Las personas con depresión a menudo tienen menos probabilidades de hacer ejercicio, lo que a su vez puede hacer que se sientan aún más fatigados.
Si una persona que vive con VIH comienza a desarrollar síntomas de depresión, debe hablar con su proveedor de atención médica o con un profesional de salud mental. Es posible superar la depresión con terapia de conversación y otros medios que no incluyen medicamentos. Las terapias alternativas, como la meditación o el yoga, ayuda con la depresión también pueden ser útiles para tratar la depresión.
A veces, los medicamentos pueden ser una opción para la fatiga del VIH debido a la depresión. Se ha encontrado que muchos psicoestimulantes ayudan, como armodafinilo y dextroanfetamina. Un estudio en la revista Psychosomatics encontró que el tratamiento con el medicamento armodafinil pudo ayudar a mejorar el estado de ánimo y superar la fatiga en algunas personas con VIH. Armodafinil cambia las cantidades de ciertas sustancias en su cerebro. La droga se usa típicamente para tratar la somnolencia en la narcolepsia.
El insomnio es una condición que dificulta conciliar el sueño o permanecer dormido. En cualquier caso, una mala noche de sueño puede dejar a uno arrastrando al día siguiente. Para ayudar a combatir el insomnio, una persona con fatiga por el VIH puede probar estos consejos clave:
Si estas recomendaciones no ayudan con las dificultades para dormir, un proveedor de atención médica puede recomendar un medicamento sedante o hipnótico.
Los medicamentos contra el VIH son drogas poderosas. Si una persona que vive con el VIH experimenta fatiga después de comenzar un nuevo régimen de medicamentos, debe consultar con su proveedor de atención médica. Probar un medicamento diferente o una combinación de medicamentos contra el VIH puede ayudar.
Cambiar los regímenes antirretrovirales es una empresa seria. Los regímenes cambiantes pueden aumentar el riesgo de desarrollar una resistencia a los medicamentos antirretrovirales. Una persona que vive con el VIH no debe dejar de tomar sus medicamentos sin consultarlo primero con su proveedor de atención médica. Pausar la medicación antirretroviral puede causar que la infección por VIH se vuelva resistente a la medicación.
Si una persona siente que su medicamento contra el VIH puede estar causando fatiga, debe hablar con su proveedor de atención médica. Puede ser posible cambiar a un medicamento que no cause este síntoma. Asegúrese de seguir las instrucciones del proveedor de atención médica para hacer que el interruptor sea lo más seguro posible.
Cuando la fuente de fatiga no puede relacionarse con la depresión, el insomnio, las reacciones a los medicamentos u otras causas, se dice que es la fatiga idiopática del VIH. Esto significa que la causa de la fatiga es desconocida.
La fatiga idiopática del VIH es común, pero es difícil de predecir. Una persona que vive con el VIH puede experimentarlo en cualquier momento del día, o puede pasar días sin sentirse cansada. El uso de estimulantes como el metilfenidato y la dextroanfetamina puede ser útil para algunas personas. Un proveedor de atención médica puede recetarlos para el uso diario o solo cuando uno comienza a notar fatiga.
Muchas personas que viven con el VIH experimentan fatiga. Hay una gran cantidad de tratamientos que pueden ayudar a resolver la fatiga del VIH. Sin embargo, para elegir el tratamiento adecuado, es importante conocer la causa. Una persona que vive con el VIH que experimenta fatiga debe trabajar con su proveedor de atención médica para identificar la causa específica y encontrar una solución exitosa.