¿Es contagiosa la fibrosis quística?

¿Es contagiosa la fibrosis quística?

La fibrosis quística es una condición genética hereditaria. No es contagioso. Para tener la enfermedad, debe heredar el gen defectuoso de fibrosis quística de ambos padres.

La enfermedad hace que el moco en su cuerpo se vuelva espeso y pegajoso y se acumule en sus órganos. Puede interferir con la función de sus pulmones, páncreas, sistema reproductivo y otros órganos, así como las glándulas sudoríparas.

La fibrosis quística es una enfermedad crónica, progresiva y potencialmente mortal. Es causada por una mutación en el cromosoma siete. Esta mutación conduce a anomalías o a la ausencia de cierta proteína. Es conocido como el regulador transmembrana de la fibrosis quística.

¿Estoy en riesgo de fibrosis quística?

La fibrosis quística no es contagiosa. Tienes que nacer con ello. Y solo corres el riesgo de sufrir fibrosis quística si tus padres portan el gen defectuoso.

Es posible tener el gen portador de la fibrosis quística, pero no la condición en sí. Más de 10 millones de personas portan el gen defectuoso en los Estados Unidos, pero muchos no saben que son portadores.

Según la Fundación de Fibrosis Quística, si dos personas que son portadoras del gen tienen un hijo, la perspectiva es:

  • 25 por ciento de probabilidades de que el niño tenga fibrosis quística
  • 50 por ciento de probabilidades de que el niño sea portador del gen
  • 25 por ciento de probabilidades de que el niño no tenga fibrosis quística o el gen portador

La fibrosis quística se encuentra en hombres y mujeres de todas las razas y etnias. Es más común entre los caucásicos y menos común en afroamericanos y asiáticos. Según la Clínica Cleveland, la tasa de casos de fibrosis quística en niños en los Estados Unidos es:

  • 1 en 3,500 niños blancos
  • 1 en 17,000 niños negros
  • 1 de cada 31,000 niños de Asia decente

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¿Cuáles son los síntomas de la fibrosis quística?

Los síntomas de fibrosis quística pueden variar de persona a persona. Ellos también van y vienen. Los síntomas pueden estar relacionados con la gravedad de su afección, así como con la edad de su diagnóstico.

Los síntomas de la fibrosis quística incluyen:

  • Problemas del sistema respiratorio, tales como:
    • toser
    • sibilancias
    • estar sin aliento
    • incapacidad para hacer ejercicio
    • infecciones pulmonares frecuentes
    • nariz congestionada con pasajes nasales inflamados
    • Problemas del sistema digestivo, incluyendo:
      • heces grasosas o con mal olor
      • incapacidad para ganar peso o crecer
      • bloqueo intestinal
      • estreñimiento
      • infertilidad, especialmente en varones
      • sudor más salado que lo normal
      • paliza de tus pies y dedos de los pies
      • osteoporosis y diabetes en adultos

Debido a que los síntomas varían, es posible que no identifique la fibrosis quística como la causa. Discuta sus síntomas con su médico de inmediato para determinar si debe hacerse una prueba de fibrosis quística.

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¿Cómo se diagnostica la fibrosis quística?

La fibrosis quística se diagnostica con mayor frecuencia en recién nacidos y bebés. El examen de fibrosis quística en recién nacidos ahora es requerido por todos los estados en los Estados Unidos. Las primeras pruebas y el diagnóstico pueden mejorar su pronóstico. Sin embargo, algunas personas nunca recibieron pruebas tempranas de fibrosis quística. Esto puede resultar en un diagnóstico como niño, adolescente o adulto.

Para diagnosticar la fibrosis quística, su médico realizará una variedad de pruebas, que pueden incluir:

  • Detección de niveles altos de la sustancia química de tripsinógeno inmunorreactiva, que proviene del páncreas
  • pruebas de sudor
  • análisis de sangre que examinan su ADN
  • Radiografías del tórax o de los senos paranasales.
  • pruebas de función pulmonar
  • Cultivos de esputo para buscar ciertas bacterias en su saliva.

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¿Cómo manejo la fibrosis quística?

Dependiendo de la severidad de su condición, pueden ocurrir brotes de fibrosis quística. Afectan comúnmente a los pulmones. Los brotes se producen cuando sus síntomas parecen empeorar. Sus síntomas también pueden ser más graves a medida que avanza la enfermedad.

Para ayudar a controlar los brotes y evitar que sus síntomas empeoren, debe seguir un plan de tratamiento estricto para la fibrosis quística. Hable con su médico para averiguar cuál es el mejor tratamiento para usted.

Si bien la enfermedad no tiene cura, algunos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a mantener a raya sus síntomas y mejorar su calidad de vida. Las formas efectivas de controlar sus síntomas de fibrosis quística pueden incluir:

  • despejando las vías respiratorias
  • usando ciertos medicamentos inhalables
  • tomando suplementos pancreáticos
  • ir a fisioterapia
  • comer una dieta adecuada
  • haciendo ejercicio

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panorama

La fibrosis quística es una condición genética, por lo que no es contagiosa. Actualmente no tiene cura. Puede causar una variedad de síntomas, que probablemente empeorarán con el tiempo.

Sin embargo, la investigación y los tratamientos para la fibrosis quística han mejorado enormemente en las últimas décadas. Hoy en día, las personas con fibrosis quística pueden vivir hasta los 30 años o más. La Fundación de Fibrosis Quística afirma que más de la mitad de las personas con fibrosis quística tienen 18 años o más.

Más estudios sobre la fibrosis quística deberían ayudar a los investigadores a encontrar tratamientos mejores y más efectivos para esta condición grave. Mientras tanto, trabaje con su médico en un plan de tratamiento que pueda mejorar su vida diaria.