Detener la metformina ¿Cuándo está bien?

¿Qué es la metformina?

El medicamento más común en el mundo para tratar la diabetes es la metformina (Glumetza, Riomet, Glucophage, Fortamet). Puede ayudar a controlar el alto nivel de azúcar en la sangre en personas con diabetes tipo 2. Está disponible en forma de tableta o un líquido transparente que se toma por vía oral con las comidas.

Si está tomando metformina para el tratamiento de la diabetes tipo 2, es posible que deje de tomarla. En su lugar, es posible que pueda controlar su afección realizando ciertos cambios en el estilo de vida, como perder peso y hacer más ejercicio.

Siga leyendo para obtener más información sobre la metformina y sobre si es posible o no dejar de tomarla. Antes de dejar de tomar metformina, hable con su médico para ver si este es el paso correcto para controlar su diabetes.

¿Cómo funciona la metformina?

La metformina no trata la causa subyacente de la diabetes. Trata los síntomas de la diabetes bajando el azúcar en la sangre o la glucosa de tres maneras:

  • Disminuye la producción hepática de glucosa.
  • Disminuye la absorción de glucosa del intestino.
  • Mejora la sensibilidad a la insulina en los tejidos periféricos, aumentando la captación de tejidos y el uso de glucosa.

La metformina ayuda con otras cosas además de mejorar el azúcar en la sangre. Éstos incluyen:

  • bajar los lípidos, lo que resulta en una disminución en los niveles de triglicéridos en la sangre
  • disminuyendo? malo? Colesterol o lipoproteína de baja densidad (LDL)
  • aumentando? bueno? Colesterol o lipoproteína de alta densidad (HDL)
  • posiblemente reduciendo su apetito, lo que puede resultar en una modesta pérdida de peso

Efectos secundarios y riesgos de la metformina.

Debido a sus posibles riesgos y efectos secundarios, la metformina no es segura para todos. No se recomienda si tiene un historial de cualquiera de los siguientes:

  • abuso de alcohol
  • enfermedad del higado
  • problemas renales
  • ciertos problemas del corazón

Si actualmente está tomando metformina y ha experimentado algunos efectos secundarios desagradables, es posible que esté buscando opciones de tratamiento alternativas.

Los efectos secundarios más comunes

Los efectos secundarios más comunes son problemas digestivos y pueden incluir:

  • Diarrea
  • vomitar
  • náusea
  • acidez
  • calambres abdominales
  • gas (flatulencia)
  • sabor metálico
  • dolor de cabeza
  • pérdida de apetito

Otros efectos secundarios

En algunos casos, la metformina conduce a una mala absorción de la vitamina B-12. Eso puede llevar a una deficiencia de vitamina B-12, aunque esto solo ocurre después del uso prolongado de este medicamento. Como medida de precaución, los médicos revisarán los niveles de B-12 de sus pacientes que toman metformina cada uno o dos años.

Tomar metformina también puede llevar a la pérdida de apetito, lo que puede causar una pequeña cantidad de pérdida de peso. Pero tomar este medicamento no conducirá al aumento de peso.

También hay algunos otros efectos secundarios que puede encontrar:

Hipoglucemia

La hipoglucemia, o un bajo nivel de azúcar en la sangre, puede ocurrir debido a que la metformina reduce el azúcar en la sangre. Es importante controlar su azúcar en la sangre con regularidad para que su médico pueda ajustar su dosis según sus niveles de azúcar en la sangre. La hipoglucemia debida a la metformina es un efecto secundario poco frecuente.

Es más probable que ocurra un nivel bajo de azúcar en la sangre si toma metformina junto con otros medicamentos para la diabetes o insulina.

Acidosis láctica

La metformina puede causar una afección potencialmente mortal llamada acidosis láctica. Las personas que tienen acidosis láctica tienen una acumulación de una sustancia llamada ácido láctico en la sangre y no deben tomar metformina.

Esta condición es muy peligrosa y muchas veces fatal. Pero este es un efecto secundario raro y afecta solo a 1 de cada 100,000 personas que toman metformina.

¿Cuándo está bien dejar de tomar metformina?

La metformina puede ser una parte importante de un plan eficaz de tratamiento de la diabetes. Pero reducir la dosis de metformina o detenerla por completo es seguro en algunos casos.

Si desea dejar de tomar medicamentos para la diabetes, hable con su médico o educador en diabetes sobre los pasos que debe seguir para hacerlo.

Todos los que tienen diabetes pueden beneficiarse de cambiar ciertos hábitos de estilo de vida, incluso aquellos que toman medicamentos.

Perder peso, comer mejor y hacer ejercicio son las mejores maneras de ayudar a reducir la glucosa en la sangre y la HbA1c. Si puede controlar estas medidas a través de dichos cambios en el estilo de vida, es posible que pueda dejar de tomar metformina u otros medicamentos para la diabetes.

Por lo general, debe cumplir con los siguientes criterios antes de que pueda dejar de tomar medicamentos para la diabetes:

  • Su hemoglobina A1c es inferior al 7 por ciento.
  • Su glucosa en la mañana en ayunas es inferior a 130 miligramos por decilitro (mg / dL).
  • Su nivel de glucosa en sangre aleatorio o posprandial (después de las comidas) está por debajo de 180 mg / dL.

Es peligroso dejar de tomar metformina si no cumple con estos criterios. Por lo tanto, es importante hablar con su médico antes de cambiar su plan de metformina.

Lo que puedes hacer

La metformina puede ayudarlo a prevenir complicaciones de salud a largo plazo debido a la diabetes tipo 2. Pero es posible que pueda dejar de tomarlo si su médico cree que puede mantener su nivel de azúcar en la sangre sin este medicamento.

Es posible que pueda bajar y controlar con éxito su azúcar en la sangre sin medicamentos haciendo cambios en el estilo de vida como los siguientes:

  • Perder peso corporal.
  • Hacer mas ejercicio.
  • Reducir la ingesta de hidratos de carbono.
  • Modifique su dieta para incluir carbohidratos de bajo índice glucémico.
  • Deje de fumar si fuma, y ​​deje de consumir tabaco en cualquier forma.
  • O bebe menos alcohol o deja de beberlo por completo.

Además, es importante obtener apoyo. Un dietista registrado, un entrenador personal o un grupo de compañeros puede mejorar sus posibilidades de mantener estos hábitos saludables.