Si usted o alguien que conoce está tratando de reducir su colesterol, ha oído hablar de las estatinas. Son un tipo de medicamento recetado que reduce el colesterol en la sangre.
Las estatinas reducen la producción de colesterol por el hígado. Esto puede evitar que se acumule más colesterol en el interior de las arterias, lo que podría provocar un ataque cardíaco o un derrame cerebral. Un estudio que involucró a tres hospitales encontró que las estatinas parecen funcionar mejor para las personas que tienen una predisposición genética a los ataques cardíacos.
Al igual que con muchas personas que toman medicamentos recetados, algunas personas que usan estatinas experimentan efectos secundarios. Cerca de 25 millones de estadounidenses toman estatinas. Entre el 5 y el 18 por ciento de estas personas reportan dolor en los músculos, un efecto secundario común. Las estatinas son más propensas a causar dolor muscular cuando se toman en dosis altas o cuando se toman en combinación con ciertos medicamentos.
Otros efectos secundarios reportados de las estatinas incluyen problemas hepáticos o digestivos, niveles altos de azúcar en la sangre, diabetes tipo 2 y problemas de memoria. La Clínica Mayo sugiere que algunas personas tienen más probabilidades que otras de sufrir estos efectos. Los grupos de alto riesgo incluyen mujeres, personas mayores de 65 años, personas con enfermedad hepática o renal y quienes beben más de dos bebidas alcohólicas al día.
El dolor en las articulaciones se considera un efecto secundario menor del uso de estatinas, aunque si usted lo sufre, puede que no le parezca menor.
Hay poca investigación reciente sobre las estatinas y el dolor articular. Un estudio de caso sugirió que las estatinas que se disuelven en las grasas, llamadas estatinas lipofílicas, tienen una mayor probabilidad de causar dolor en las articulaciones, pero se necesita más investigación.
Si bien el dolor muscular y el dolor articular son problemas claramente separados, si está tomando estatinas y experimenta dolores, podría valer la pena considerar exactamente dónde está el dolor. Según la FDA, algunos medicamentos interactúan con las estatinas para aumentar la cantidad de estatinas en el torrente sanguíneo. Esto es cierto también para la toronja y el jugo de toronja. En casos muy raros, puede ocurrir rabdomiólisis, una condición potencialmente fatal. La gran mayoría de las personas que usan estatinas no tendrán que preocuparse por esta condición, pero debe hablar sobre cualquier dolor o molestia con su médico.
Se ha demostrado que las estatinas ayudan a prevenir un ataque cardíaco y un derrame cerebral, especialmente en los casos en que esos problemas de salud se heredan. Pero las estatinas no son la única forma de reducir el colesterol. Los cambios simples en su dieta y un aumento en el ejercicio pueden marcar la diferencia.
Si está considerando las estatinas, también piense en perder peso y comer de manera más saludable. Comer más productos y menos carne y reemplazar los carbohidratos simples por otros complejos puede reducir su colesterol.
El ejercicio de cuatro o más días a la semana durante más de 30 minutos a la vez también puede tener un efecto positivo. Las estatinas han sido un importante desarrollo de la salud, pero no son la única forma de disminuir las probabilidades de sufrir un ataque cardíaco o un derrame cerebral.