La fosfatidilcolina (PC) es un fosfolípido unido a una partícula de colina. Los fosfolípidos contienen ácidos grasos, glicerol y fósforo.
Aunque la PC se usa tradicionalmente para apoyar la salud del cerebro, también puede apoyar la función hepática y mantener los niveles de colesterol controlados. Siga leyendo para conocer lo que dice la investigación sobre los beneficios de este suplemento nutricional.
Según un estudio realizado en 1995 en ratones con demencia, la suplementación con PC puede aumentar el neurotransmisor acetilcolina en el cerebro. También puede mejorar la memoria. El estudio encontró que los ratones sin demencia no tenían aumento de memoria, a pesar del aumento en los niveles de acetilcolina.
La investigación ha continuado, y un estudio de 2017 encontró que los niveles de fosfatidilcolina están directamente relacionados con la enfermedad de Alzheimer.
Se sabe que una dieta alta en grasas afecta negativamente al hígado. Puede causar hepatopatía grasa no alcohólica o cirrosis hepática. Según un estudio de 2010, la PC ayudó a reducir los lípidos que pueden conducir a un hígado graso (lípidos hepáticos) en ratones alimentados con una dieta alta en grasas.
Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), pueden causar efectos secundarios gastrointestinales graves con el uso prolongado. Esto incluye dolor de estómago, sangrado gástrico y perforación intestinal.
Según un estudio de 2012, el uso prolongado de AINE puede interrumpir una capa de fosfolípidos del tracto gastrointestinal. Esto puede causar lesiones gastrointestinales. La investigación ha demostrado que la PC puede ayudar a prevenir el daño gastrointestinal relacionado con los AINE.
La lipólisis es la descomposición de las grasas en el cuerpo. Demasiada grasa puede causar la formación de lipomas. Los lipomas son tumores grasos benignos, dolorosos. La mayoría se extirpan quirúrgicamente.
Según un estudio de 2014, inyectar PC en un lipoma puede matar sus células grasas y reducir su tamaño. Se necesita más estudio para determinar la seguridad a largo plazo de este tratamiento.
Según un estudio de 2003, la suplementación con PC redujo la formación de cálculos biliares de colesterol en ratones alimentados con una dieta alta en colesterol. El estudio encontró que cuando los niveles de PC aumentaban, los niveles de saturación de colesterol disminuían.
Hay muchas marcas de PC para elegir, pero no todas son iguales. Debido a que los suplementos no están bien regulados, puede ser difícil saber si está obteniendo un producto de alta calidad.
No hay una recomendación de dosis estandarizada para PC para la mayoría de las condiciones. Una dosis común es de 840 miligramos hasta dos veces al día, pero siempre debe respetar la dosis proporcionada en el producto. Su médico también puede ayudarlo a determinar una dosis segura para usted.
Para reducir el riesgo de efectos secundarios, comience con la dosis más baja posible y vaya aumentando gradualmente hasta alcanzar una dosis completa. Asegúrese de seguir las instrucciones del fabricante o las instrucciones de su médico.
La inyección de PC directamente en un tumor graso puede causar una inflamación severa o fibrosis. También puede causar:
Tomar PC con un inhibidor de la AChE, como donepezil (Aricept) o tacrina (Cognex), puede aumentar los niveles de acetilcolina en el cuerpo. Esto puede causar efectos secundarios colinérgicos, incluyendo:
No se ha demostrado que la PC sea segura para las mujeres embarazadas o que están amamantando, por lo que no se recomienda.
La PC ayuda a soportar muchas de las funciones de su cuerpo, desde el metabolismo de las grasas hasta el mantenimiento de la estructura celular. Puede obtener suficiente cantidad de alimentos como los huevos, la carne roja y los cereales integrales, y las fuentes de alimentos son la mejor opción. Los suplementos son la segunda opción. Elija su marca después de investigar la reputación y la calidad, ya que los suplementos no están regulados por la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos.
Si desea agregar PC a su rutina, hable con su médico. Lo pueden guiar a través de sus riesgos y beneficios individuales, así como responder cualquier pregunta que pueda tener.