El sexo es un tema del que muchas personas quieren hablar, pero pocos quieren reconocer si se convierte en un problema. Muchas mujeres enfrentan desafíos en lo que suele ser el primer paso en la intimidad sexual, que es el deseo sexual o el deseo sexual.
Las mujeres con bajo deseo sexual tienen un interés sexual reducido y pocas fantasías o pensamientos sexuales. Si experimenta esto, es posible que no desee tener relaciones sexuales con su pareja o devolver los avances de su pareja. Como resultado, no puedes ser una pareja activa en la intimidad sexual, por mucho que lo intentes.
El bajo deseo sexual afecta a ambas personas en una relación. Puede sentirse ansioso porque desea aumentar su deseo sexual. Pero al mismo tiempo, no sientes las emociones o el anhelo físico. Mientras cuida de su pareja, es posible que no pueda cumplir con la parte sexual de la relación.
El deseo sexual bajo también puede afectar a su pareja. Pueden verse a sí mismos como indeseables y carentes de realización sexual. Esto puede llevar a dificultades en la relación.
Hay varios pasos que usted y su pareja pueden tomar antes de que aparezcan estas dificultades.
Muchas mujeres con poco deseo sexual se sorprenden al descubrir qué tan común es la condición. De acuerdo con The North American Menopause Society, aproximadamente el 5.4 al 13.6 por ciento de las mujeres en los Estados Unidos tienen el trastorno del deseo sexual hipoactivo (HSDD, por sus siglas en inglés), ahora conocido como trastorno de interés / excitación sexual femenina. Esta condición hace que las mujeres experimenten un bajo deseo sexual que afecta su relación o calidad de vida. La condición puede ocurrir tanto en mujeres premenopáusicas como en mujeres menopáusicas.
No tienes que hacer que vivir con poco deseo sexual sea tu nueva norma. La condición es tratable. En 2015, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) aprobó un medicamento para el HSDD. Flibanserin (Addyi) trata a las mujeres premenopáusicas con este trastorno. Sin embargo, la droga no es para todos. Los efectos secundarios incluyen hipotensión (presión arterial baja), desmayos y mareos.
Otros tratamientos médicos, como el estrógeno tópico, también pueden mejorar su deseo sexual.
Otra opción es la terapia individual o de pareja. Esto puede ayudar a mejorar la comunicación dentro de una relación. A su vez, esto puede fortalecer los vínculos sexuales y provocar el deseo.
Ha habido muchos avances en la investigación e información sobre el HSDD y otras afecciones relacionadas con el bajo deseo sexual. Si experimenta bajo deseo sexual, hable con su médico. Este podría ser su médico de cabecera, ginecólogo o profesional de salud mental. Cada uno de estos expertos puede buscar posibles causas subyacentes relacionadas con el bajo deseo sexual. También pueden recomendar tratamientos para mejorar el deseo sexual.
No hay razón para sentirse avergonzado, avergonzado o incluso inseguro de hablar con su médico. La salud sexual está ligada a la salud mental y física. Los impactos de una relación tensa y una menor calidad de vida pueden extenderse a su salud en general. Trate de no descuidar o dejar de lado sus emociones relacionadas con el sexo.
La comunicación entre parejas sexuales es vital. La comunicación es especialmente importante para lograr resultados exitosos cuando se trata el HSDD. Según una encuesta del Centro Nacional de Recursos de Salud para Mujeres sobre los impactos del bajo deseo sexual en una relación:
Si bien HSDD y el deseo sexual bajo pueden impactar una relación, puede tomar medidas para comunicarse mejor y mejorar la intimidad. Algunas sugerencias incluyen:
El deseo sexual mejorado puede no ocurrir de la noche a la mañana, pero no es imposible. Es importante que usted y su pareja se comprometan a probar cosas nuevas. Además, apoyarse mutuamente a través del tratamiento. Juntos y con el tiempo, el bajo deseo sexual puede mejorar.