Ureaplasma es un grupo de bacterias diminutas que habitan el tracto respiratorio y urogenital (urinario y reproductor). Pertenecen a una clase de células bacterianas llamadas mycoplasma. Estos son los organismos de vida libre más pequeños del mundo. Son tan pequeños que no pueden verse a través de un microscopio.
Ureaplasma es una parte normal del microbioma humano. Los microbiomas son los billones de células diminutas que viven en y sobre el cuerpo humano. Estos diminutos organismos lo ayudan a digerir los alimentos, combatir infecciones y mantener la salud reproductiva.
A veces, sin embargo, las bacterias típicamente inofensivas invaden los tejidos sanos y se replican. Esto crea una colonia de bacterias que pueden conducir a la infección.
Ureaplasma se ha asociado con una variedad de problemas médicos, como la vaginosis bacteriana y las complicaciones del embarazo. Las infecciones por uroplasma parecen estar asociadas con un mayor riesgo de algunos problemas, pero no la causa directa. Sin embargo, la investigación no es concluyente.
Ureaplasma se transmite típicamente a través del contacto sexual. Es muy común entre los adultos sexualmente activos. Puede entrar en el cuerpo a través de la vagina o la uretra.
Ureaplasma también puede transmitirse de madre a hijo. La infección generalmente desaparece en unos pocos meses. Es raro entre niños y adultos sexualmente inactivos.
Las personas con un sistema inmunitario debilitado tienen el mayor riesgo de infección por ureaplasma. Esto incluye a las personas que son VIH positivas y las personas que han recibido un trasplante de órganos.
La mayoría de las personas con una infección por ureaplasma no experimentan ningún síntoma. Ureaplasma es una posible causa de inflamación en la uretra. Esto se llama uretritis. Tanto los hombres como las mujeres pueden experimentar los siguientes síntomas de uretritis:
Ureaplasma es también una posible causa de vaginosis bacteriana. Los síntomas pueden incluir:
Ureaplasma también puede aumentar su riesgo de otras afecciones, como:
Los médicos estudiaron la presencia de ureaplasmas en parejas infértiles a lo largo de los años 70 y 80, pero los resultados en su mayoría no fueron concluyentes. Se ha hecho poca investigación desde entonces.
Ureaplasma parece desempeñar un papel en el riesgo de parto prematuro. Es importante entender que el ureaplasma no causa un parto prematuro. Es solo una parte de una serie compleja de eventos.
La inflamación en los tejidos reproductivos es una causa común de parto prematuro. Muchas cosas pueden provocar inflamación, incluidas infecciones bacterianas en el saco amniótico, el cuello uterino y la vagina. Los médicos están investigando el ureaplasma como un posible factor contribuyente a la inflamación.
Ureaplasma puede jugar un papel en las siguientes complicaciones del embarazo:
La presencia de ureaplasma también se ha asociado con un mayor riesgo de endometriosis posparto, que es la inflamación del útero. Sin embargo, no hay una relación definitiva.
La mayoría de los médicos normalmente no realizan pruebas de ureaplasma. Si experimenta síntomas y se han descartado todos los demás problemas, los médicos pueden tomar una muestra para enviarla a un laboratorio. Pueden usar cualquiera de las siguientes pruebas para ayudar a diagnosticar el ureaplasma:
El tratamiento generalmente implica un curso de antibióticos. Los antibióticos preferidos para una infección por ureaplasma son azitromicina (Zithromax) o doxiciclina (Acticlate, Doryx, Vibra-Tabs). Si no responde al tratamiento, su médico puede recetarle eritromicina o fluoroquinolonas.
La única forma de prevenir una infección por ureaplasma es la abstinencia. Practicar relaciones sexuales seguras reducirá significativamente el riesgo de infección por ureaplasma y otras enfermedades de transmisión sexual (ETS).
El control de la natalidad no previene las ETS. Tendrá que usar métodos de barrera como condones y diques para prevenir infecciones.
Muchas personas tienen ureaplasma como parte normal de su microbioma. La presencia de ureaplasma no debería ser un gran problema a menos que esté embarazada.
Los médicos aún no han acordado si las mujeres embarazadas deben ser examinadas y tratadas por infecciones de ureaplasma. Si le preocupan las complicaciones del embarazo, hable con su médico acerca de sus opciones.