La artritis reumatoide (AR) afecta más comúnmente las articulaciones periféricas, como las de las manos, muñecas, pies, codos, tobillos y caderas. Las personas con este trastorno inmunológico a menudo también experimentan dolor de espalda.
Si tiene AR, el dolor de espalda puede deberse a que el sistema inmunológico de su cuerpo ataque el revestimiento sinovial de las articulaciones pequeñas de su columna vertebral. En casos avanzados, esto puede incluso llevar a la compresión de la médula espinal y las raíces nerviosas. Cuando esto sucede, puede experimentar un dolor moderado a intenso.
Continúe leyendo para conocer los tratamientos a corto plazo para el dolor de espalda y los pasos para el tratamiento del dolor de espalda a largo plazo.
Antes de buscar tratamientos para el dolor de espalda, debe saber si tiene dolor de espalda agudo o crónico.
El dolor de espalda agudo suele ser el resultado de forzar la espalda. Se puede tratar con medicamentos y generalmente mejorará con el tiempo. El ejercicio no es recomendable.
El dolor crónico de espalda es diferente. Es un problema a largo plazo causado por condiciones como la AR. Puede tratarse de varias maneras, y el ejercicio puede ser beneficioso.
Las compresas frías y calientes no pueden tratar las causas subyacentes del dolor de espalda, pero pueden ayudar a reducir el dolor y la rigidez que se siente durante un brote.
Use un paquete de calor para ayudar a mejorar el flujo de sangre y reducir los espasmos musculares. También puede ayudar a que su dolor sea más manejable.
Use una compresa fría para ayudar a reducir la inflamación de la AR. Las compresas frías pueden sentirse incómodas al principio, pero pueden adormecer el dolor.
La medicación puede ser una forma efectiva de controlar el dolor de espalda crónico. El tipo de medicamento que necesitará dependerá de qué tan intenso sea el dolor y con qué frecuencia lo experimente.
Una variedad de medicamentos puede aliviar el dolor e incluso retrasar la progresión de la AR:
Controlar su dolor es una parte importante de aprender a vivir con un problema crónico de espalda. Los analgésicos, o analgésicos, son una forma de aliviar el dolor de espalda. Los medicamentos de venta libre como la aspirina pueden ser suficientes para controlar el dolor leve.
Su médico puede recetarle medicamentos más fuertes para aliviar el dolor, si lo necesita. Sin embargo, los medicamentos narcóticos como la oxicodona (Roxycodone, Oxaydo) deben usarse con precaución para las enfermedades crónicas para evitar el riesgo de dependencia. Hay otros medicamentos que pueden tratar tanto su dolor como la inflamación subyacente.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) pueden aliviar el dolor y la inflamación. Los tratamientos antiinflamatorios son útiles porque reducen la hinchazón. Esto facilita la presión en la espalda y ayuda a facilitar el movimiento.
El ibuprofeno (Advil, Motrin IB) y el naproxeno (EC-Naprosyn) son dos AINE que a menudo se recetan. Los AINE pueden causar efectos secundarios, como sangrado estomacal. Su médico podrá ayudarlo a decidir si los AINE son adecuados para usted según su historial médico.
Los medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés) se recetan para ayudar a aliviar el dolor y disminuir la progresión de la AR. Pueden ayudar a detener futuros brotes de dolor. Un DMARD comúnmente recetado es el metotrexato.
Los DMARD funcionan al bloquear los químicos que se liberan cuando los anticuerpos atacan el tejido de la articulación. Esto evita daños adicionales a tus huesos y cartílago.
Los DMARD pueden causar muchos efectos secundarios, como:
Su médico puede ayudarlo a controlar estos efectos secundarios si ocurren.
Una inyección espinal puede ser una forma rápida de aliviar el dolor crónico de espalda. Por lo general, significa inyectar un corticosteroide o anestésico en la región nerviosa afectada por la inflamación de la AR.
Los efectos de una inyección espinal pueden durar semanas o incluso meses. Los corticosteroides pueden causar otros problemas de salud como aumento de peso y osteoporosis. Por esta razón, su médico puede sugerirle que espere varios meses para su próxima inyección.
La cirugía suele ser un último recurso para el tratamiento del dolor de espalda. Aún así, puede ser muy eficaz para ayudar a aliviar el dolor de espalda crónico.
Por ejemplo, su médico puede recomendar una fusión? procedimiento: implica cortar la articulación enferma y unir las vértebras, disminuyendo la movilidad. En algunos casos, esto aliviará el dolor en esa área.
El realineamiento y estabilización de su columna vertebral para aliviar la presión sobre los nervios de su columna vertebral es otro enfoque. Esto puede disminuir el dolor e incluso mejorar la movilidad.
Una gama de terapias puede ayudar a respaldar su tratamiento para el dolor de espalda.Por ejemplo, la fisioterapia podría mejorar su flexibilidad y fuerza muscular.
La terapia ocupacional también podría ser útil. Este tipo de terapia te enseña estrategias de protección de las articulaciones. Un ejemplo podría ser cómo recoger y transportar objetos sin causar dolor de espalda.
La terapia quiropráctica generalmente no se recomienda para personas con AR que experimentan dolor de espalda.
El ejercicio adecuado puede ayudar a aliviar la presión sobre su espalda y mantener las articulaciones flexibles si está experimentando dolor de espalda crónico debido a la AR. El ejercicio también ayuda a mantener la salud general del cuerpo.
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel recomienda ejercicios como caminar y estirarse para evitar el dolor de espalda. Las actividades como el tai chi y los ejercicios acuáticos como la natación o los aeróbicos acuáticos también pueden ser útiles.
Siempre consulte a un médico antes de comenzar cualquier programa de ejercicios para el dolor de espalda.
Si tiene RA y cree que tiene dolor de espalda crónico, busque el consejo de su médico. Podrán ayudarlo a encontrar el tratamiento adecuado para su afección particular, ya sea que se trate de soluciones a corto plazo, como bolsas de hielo y medicamentos, o estrategias para el manejo del dolor a largo plazo, como fisioterapia o un plan de ejercicios adecuado.