La tibia, o espinilla, es el más grande de los dos huesos en la parte inferior de la pierna. Es uno de los huesos más fracturados en el cuerpo.
Los síntomas de una fractura en la tibia pueden variar desde moretones hasta dolor intenso en la parte inferior de la pierna, según el grado de su lesión. Para diagnosticar este tipo de lesión, su médico le realizará un examen físico y puede realizar algunas pruebas para obtener una imagen de la fractura de tibia.
Dependiendo del tipo de fractura de tibia que tenga, su médico puede recomendar una cirugía. El tiempo de recuperación también depende de la gravedad de la fractura y puede tardar de cuatro a seis meses en recuperarse.
Sus síntomas variarán según la gravedad de la fractura. Los síntomas pueden incluir:
Cuando la tibia se fractura, el otro hueso en la parte inferior de la pierna, llamado el peroné, también suele verse afectado.
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Las razones más comunes para las fracturas de tibia son:
Algunas condiciones de salud también pueden afectar su fractura de tibia. Estos incluyen diabetes tipo 2 y afecciones óseas preexistentes como la osteoartritis.
Si sospecha que tiene una fractura de tibia, su médico puede remitirlo a un ortopedista. Este es un especialista que diagnostica y trata anomalías y lesiones en los huesos. Si también tiene problemas en los pies y los tobillos, puede ver a un médico llamado podólogo que se especializa en esas áreas.
Su médico primero le preguntará acerca de sus síntomas y un incidente específico que puede haber causado la fractura, como una caída o colisión. También revisarán su historial médico para ver si tiene algún factor de riesgo de fractura de tibia o alguna lesión previa. Luego realizarán un examen físico para buscar:
Luego, su médico realizará una serie de pruebas que verifican su fuerza muscular y si puede sentir sensación en la parte inferior de la pierna, el pie y el tobillo. También pueden ordenar las siguientes pruebas para obtener una imagen visual de la fractura:
Dependiendo de la extensión de su lesión, es posible que necesite una cirugía de emergencia. Las condiciones que requieren cirugía incluyen el hueso que penetra en la piel, múltiples huesos rotos o lesiones en una arteria o nervio importante.
Los médicos a menudo clasifican las fracturas de tibia en las siguientes categorías:
Tipo de fractura | Descripción |
fractura estable | Los extremos rotos de la tibia se alinean correctamente y permanecen en su lugar durante el proceso de curación. |
fractura transversal | La fractura es horizontal, y el hueso puede volverse inestable si el peroné también se rompe. |
fractura desplazada | La tibia se mueve fuera de lugar cuando se rompe. Los extremos rotos del hueso están separados y no se alinean. Este tipo de fractura es bastante grave y puede requerir cirugía para una recuperación completa. |
fractura oblicua | Las fracturas óseas forman un ángulo y son bastante estables. Puede desplazarse más con el tiempo, especialmente si el peroné también se rompe. |
fractura conminuta | El hueso se rompe en tres o más piezas separadas. Este es el tipo de fractura de tibia más inestable y grave. |
fractura espiral | A menudo causada por una fuerza de torsión, esta ruptura hace que aparezca una línea en espiral en el hueso y puede volverse inestable con el tiempo. |
Las fracturas de tibia también pueden estar cerradas o abiertas. Con fracturas cerradas, el hueso no se rompe a través de la piel. Los tejidos blandos internos, como los tendones y los vasos sanguíneos, pueden verse afectados por este tipo de rotura.
En fracturas abiertas, el hueso roto se rompe a través de la piel. Esto usualmente solo ocurre durante las malas caídas y accidentes de vehículos. Los ligamentos, músculos, tendones y otros tejidos blandos que rodean el sitio de la fractura corren el riesgo de lesiones. Su cuerpo está más expuesto a los gérmenes, lo que aumenta el riesgo de infección.
Su médico considerará varios factores al tratar una fractura de tibia, incluyendo:
El tratamiento no quirúrgico de una tibia fracturada incluye:
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Según un estudio publicado en la revista Injury, los investigadores están empezando a investigar un posible tratamiento no quirúrgico para las fracturas que involucran proteínas morfogenéticas óseas. La investigación para este tratamiento aún se encuentra en sus primeras etapas.
En ciertos casos, su médico puede recomendar cirugía. Esto es más probable si tiene una fractura abierta, una fractura conminuta o una inestabilidad extrema en el hueso o la extremidad. La cirugía también puede ser necesaria si una combinación de los tratamientos no quirúrgicos para las tibias fracturadas no funciona. Los siguientes procedimientos quirúrgicos son los más utilizados para tratar las fracturas de tibia:
Por lo general, estos métodos quirúrgicos van acompañados de fisioterapia, ejercicios en el hogar y medicamentos para el dolor. Pequeños riesgos están asociados con estas cirugías. Pídale a su médico que discuta estos riesgos con usted antes de su cirugía.
El tiempo de recuperación depende de la extensión y el tipo de fractura. Algunas fracturas del eje de la tibia tardan tan solo cuatro meses en sanar, mientras que los casos más extremos tardan un mínimo de seis meses en sanar. Su estado de salud general y la extensión de su fractura influirán en su tiempo de recuperación.
Las fracturas de tibia son dolorosas y frecuentes. La recuperación rara vez requiere más de 12 meses. Si sospecha que tiene una fractura de tibia, programe una cita con su médico de inmediato para que la evalúen o acuda a una sala de emergencias.