Los medicamentos orales son efectivos para reducir el azúcar en la sangre cuando la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar la diabetes tipo 2. Sin embargo, estos medicamentos no son perfectos, y no siempre funcionan a largo plazo. Incluso si ha estado tomando su medicamento tal como lo recetó su médico, es posible que no se sienta tan bien como debería.
Cuando su medicamento oral para la diabetes deje de funcionar, haga una cita con su médico. Querrán saber si algo en su rutina ha cambiado.
Muchos factores pueden afectar la eficacia de su medicamento, por ejemplo, el aumento de peso, los cambios en su dieta o nivel de actividad o una enfermedad reciente. Hacer algunos cambios en su dieta o hacer más ejercicio cada día podría ser suficiente para volver a controlar su azúcar en la sangre.
En ocasiones, es posible que su médico no pueda averiguar por qué su medicamento dejó de funcionar. Si el medicamento que ha estado tomando ya no es efectivo, deberá consultar otros medicamentos.
La metformina (Glucophage) suele ser el primer medicamento que tomará para controlar la diabetes tipo 2. Si deja de funcionar, el siguiente paso es agregar un segundo medicamento oral.
Es posible que necesite más de uno de estos medicamentos para lograr un buen control del azúcar en la sangre. Algunas píldoras combinan dos medicamentos para la diabetes en uno, como glipizida y metformina (Metaglip), y saxagliptina y metformina (Kombiglyze). Tomar una pastilla facilita la dosificación y reduce las probabilidades de que se olvide de tomar su medicamento.
Otra opción es agregar insulina a su medicamento para la diabetes oral o cambiar a insulina. Su médico podría recomendar una terapia con insulina si su nivel de A1C, que muestra el control de su nivel de azúcar en la sangre durante los últimos dos o tres meses, está muy lejos de su objetivo o si tiene síntomas de un nivel alto de azúcar en la sangre, como sed o fatiga.
La insulina viene en varias formas que se clasifican en función de la rapidez con la que funcionan, la hora punta y el tiempo que duran. Los tipos de acción rápida comienzan a trabajar rápidamente después de una comida y generalmente duran entre dos y cuatro horas. Los tipos de acción prolongada generalmente se toman una vez al día y se usan para controlar el azúcar en la sangre entre las comidas o durante la noche.
Cambiar a un nuevo medicamento no necesariamente corregirá sus niveles de azúcar en la sangre de inmediato. Es posible que deba ajustar la dosis o probar algunos medicamentos antes de que pueda controlar su diabetes.