El rotavirus es un tipo de infección que es más común en niños menores de 5 años. Es altamente contagioso y fácilmente transmisible. Aunque ocurre con más frecuencia en niños pequeños, los adultos también pueden contraer la infección, aunque generalmente es menos grave.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que antes de la introducción de la vacuna contra el rotavirus en 2006, la infección llevó a las siguientes estadísticas anuales en niños de 5 años o menos en los Estados Unidos:
El rotavirus no se trata con medicamentos. Por lo general, se resuelve por sí solo con el tiempo. Sin embargo, la deshidratación es una preocupación grave. Saber cuándo buscar intervención médica es esencial para prevenir complicaciones que ponen en peligro la vida.
Los síntomas del rotavirus tienden a ser más prominentes en los niños. Según la Clínica Mayo, los síntomas pueden comenzar dentro de los dos días posteriores a la exposición al rotavirus. El síntoma más común del rotavirus es la diarrea severa. Los niños también pueden experimentar:
La deshidratación es la mayor preocupación en los niños. Este grupo de edad es más vulnerable a una pérdida de electrolitos por vómitos y diarrea debido a que tienen pesos corporales más pequeños. Deberá vigilar cuidadosamente a su hijo para detectar síntomas de deshidratación, como:
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Los adultos también pueden experimentar algunos de los síntomas o rotavirus. Sin embargo, muchos adultos sanos los experimentan en menor grado. Es posible que algunos adultos infectados con rotavirus ni siquiera experimenten ningún síntoma.
Durante el curso de la infección, su hijo puede tener fiebre y vómito. La diarrea acuosa puede ocurrir entre tres y siete días después. La infección en sí puede durar 10 días en las heces después de que desaparezcan los síntomas.
Es posible que deba consultar a un médico si sus síntomas no mejoran en un día o si empeoran. El rotavirus se diagnostica a través de una muestra de heces en un laboratorio médico.
El rotavirus se transmite entre la mano y el contacto con la boca. Si toca a una persona u objeto que lleva el virus y luego se toca la boca, podría desarrollar la infección. Esto es más común al no lavarse las manos después de usar el inodoro o cambiar pañales.
Los bebés y los niños menores de 3 años tienen el mayor riesgo de infección por rotavirus. Estar en la guardería también aumenta su riesgo. Puede considerar tomar precauciones adicionales durante los meses de invierno y primavera, ya que se producen más infecciones en esta época del año.
El virus también puede permanecer en la superficie durante algunas semanas después de que una persona infectada los toque. Es por esto que es crucial desinfectar con frecuencia todas las superficies comunes de su hogar, especialmente si un miembro de su hogar tiene rotavirus.
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No hay medicamentos o tratamientos que hagan que el rotavirus desaparezca. Esto incluye medicamentos antivirales, medicamentos antidiarreicos de venta libre y antibióticos.
En términos de tratamiento, entonces, el objetivo es mantenerse hidratado y cómodo mientras el virus sale de su sistema. Aquí hay algunos consejos sobre qué hacer mientras tanto:
Debe llamar al 911 o buscar atención médica de emergencia si su hijo tiene:
La hospitalización solo es necesaria para las infecciones que han causado deshidratación severa. Este es especialmente el caso en los niños. Su médico le administrará líquidos por vía intravenosa (IV) para ayudar a prevenir complicaciones potencialmente mortales.
La vacuna contra el rotavirus se introdujo por primera vez en el mercado en 2006. Antes de este momento, era común que los niños pequeños tuvieran al menos un ataque de infección por rotavirus.
Puede ayudar a prevenir el rotavirus y sus complicaciones asegurándose de que su hijo se vacune. La vacuna viene en dos formas:
Ambas vacunas son orales, lo que significa que se administran por vía oral, no con una inyección.
No hay vacuna disponible para niños mayores y adultos. Esta es la razón por la que los profesionales de la salud recomiendan vacunarse contra el rotavirus para su hijo a una edad temprana mientras pueda.
Aunque la vacuna contra el rotavirus puede ayudar, ninguna vacuna es 100 por ciento efectiva para prevenir futuras infecciones. Puede hablar con su pediatra sobre los riesgos en comparación con los beneficios de este tipo de vacuna, y si es la mejor medida preventiva para su hijo. Los bebés con inmunodeficiencia combinada severa o intususcepción, o que ya están gravemente enfermos no deben recibir la vacuna.
Los efectos secundarios raros de la vacuna incluyen:
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La deshidratación severa es una complicación grave del rotavirus. También es la causa más común de muertes relacionadas con el rotavirus en todo el mundo. Los niños son los más susceptibles. Debe llamar a su pediatra si su hijo presenta algún síntoma de rotavirus para ayudar a prevenir complicaciones.
Las vacunas son la mejor manera de prevenir el rotavirus, especialmente en niños pequeños. También puede ayudar a prevenir la propagación de la infección lavándose las manos con frecuencia y especialmente antes de comer.