Trombosis de la vena renal (RVT)

¿Qué es la trombosis de la vena renal?

La trombosis venosa renal (RVT, por sus siglas en inglés) es un coágulo de sangre que se desarrolla en una o en ambas venas renales. Hay dos venas renales, izquierda y derecha, que son responsables de drenar la sangre agotada en oxígeno de los riñones.

La trombosis de la vena renal no es común y puede causar daños graves a los riñones y otras lesiones potencialmente mortales. Ocurre en adultos más frecuentemente que en niños.

Síntomas de trombosis de la vena renal

Los síntomas de un coágulo de sangre renal pequeño son mínimos, si los hay. Algunos de los síntomas más comunes son:

  • disminución de la producción de orina
  • dolor de espalda baja
  • orina sangrienta

Un coágulo de sangre en el pulmón también es un posible síntoma de casos más graves. Si una trombosis de la vena renal se rompe y viaja a los pulmones, puede causar dolor en el pecho que empeora con cada respiración.

Síntomas de la RVT en adolescentes

Es muy raro que los niños obtengan RVT, pero puede suceder. Los casos de RVT adolescente causan síntomas más repentinos. Primero, pueden experimentar dolor de espalda e incomodidad detrás de las costillas inferiores. Otros síntomas pueden incluir:

  • dolor en las caderas
  • disminución de orina
  • orina sangrienta
  • fiebre
  • náusea
  • vomitar

Factores de riesgo de RVT

Los coágulos de sangre a menudo aparecen repentinamente y no tienen una causa clara. Existen ciertos factores que podrían aumentar la probabilidad de desarrollar estos tipos de coágulos. Los factores de riesgo incluyen:

  • deshidratación, especialmente en el caso raro de RVT en bebés
  • anticonceptivos orales o terapia incrementada de estrógenos
  • tumores
  • Traumatismo o lesión en la espalda o abdomen.

Otras afecciones médicas también están asociadas con la trombosis de la vena renal, incluidos los trastornos hereditarios de la coagulación sanguínea. El síndrome nefrótico, un trastorno renal que causa que el cuerpo libere un exceso de proteína en la orina, puede provocar RVT en adultos. Es típicamente el resultado de un daño excesivo a los vasos sanguíneos en los riñones.

5 pruebas diagnósticas para trombosis de la vena renal

1. Análisis de orina

Se puede usar una prueba de orina llamada análisis de orina para identificar la causa subyacente de la RVT y detectar problemas renales. Si su análisis de orina muestra un exceso de proteínas en la orina o una presencia irregular de glóbulos rojos, es posible que tenga RVT.

2. Tomografía computarizada

Su médico puede usar esta prueba de imágenes no invasiva para tomar imágenes claras y detalladas del interior de su abdomen. Las tomografías computarizadas pueden ayudar a detectar sangre en la orina, masas o tumores, infecciones, cálculos renales y otras anomalías.

3. Ecografía Doppler.

Esta forma de imagen de ultrasonido puede producir imágenes del flujo sanguíneo y, en última instancia, puede ayudar a detectar la circulación irregular de sangre en la vena renal.

4. Venografía

Su médico tomará radiografías de las venas del riñón en una venografía. Esto implica usar un catéter para inyectar un tinte especial en las venas. El médico utilizará la radiografía para ver cómo fluye la sangre teñida. Si hay un coágulo de sangre o un bloqueo, se mostrará en la imagen.

5. MRI o MRA

La resonancia magnética (MRI) es una prueba que utiliza pulsos de ondas de radio para producir imágenes de los órganos y la estructura interna del cuerpo. Se utiliza principalmente para detectar tumores, hemorragias internas, infecciones y problemas arteriales.

Un angiograma de resonancia magnética (ARM), por otro lado, se utiliza para ver el interior de los vasos sanguíneos y las venas. Esta prueba puede ayudar a identificar y diagnosticar coágulos de sangre y detectar aneurismas.

Opciones de tratamiento de trombosis venosa renal

El tratamiento para la RVT depende de la gravedad del coágulo, incluido su tamaño y si hay coágulos en ambas venas renales. En algunos casos de pequeños coágulos sanguíneos, su médico puede recomendarle que descanse hasta que sus síntomas mejoren y el RVT desaparezca por sí solo.

Medicación

La forma más común de tratamiento es la medicación, que puede disolver los coágulos o evitar que se formen. Los anticoagulantes (anticoagulantes) están diseñados para prevenir los coágulos de sangre y pueden ser la forma más efectiva de prevenir nuevos coágulos. Los medicamentos trombolíticos también se pueden usar para disolver coágulos existentes. Algunos de estos medicamentos se distribuyen mediante un catéter insertado en la vena renal.

Diálisis

Si el RVT ha causado un daño renal extenso e insuficiencia renal, es posible que deba someterse a diálisis temporalmente. La diálisis es un tratamiento que se usa para ayudar a que las funciones renales vuelvan a la normalidad si dejan de funcionar de manera eficiente.

Cirugía

Si su RVT se agrava, es posible que deba someterse a una cirugía para eliminar los coágulos de la vena renal. En raras ocasiones, y solo si hay complicaciones, necesitará que le extirpen un riñón.

Prevención de la trombosis de la vena renal.

No hay un método de prevención específico para esta condición porque puede ser causado por una variedad de condiciones. Una de las cosas más simples que puede hacer es mantenerse hidratado y beber agua para reducir el riesgo de desarrollar coágulos de sangre.

Si tiene un trastorno de coagulación sanguínea y ya se le han recetado anticoagulantes, el mantenimiento de su plan de tratamiento también puede prevenir la RVT. Desviarse de un plan de tratamiento prescrito puede aumentar el riesgo de complicaciones.