Una mancha en los pulmones generalmente se refiere a un nódulo pulmonar. Este es un crecimiento pequeño y redondo en los pulmones que se muestra como una mancha blanca en las imágenes. Por lo general, estos nódulos son más pequeños que tres 3 centímetros (cm) de diámetro.
Si su médico ve un nódulo pulmonar en una radiografía de tórax o una tomografía computarizada, no se asuste. Los nódulos pulmonares son comunes y la mayoría son benignos o no cancerosos. Los nódulos se encuentran en hasta la mitad de todas las tomografías computarizadas de pulmón. Cuando un nódulo pulmonar es canceroso, la mancha o el crecimiento suele ser mayor de 3 cm o tiene otras características como una forma irregular.
Los nódulos pulmonares no causan síntomas. Es posible que tenga un nódulo en sus pulmones durante años y nunca lo sepa. Si una mancha en sus pulmones es cancerosa, puede tener síntomas relacionados con el tipo específico de cáncer. Por ejemplo, los crecimientos causados por el cáncer de pulmón pueden causar tos persistente o dificultades para respirar.
Los nódulos pulmonares no cancerosos pueden desarrollarse a partir de afecciones que causan inflamación o tejido cicatrizado en los pulmones. Las posibles causas incluyen:
Menos del 5 por ciento de los nódulos pulmonares son malignos o cancerosos. El riesgo de cáncer aumenta cuando:
Un nódulo pulmonar se puede detectar por primera vez en una radiografía de tórax. Después de eso, es posible que necesite más pruebas para caracterizar mejor el nódulo para ayudar a determinar si es benigno o canceroso.
Su médico puede solicitar información sobre su historial médico y su historial de tabaquismo. Además, su médico necesita saber si ha estado expuesto al humo de segunda mano o productos químicos ambientales.
El primer paso del proceso es examinar el tamaño y la forma del nódulo. Cuanto más grande es el nódulo y más irregular es la forma, mayor es el riesgo de que sea canceroso.
Una tomografía computarizada puede proporcionar una imagen clara del nódulo y brindar más información sobre la forma, el tamaño y la ubicación. Si los resultados de una tomografía computarizada revelan que un nódulo es pequeño y suave, su médico puede monitorear el nódulo con el tiempo para ver si cambia de tamaño o forma. Tendrá que repetir la tomografía computarizada varias veces a intervalos regulares. Si el nódulo no crece o cambia durante un período de dos años, es poco probable que sea cáncer.
Además de una tomografía computarizada, su médico puede realizar una prueba cutánea de tuberculina para detectar tuberculosis o extraer su sangre para descartar otras causas.
Si su médico cree que un nódulo pulmonar es canceroso, pueden ordenar más pruebas. Las pruebas de diagnóstico utilizadas para confirmar o descartar el cáncer incluyen:
Tomografía por emisión de positrones (TEP): Estas pruebas utilizan moléculas de glucosa radiactivas para determinar si las células que forman el nódulo se están dividiendo rápidamente.
Biopsia: Su médico puede ordenar una biopsia, especialmente si los resultados de la exploración PET no son concluyentes. Durante este procedimiento, se extrae una muestra de tejido del nódulo. Luego se examina para detectar células cancerosas usando un microscopio.
A veces, esto se hace mediante una biopsia con aguja que se inserta cerca del borde de su pulmón a través de la pared torácica. Otra opción es una broncoscopia en la que su médico inserta un endoscopio a través de la boca o la nariz y lo pasa a través de las vías respiratorias grandes para recoger las células.
Si un nódulo pulmonar es canceroso, su médico determinará el mejor curso de tratamiento según la etapa y el tipo de cáncer. Las opciones de tratamiento pueden incluir radiación o quimioterapia para matar y prevenir la propagación de células cancerosas, o cirugía para extirpar el tumor.
En la mayoría de los casos, su médico puede decir con seguridad que el nódulo no es cáncer si no aumenta de tamaño y permanece pequeño durante un período de dos años. En ese momento, no hay necesidad de más pruebas.
Si el nódulo es canceroso y solo hay uno, es probable que aún esté en las etapas iniciales cuando el tratamiento ofrece la mejor posibilidad de curación.
En algunos casos, un nódulo pulmonar canceroso representa una metástasis de un cáncer que comenzó en otra parte del cuerpo. Si ese es el caso, el tratamiento dependerá del cáncer original.
Otras causas de los nódulos pulmonares son infecciones, afecciones inflamatorias y tumores o quistes benignos. Si tiene alguna de estas afecciones subyacentes, su médico puede recomendar un tratamiento que dependerá de la afección subyacente.