El síndrome de taquicardia ortostática postural (POTS) es un término que se usa para describir un grupo de afecciones neurológicas que tienen síntomas similares. Las personas con POTS se sienten fatigadas o mareadas cuando se levantan de una posición sentada. La mayoría de las personas diagnosticadas con POTS experimentan palpitaciones cardíacas o un ritmo cardíaco significativamente mayor cuando se ponen de pie.
Cuando tiene estos síntomas después de estar de pie, se conoce como intolerancia ortostática (OI). Se estima que al menos 500,000 personas en los Estados Unidos experimentan OI, el principal síntoma de POTS.
Algunas fuentes dicen que la cantidad de personas con POTS es mucho mayor, estimando que hasta 3 millones de adolescentes y adultos lo experimentan. Algunas personas tienen síntomas que desaparecen completamente en 2 a 5 años, y otras tienen síntomas que aparecen y desaparecen a lo largo de su vida.
Las personas con POTS también experimentan diferentes grados de gravedad de los síntomas. Alrededor del 25 por ciento de ellos tienen síntomas que son tan severos que afectan su capacidad para realizar tareas domésticas o para participar en la fuerza laboral.
Siga leyendo para obtener más información sobre los síntomas, por qué se producen los POTS y cómo enfrentarlos.
Las personas que no tienen POTS pueden cambiar entre reclinarse, sentarse y pararse sin pensar mucho. El sistema nervioso autónomo (ANS, por sus siglas en inglés) toma el control y controla la forma en que la gravedad afecta al cuerpo según su posición, incluido el mecanismo que controla el equilibrio y el flujo sanguíneo. Su ritmo cardíaco debe ajustarse a 10 o 15 latidos por minuto (lpm) más alto cuando está de pie que cuando está sentado, y su presión arterial debe disminuir ligeramente.
Sin embargo, si tiene POTS, su cuerpo no envía las señales correctas a su cerebro y corazón cuando cambia de posición. Esto se traduce en un aumento de la frecuencia cardíaca de hasta 30 lpm más alta de lo normal. Esto puede hacer que sientas que necesitas sentarte o recostarte.
El enrojecimiento también puede ocurrir debido a la activación de ciertos químicos por las células inmunes en su cuerpo. Esto puede provocar dificultad para respirar, dolor de cabeza y sensación de mareo. Esta activación también puede causar náuseas, vómitos y diarrea. La sangre también puede acumularse en la parte inferior de las piernas y los pies, dándoles una apariencia hinchada o púrpura.
También puede experimentar:
La causa de los POTS no siempre es clara. Esto se debe a que la condición no se remonta a una causa raíz para cada persona que la tiene. Existe alguna evidencia de que ciertos genes pueden contribuir al desarrollo de POTS. La investigación realizada por la Clínica Mayo sugiere que en la mitad de los casos de POTS, la causa podría estar relacionada con la autoinmunidad.
Parece que los síntomas de POTS a menudo son desencadenados por eventos de la vida, como:
Estos eventos pueden cambiar la forma en que el ANS se comporta durante un período de tiempo.
Aunque los POTS pueden afectar a cualquier persona de cualquier edad, aproximadamente el 80 por ciento de los casos se diagnostican en mujeres de 15 a 50 años.
Si tiene síntomas de POTS, consulte a su médico. Le harán preguntas detalladas sobre:
También debe hablar con su médico sobre cualquier medicamento que tome. Ciertos medicamentos, como algunos medicamentos para la presión arterial, la depresión y la ansiedad, pueden interferir con su ANS y el control de la presión arterial.
Si su médico sospecha de POTS, lo observarán sentado, acostado y de pie. Registrarán su pulso y presión arterial después de cada cambio de posición y notarán qué síntomas experimenta.
Su médico también puede recomendar una prueba de mesa de inclinación. Como su nombre lo indica, esta prueba implica ser sujetada a una mesa mientras se mueve a diferentes ángulos y posiciones. Su médico también controlará sus signos vitales durante esta prueba.
Si se necesita una evaluación adicional, su médico puede referirlo a un neurólogo, cardiólogo o especialista que se centre en la conexión entre el cerebro y el corazón. A veces, POTS se diagnostica erróneamente como un trastorno de ansiedad o pánico, por lo que es importante que su médico entienda sus síntomas.
Si le diagnostican POTS, su médico trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento individualizado.
No hay un tratamiento o medicamento de talla única. Puede tomar un poco de prueba y error para determinar qué medicamento puede aliviar mejor sus síntomas.
La fludrocortisona (Florinef) y la midodrina (ProAmatine) se prescriben comúnmente para el manejo de POTS. Algunas personas también han usado bloqueadores beta e ISRS para tratar los POTS. A veces, su médico también puede sugerir tabletas de sal como parte de un régimen de tratamiento con receta.
Cambiar su dieta es a menudo parte del tratamiento para POTS. Al aumentar su consumo de agua y agregar más sodio a lo que come, puede aumentar el volumen de su sangre. Esto puede disminuir la severidad de sus síntomas.
Sin embargo, a la mayoría de las personas no se les recomienda consumir una dieta alta en sodio, así que hable con su médico sobre la cantidad de sodio que necesita.
Pruebe estos consejos de estilo de vida:
Si vive con POTS, una de las mejores cosas que puede hacer es identificar los puntos desencadenantes de sus síntomas. Mantenga un diario de sus síntomas.Puede ayudarlo a identificar mejor las cosas que podrían estar relacionadas con sus síntomas.
Por ejemplo, puede tener síntomas antes de su período. Tal vez la deshidratación agrava tus síntomas. Quizás las temperaturas más cálidas hacen que sea más probable que se sienta mareado o ansioso cuando se levanta.
Edúcate a ti mismo sobre lo que tu cuerpo necesita. Luego, puede ajustar su comportamiento adecuadamente y tratar mejor sus síntomas. Debe tratar de limitar los períodos de permanencia prolongada cuando sabe que sus POTS pueden activarse y considere llevar consigo una botella de agua en todo momento.
También es posible que desee hablar con un consejero u otro profesional de salud mental sobre cómo sus síntomas afectan su vida. Si le han diagnosticado POTS, es importante saber que sus síntomas son reales (no los está imaginando) y que no está solo.
En hasta el 90 por ciento de los casos tratados, los síntomas de POTS se vuelven mucho más manejables con el tiempo. A veces, los síntomas incluso desaparecen durante varios años. Los hombres que tienen POTS tienen más probabilidades de recuperarse por completo en comparación con las mujeres. Aunque no hay cura para los POTS, los tratamientos avanzan a través de la investigación.