El síndrome postrombótico (STP) es una afección a largo plazo que se produce como resultado de una trombosis venosa profunda (TVP). Las venas en nuestros brazos y piernas tienen pequeñas válvulas en el interior que aseguran que la sangre fluya correctamente hacia el corazón. Una TVP es una obstrucción o coágulo que obstruye la vena y puede hacer que las válvulas se dañen.
La causa principal de PTS es cuando las válvulas y paredes de las venas se dañan como resultado de una TVP. El diagnóstico y tratamiento oportunos de una TVP es necesario para evitar que ocurra este daño, ya que una vez que las válvulas y las paredes de la vena están dañadas, no pueden repararse.
Las válvulas de vena son necesarias para garantizar que la sangre fluya en dirección ascendente hacia el corazón. Son increíblemente frágiles y pueden dañarse fácilmente. Cuando las válvulas están dañadas, la sangre puede fluir de manera incorrecta. Esto se llama reflujo. Causa presión para acumularse en las venas en la parte inferior de nuestras piernas, lo que provoca inflamación y malestar.
Eventualmente, esto puede causar daño a la piel de la pierna. Se seca alrededor de los tobillos, se decolora y pica. Más tarde se vuelve de color marrón, duro y correoso al tacto. Una abrasión menor puede convertirse en una llaga más grande que no sana. Esto se llama una úlcera venosa.
En casos increíblemente graves, la vena puede dañarse tanto que se bloquea completamente. Ninguna sangre es capaz de fluir a través de ella en absoluto. Este es el tipo más serio de PTS.
Si desarrolla alguno de estos síntomas, especialmente si sabe que ha tenido una TVP reciente, debe consultar a su médico tan pronto como sea posible. Su médico puede diagnosticar la PTS basándose en estos síntomas. No hay pruebas de diagnóstico.
Las opciones de tratamiento varían según la gravedad de la afección. El tratamiento generalmente incluye la elevación de la extremidad afectada, el ejercicio y la terapia de compresión o las medias. Los médicos también pueden prescribir anticoagulantes para prevenir la formación de coágulos en las venas y medicamentos para el dolor.
Estos se utilizan comúnmente en el tratamiento de PTS. Es importante que se ajusten bien y proporcionen la cantidad correcta de compresión. Están hechas de un tejido elástico especial y aplican presión en el tobillo, lo que mejora el flujo sanguíneo y reduce el dolor y la hinchazón. Su médico le ayudará a elegir el tipo de almacenamiento más adecuado y el grado de presión para su afección.
Las complicaciones de la PTS a menudo se desarrollan cuando la afección no se trata de inmediato y no se maneja de manera efectiva. Cuando se desarrollan úlceras en las piernas, son increíblemente difíciles de curar y pueden infectarse. Esto amenaza su movilidad y en casos raros puede conducir a sepsis.