Los métodos tradicionales para controlar el dolor de rodilla causado por la osteoartritis (OA) incluyen antiinflamatorios, terapia física, inyecciones de cortisona y cirugía. En la última década, los investigadores han examinado si las inyecciones de plasma rico en plaquetas (PRP) se pueden usar para controlar la OA de la rodilla.
Los factores de crecimiento se encuentran en las plaquetas de la sangre. PRP opera bajo la teoría de que inyectar factores de crecimiento de la sangre en un área lesionada causará la formación de nuevos tejidos. Se supone que eso reduce la inflamación en el tejido. Cuando los factores de crecimiento interactúan con las células locales, les indican que inicien la división y migración celular. Esto favorece la formación de tejidos.
Siga leyendo para obtener más información sobre el procedimiento de PRP, su efectividad y otras opciones de tratamiento que puede usar con o en lugar de PRP.
A pesar de su uso, ha habido pruebas contradictorias sobre la efectividad de PRP en el tratamiento de la OA de rodilla. Un metaanálisis reciente de 2017 revisó 14 ensayos controlados aleatorios con un total de 1,423 participantes. Encontró que el PRP parece ser efectivo en el manejo del dolor asociado con la OA de rodilla. Los investigadores observaron que, en comparación con los placebo, las inyecciones de PRP redujeron significativamente las puntuaciones de dolor a los 3, 6 y 12 meses de seguimiento. Y en comparación con los controles, PRP mejoró significativamente la función física en estos seguimientos. El estudio no observó una mejora significativa en los eventos adversos posteriores a la inyección.
Si bien esos resultados son prometedores, 10 de los 14 estudios en el metanálisis tuvieron un alto riesgo de sesgo y 4 tuvieron un riesgo moderado de sesgo. Se necesitan más estudios para determinar la eficacia del uso de RPR para controlar el dolor de la OA de la rodilla.
Puede ser un buen candidato para PRP si sus síntomas de la OA de la rodilla no son manejables a través de métodos convencionales como los antiinflamatorios, las inyecciones de cortisona y la terapia física.
Sin embargo, las inyecciones de PRP se consideran experimentales. Eso significa que no pueden ser cubiertos por el seguro. También significa que existe una investigación limitada sobre la seguridad y la eficacia de este tratamiento. Trabaja estrechamente con tu médico antes de comenzar cualquier tratamiento experimental.
Pregúntele a su médico sobre cualquier cosa que deba hacer o evite hacerlo antes del tratamiento. Sigue sus pautas. Es probable que necesites:
También debe comunicarse con su proveedor de seguros antes del procedimiento para ver si cubrirá alguno de los gastos. Debido a que esto se considera un procedimiento experimental, es posible que su proveedor de seguro no proporcione ninguna cobertura. Sea consciente de los costos de antemano para que no se sorprenda. Si su proveedor de seguro no cubre los costos, o si no tiene seguro, hable con su médico sobre cómo organizar un plan de pago.
Como parte del procedimiento, su médico extraerá sangre de su brazo. Luego, pondrán la muestra de sangre en una centrifugadora durante 15 minutos. La centrifugadora separará su sangre en:
Su médico utilizará esa muestra para extraer PRP. Te adormecerán la rodilla e inyectarán el RPR en el área. Luego descansará unos 15 minutos antes de ser dado de alta.
El procedimiento durará aproximadamente una hora.
Después del procedimiento, haga hielo en la rodilla cada 2 a 3 horas durante 20 minutos cada vez. Continuar esto durante tres días. Es posible que también necesite tomar medicamentos para el dolor si tiene un dolor significativo. Querrá limitar su actividad física y evitar actividades que pongan peso en su rodilla. Su médico puede recomendar el uso de muletas por unos días para mantener el peso fuera de su rodilla.
Haga un seguimiento con su médico de 6 a 8 semanas después del procedimiento para evaluar la efectividad. También puedes discutir los siguientes pasos posibles.
PRP usa su propia sangre, por lo que hay un bajo riesgo de complicaciones. Sin embargo, hay algunos riesgos raros, incluyendo:
Pregúntele a su médico acerca de los síntomas que pueden indicar una complicación y qué hacer si observa algún signo.
Hay varios otros métodos recomendados por los ortopedistas para controlar el dolor asociado con la osteoartritis. La mayoría de estos métodos se pueden utilizar con PRP.
PRP es un procedimiento de bajo riesgo y dolor relativamente bajo que utiliza su propia sangre para estimular el crecimiento en los tejidos lesionados. La evidencia reciente sugiere que el PRP puede ser un tratamiento eficaz para controlar el dolor asociado con la osteoartritis de rodilla. Sin embargo, se necesita una mejor investigación para mostrar sus beneficios. Puede usar PRP con otros métodos de control del dolor para la artrosis de rodilla. Sin embargo, tenga en cuenta que las compañías de seguros varían en términos de cobertura para PRP.