El Parkinson a veces se percibe como una enfermedad mistificadora. El estigma que lo rodea ha llevado a numerosos conceptos erróneos. Esta lista desmiente los cinco principales mitos sobre el Parkinson.
Algunos de los signos y síntomas de advertencia más tempranos de la enfermedad de Parkinson son temblores, pérdida de movilidad y falta de equilibrio, todos los cuales son síntomas motores. Pero los síntomas no motores, como el cambio en el habla y la personalidad, el aumento de la frecuencia y la urgencia urinarias y los trastornos cognitivos, también son síntomas de la enfermedad.
Si bien la mayoría de las personas con Parkinson tienen más de 62 años, es posible diagnosticarlo antes en la vida. El Parkinson de inicio joven ocurre cuando una persona recibe un diagnóstico de Parkinson antes de cumplir los 50 años. Se cree que solo el 2 por ciento de los 1 millón de personas con Parkinson tienen menos de 40 años.
Si el Parkinson fuera predecible, entonces probablemente también sería curable. Al igual que muchas otras enfermedades progresivas, el Parkinson varía de persona a persona. La rapidez con que avanza la enfermedad y la frecuencia con la que se experimentan los síntomas son diferentes para cada individuo con Parkinson. Además de esto, no hay forma de predecir quién recibirá un diagnóstico.
Aunque cualquier modificación en el estilo de vida que realice no cambiará su diagnóstico de Parkinson, comer sano y hacer ejercicio pueden ser complementos beneficiosos para el tratamiento. La Clínica Mayo recomienda una dieta equilibrada y equilibrada, llena de fibra y alimentos saludables. Mantenerse activo puede ayudarlo a mantener una sensación de independencia, así como aumentar su fuerza muscular y flexibilidad. Pídale a su médico recomendaciones específicas para comer y hacer ejercicio.
El Parkinson puede ser una enfermedad progresiva y puede ser incurable, pero eso no es razón para perder la vida. Los investigadores están buscando tratamientos avanzados para detener la enfermedad e incluso evitar que suceda en primer lugar. Por ejemplo, en junio de 2015, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos aprobó el Sistema de neuroestimulación de Brio. Este dispositivo de estimulación cerebral profunda envía pulsos a través del cuerpo para reducir los síntomas, como los temblores. Otros tratamientos avanzados también están en proceso, por lo que la promesa de una cura está en el horizonte.