La neurapraxia es un tipo relativamente leve de lesión nerviosa y es bastante común. A menudo es el resultado de un trauma en el cuerpo, como un golpe fuerte en el cuello, los hombros o la espalda.
Por lo general, se siente como una sensación de escozor o ardor. Dependiendo de qué nervio esté afectado, también hay debilidad. Estos síntomas pueden durar de minutos a algunos días o meses, según los nervios afectados y la gravedad de la lesión.
Siga leyendo para saber más sobre por qué sucede esto, qué hacer si experimenta síntomas y más.
La neurapraxia puede ocurrir cuando un nervio se ha estirado o comprimido más allá de su rango normal. El daño no le sucede al nervio en sí, sino a la vaina de mielina que lo rodea.
La mielina actúa como aislante alrededor de un nervio y es necesaria para que el nervio funcione correctamente. La mielina ayuda a que las señales eléctricas se muevan rápidamente a lo largo de los nervios. Alguien que experimenta neurapraxia en los nervios de su brazo, por ejemplo, puede encontrar que el brazo está adormecido por un corto tiempo. La mielina a menudo puede repararse a sí misma, permitiendo que los nervios afectados vuelvan a la normalidad.
Los jugadores de fútbol tienen un riesgo especialmente alto de lesiones por neurapraxia, a veces llamadas aguijones, durante las colisiones violentas. Estas lesiones también pueden ocurrir en otros deportes, o como resultado de una caída, un accidente automovilístico o algún otro trauma en el cuerpo.
Puede experimentar neurapraxia después de una lesión o después de una operación que daña algunos nervios. Es importante saber responder en ambos casos.
Si siente un dolor repentino y punzante en su cuello, brazos o piernas, detenga cualquier actividad que esté realizando. Esto le permitirá determinar si el dolor o el adormecimiento desaparecen y si hay algún otro síntoma como debilidad.
También debe llamar a su médico. Cualquier lesión nerviosa podría estar relacionada con una lesión espinal más grave, por lo que es importante evitar una mayor actividad hasta que su lesión haya sido evaluada. Esto es cierto incluso si la sensación en su brazo, pierna o cuello regresa rápidamente.
Su médico utilizará pruebas de imagen para evaluar cualquier daño y descartar lesiones más graves. Una radiografía puede determinar si su columna vertebral u otros huesos en el área afectada se han fracturado. Una resonancia magnética puede ayudar a su médico a buscar signos de hernia discal, contusión a un hueso en la columna vertebral o estenosis espinal.
Después de una cirugía mayor, como un reemplazo de cadera, puede sentir hormigueo o entumecimiento en el área de la operación o incluso en cualquier otra parte de su cuerpo. Esto puede deberse a estirar o comprimir los nervios durante el procedimiento o la inflamación causada por la operación.
Si está experimentando síntomas, consulte a su médico. Pueden usar una resonancia magnética o una tomografía computarizada para evaluar el área afectada. También pueden recomendar una prueba de conducción eléctrica, que mide la corriente eléctrica que pasa a través de un nervio.
Las lesiones nerviosas se clasifican según la gravedad y el tipo de daño causado al nervio. La neurapraxia se considera una lesión leve y es probable que se recupere por completo.
Otras categorías de lesiones nerviosas incluyen:
En muchos casos, las lesiones nerviosas menores pueden tratarse con reposo. La formación de hielo y la elevación del área pueden ayudar a reducir los moretones o la hinchazón. Los ejercicios de rango de movimiento también pueden ser útiles si no hay ningún daño estructural en la articulación.
Si los síntomas persisten, hable con su médico sobre el uso de masajes, acupuntura o terapia física para aliviar sus síntomas. Ellos pueden guiarlo a través de sus opciones.
Si su lesión nerviosa no es el resultado de la neurapraxia, su médico trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento adecuado.
Una recuperación completa de la neurapraxia puede durar desde unos pocos días hasta unos pocos meses, dependiendo de la gravedad de la lesión. Puede sentirse más débil y tener menos rango de movimiento durante su recuperación. Estar libre de síntomas y tener la fuerza y flexibilidad que tenía antes de la lesión son los signos más seguros de que se recupera.
Si fue atendido por un médico en el momento de la lesión, debe hacer un seguimiento durante su recuperación e informar cualquier otro síntoma. Aunque las complicaciones adicionales no son probables, los síntomas persistentes podrían significar que la lesión no fue una neurapraxia, sino algo más grave.
Si un nervio se recupera completamente, la neurapraxia no debería volver. Sin embargo, cualquier trauma en el cuerpo, ya sea por causa del deporte u otra causa, puede desencadenar un nuevo caso de neurapraxia.