Aunque las personas que viven con la hepatitis C tienen más opciones de medicamentos que nunca, el tratamiento todavía toma tiempo. Un curso típico de terapia dura de 8 a 24 semanas, dependiendo del tipo de medicamento.
Incluso si desea centrarse en mejorar, algunas personas se sienten desgastadas por el tratamiento. Cada medicamento tiene efectos secundarios, pero puede tomar medidas positivas para controlarlos. Aquí hay algunas maneras en que puede apoyar su propio bienestar durante el tratamiento de la hepatitis C.
Uno de los efectos secundarios más comunes del tratamiento de la hepatitis C es la fatiga. Si es posible, trabaja menos y descansa más.
A menudo, atenerse a una hora regular para acostarse y despertarse ayuda con el insomnio. Muchas personas siguen la misma rutina nocturna, como escuchar música relajante o leer, antes de acostarse. La rutina puede ayudar a señalar a tu cuerpo que es hora de dormir.
Trate de evitar la cafeína, especialmente al final del día. Es mejor evitar las pantallas durante la noche, así que asegúrese de no llevar su teléfono a la cama.
El hígado necesita apoyo después de un diagnóstico de hepatitis C. Una dieta saludable en general pone menos presión sobre el hígado.
Una dieta nutritiva y bien balanceada incluirá una mezcla de carbohidratos, proteínas magras y algunas fuentes saludables de grasa, como nueces o aceite de oliva virgen extra. Intente incluir de 5 a 10 porciones de frutas y verduras en su dieta todos los días.
Algunos alimentos también ayudan con los efectos secundarios de los medicamentos. La dieta BRAT, que es un acrónimo de bananas, arroz, compota de manzana, pan tostado, puede ayudar a calmar o prevenir problemas digestivos. Trate de comer comidas pequeñas si experimenta náuseas o falta de apetito.
Tenga en cuenta que demasiada proteína o sal puede ser difícil para el hígado si tiene disfunción hepática o cirrosis. Si sigue una dieta alta en proteínas, como la dieta Atkins o la dieta paleo, hable con su médico sobre si debe considerar un cambio. Cuando se trata de sal, intente limitar su consumo a menos de 2,000 miligramos (mg) por día.
Las comidas ácidas o picantes pueden provocar náuseas, vómitos y diarrea. Muchas personas que toman medicamentos contra la hepatitis C son sensibles a estos problemas estomacales y digestivos. Trate de evitar comer o oler alimentos de sabor fuerte durante el tratamiento.
Un beneficio de la dieta BRAT es que a muchas personas les resulta insípida. La cerveza de jengibre o el té de jengibre pueden tener un efecto calmante suave en el estómago. Los remedios de venta libre como Imodium y Metamucil también pueden ayudar a aliviar los síntomas digestivos.
Para mantener tu hígado, debes abstenerte del alcohol. El alcohol hace que la enfermedad del hígado empeore más rápido.
Trate de estar abierto con su médico si cree que no puede evitar el alcohol. Si cree que puede tener un problema de abuso de sustancias, infórmeselo a sus proveedores de atención médica para que puedan apoyar mejor su salud. Es posible que encuentren opciones de tratamiento que lo ayuden a abstenerse del alcohol mientras se recupera.
No todos los suplementos son malos, pero algunos causan daño hepático. Si tiene hepatitis C, no tome hierro, vitamina A, cartílago de tiburón, valeriana, kava u otros remedios de venta libre.
Si ha estado tomando estos suplementos, hable con su médico al respecto. Pueden darle alternativas que no afectarán su hígado. Por ejemplo, si toma valeriana para dormir, pueden ofrecer otras soluciones para el insomnio.
El ejercicio te ayuda a mantener un peso saludable. Las personas que han recibido un diagnóstico de hepatitis C tienen más probabilidades de tener diabetes, según la American Liver Foundation. Sin embargo, mantener un peso saludable ayuda a disminuir su riesgo general.
Mantener un peso saludable también reduce las posibilidades de experimentar otras afecciones de salud, como las enfermedades cardiovasculares. El simple acto de ejercicio también puede mejorar su estado de ánimo. El solo hecho de encontrar tiempo para caminar un total de 30 minutos cada día hace la diferencia. Trate de incluir algunos ejercicios de resistencia o actividades de entrenamiento con pesas dos veces por semana, también.
Algunas personas con hepatitis C se sienten aisladas o solas durante el tratamiento. Los grupos en organizaciones comunitarias, como hospitales y organizaciones locales sin fines de lucro, pueden ser fuentes de apoyo.
También hay grupos en línea para personas que viven con hepatitis C para hablar sobre sus experiencias, como la comunidad Inspire hepatitis C. Si se siente cómodo hablando con sus amigos y familiares, tómese el tiempo para hablar sobre lo que está pasando. No hay necesidad de poner una cara valiente si los seres queridos ofrecen apoyo.
Si sus síntomas son muy desafiantes, discuta lo que está experimentando con su médico. Ella puede recomendar maneras de facilitar el tratamiento.
A veces, los efectos secundarios graves son una señal de que necesita probar una opción de tratamiento diferente. En otros casos, puede ser posible modificar el plan de tratamiento actual.
Cada persona tiene su propia experiencia individual con el tratamiento de la hepatitis C. Pero hay algunos efectos secundarios comunes que puede tener en cuenta. En la medida de lo posible, apoye su cuerpo y mente con buena comida y movimiento positivo.
Conéctate con otros que están pasando por una experiencia similar. Póngase en contacto con aquellos que puedan brindarle apoyo. En general, date permiso para descansar y ayudar a tu cuerpo a sanar.