La mayoría de los medicamentos en su gabinete probablemente están hechos de materiales no biológicos. Piense por un momento en los medicamentos comunes, como los antiácidos, la aspirina o las estatinas recetados por su médico. Todos estos son creados en un laboratorio a partir de ingredientes sintéticos. Dado que estos medicamentos son tan familiares, muchas personas no se dan cuenta de que no provienen de la naturaleza.
Los productos biológicos son diferentes. Son una clase distinta de medicamentos hechos de fuentes biológicas. Más específicamente, se extraen o sintetizan a partir de sistemas biológicos, pero a menudo imitan los productos celulares que ocurren naturalmente en el cuerpo. Estos tratamientos prometen alivio para las personas que viven con enfermedades inflamatorias como la artritis. Muchos productos biológicos recién ahora se están prescribiendo ampliamente, pero la clase de tratamiento ha existido durante muchas décadas.
La Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) define los productos biológicos como productos hechos de fuentes naturales. Esto significa que pueden incluir sustancias que se originan en todo, desde microorganismos hasta animales y humanos. Los productos biológicos utilizan proteínas, azúcares, células, tejidos y otros materiales naturales para crear productos médicos.
Las drogas sintéticas tienen un maquillaje específico. La aspirina, por ejemplo, está formada por 21 átomos formados en una forma específica. Por el contrario, la composición completa de los productos biológicos es a menudo desconocida. Esto se debe a que el material es complicado y más grande que los productos químicos fabricados en un laboratorio. Estos medicamentos son frágiles y se mantienen en forma líquida, y se inyectan o administran por vía intravenosa.
Muchos de los productos médicos que probablemente conozca son similares a los biológicos. Las vacunas y la sangre utilizada para transfusiones son dos ejemplos.
Los productos biológicos han tenido una influencia significativa en el campo médico. En 2017, la FDA aprobó sustancias biológicas para tratar una serie de afecciones, entre ellas, enfermedad renal, esclerosis múltiple, asma, colesterol alto, artritis reumatoide, lupus y enfermedad de Crohn, según un informe publicado en Scientific American.
Los científicos han hecho algunos avances importantes en los tratamientos, gracias a los productos biológicos. El T-VEC, un medicamento que ataca las células del melanoma, se clasifica como biológico. La droga está hecha de un virus herpes genéticamente modificado. Mata las células cancerosas mientras deja intactas las células sanas.
Muchos medicamentos conocidos, como Enbrel y Humira para la artritis psoriásica, son biológicos. Estos medicamentos atacan las áreas del sistema inmunológico del cuerpo que están causando los síntomas. Por ejemplo, las personas que viven con artritis psoriásica tienen demasiada proteína del factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa). Esta proteína causa inflamación. Enbrel desactiva el TNF-alfa, reduciendo la inflamación.
El atractivo de los productos biológicos es su capacidad para dirigirse a una parte específica del cuerpo para el tratamiento, como en el caso de Enbrel. Los medicamentos convencionales funcionan en todo el sistema inmunológico del cuerpo o en una gama más amplia de vías inmunitarias.
Las drogas, tanto sintéticas como biológicas, generalmente funcionan al ingresar a las células dentro del cuerpo. Una vez dentro, los medicamentos cambian la forma en que las células operan, trabajan o interactúan con las células inmunitarias. Las drogas sintéticas son más pequeñas que los biológicos, por lo que no siempre alcanzan su objetivo. Los productos biológicos son más grandes, lo que brinda a los medicamentos más formas de adherirse en el lugar correcto.
A pesar de que los productos biológicos alcanzan su marcador de destino con mayor precisión, no siempre funcionan igual en todos los que los toman. Los médicos aún no saben qué biológico funcionará para cada paciente específico. Por ejemplo, un paciente con artritis psoriásica puede responder bien a Enbrel porque se dirige al TNF-alfa. Otro paciente puede responder a un producto biológico diferente, como Cosentyx, que se dirige a la proteína interleucina-17.
Al igual que con los medicamentos convencionales, los productos biológicos tienen otros posibles efectos secundarios y riesgos. Todo depende de cómo funciona la droga en el cuerpo. El Centro de Artritis Johns Hopkins advierte que algunos productos biológicos cambian la forma en que funciona el sistema inmunológico. Para las personas que usan ciertos tipos de productos biológicos, existe un mayor riesgo de infección y cáncer. Además, los productos biológicos pueden desencadenar otras condiciones autoinmunes.
Los productos biológicos no son un tratamiento de primera línea para la mayoría de las afecciones. Dependiendo de su historial médico, es posible que su médico desee comenzar con los medicamentos convencionales antes que los biológicos. Por ejemplo, si le diagnostican artritis psoriásica, la mayoría de los médicos pueden prescribir primero medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) o medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD, por sus siglas en inglés). Si esos medicamentos no funcionan, su médico puede decidir que un producto biológico es una mejor opción de tratamiento.
Los recientes avances científicos han eliminado algunos de los misterios que rodean a los biológicos. Como demuestran las nuevas aprobaciones de medicamentos, existe un creciente enfoque entre los investigadores en productos biológicos. Estos medicamentos tienen el potencial de tratar una amplia gama de condiciones. Representan una nueva generación de medicamentos que ofrecen la posibilidad de mejorar el bienestar de muchas personas.