Un sueño de muchos años que vive con la enfermedad de Parkinson ha sido reducir la cantidad de píldoras diarias necesarias para controlar los síntomas. Si su rutina diaria de píldoras puede llenar sus manos, probablemente se relacione. Cuanto más progresa la enfermedad, más complicado se vuelve para controlar los síntomas, y termina necesitando más medicamentos o dosis más frecuentes, o ambas cosas.
La terapia administrada por bomba es un tratamiento reciente aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de los EE. UU. En enero de 2015. Permite que los medicamentos se administren directamente en forma de gel en el intestino delgado. Este método permite reducir en gran medida la cantidad de píldoras necesarias y mejorar el alivio de los síntomas.
Siga leyendo para obtener más información sobre cómo funciona la terapia administrada por la bomba y cómo podría ser el próximo gran avance en el tratamiento del Parkinson.
El suministro con bomba utiliza el mismo medicamento comúnmente recetado en forma de píldora, una combinación de levodopa y carbidopa. La versión actual aprobada por la FDA para el suministro de la bomba es un gel llamado Duopa.
Los síntomas de la enfermedad de Parkinson, como temblores, dificultad para moverse y rigidez, se deben a que su cerebro no tiene suficiente dopamina, una sustancia química que normalmente tiene el cerebro. Debido a que su cerebro no puede recibir más dopamina directamente, la levodopa actúa para agregar más dopamina a través del proceso natural del cerebro. Su cerebro convierte la levodopa en dopamina cuando pasa.
La carbidopa se mezcla con levodopa para evitar que su cuerpo descomponga la levodopa demasiado pronto. También ayuda a prevenir las náuseas, un efecto secundario causado por la levodopa.
Para usar esta forma de terapia, su médico necesita realizar un pequeño procedimiento quirúrgico: colocarán un tubo dentro de su cuerpo que llega a la parte de sus intestinos delgados cerca de su estómago. El tubo se conecta a una bolsa en la parte exterior de su cuerpo, que se puede ocultar debajo de su camisa. Una bomba y recipientes pequeños que contienen el medicamento en gel, llamados casetes, van dentro de la bolsa. Cada casete tiene 16 horas de gel que la bomba administra a su intestino delgado a lo largo del día.
La bomba se programa digitalmente para liberar el medicamento en las cantidades correctas. Todo lo que tienes que hacer es cambiar el casete una o dos veces al día.
Una vez que tenga la bomba, tendrá que ser vigilado regularmente por su médico. También deberá prestar mucha atención al área del estómago donde se conecta el tubo. Un profesional capacitado tendrá que programar la bomba.
La combinación de levodopa y carbidopa se considera el medicamento más eficaz para los síntomas de Parkinson disponibles en la actualidad. La terapia administrada por la bomba, a diferencia de las píldoras, puede proporcionar un flujo constante de medicamentos. Con las píldoras, el medicamento toma tiempo para entrar en su cuerpo y luego, una vez que desaparece, debe tomar otra dosis. En algunas personas con Parkinson más avanzado, el efecto de las píldoras fluctúa y se hace más difícil predecir cuándo y por cuánto tiempo tendrán efecto.
Los estudios han demostrado que la terapia administrada por bomba es eficaz. Se considera una buena opción para las personas en las últimas etapas de la enfermedad de Parkinson que quizás ya no obtengan el mismo alivio de los síntomas al tomar las pastillas.
Una razón para esto es que a medida que progresa el Parkinson, cambia la forma en que funciona su estómago. La digestión puede disminuir y volverse impredecible. Esto puede afectar el funcionamiento de su medicamento cuando toma píldoras, ya que las píldoras deben moverse a través de su sistema digestivo. Llevar el medicamento directamente a su intestino delgado le permite ingresar a su cuerpo de manera más rápida y consistente.
Tenga en cuenta que incluso si la bomba funciona bien para usted, es posible que deba tomar una píldora por la noche.
Cualquier procedimiento quirúrgico tiene posibles riesgos. Para la bomba, estos pueden incluir:
Para prevenir infecciones y complicaciones, algunas personas pueden necesitar un cuidador para controlar el tubo.
La terapia administrada por bomba todavía tiene algunos límites, ya que es relativamente nuevo. Puede que no sea una solución ideal para todos los pacientes: se trata de un pequeño procedimiento quirúrgico para colocar un tubo, y el tubo necesita un control cuidadoso una vez colocado. Sin embargo, se muestra prometedor para ayudar a algunas personas a reducir en gran medida sus dosis de píldoras diarias mientras les proporciona intervalos más largos entre los síntomas.
El futuro del tratamiento de Parkinson todavía no está escrito. A medida que los investigadores aprenden más sobre el Parkinson y cómo funciona la enfermedad en el cerebro, su esperanza es descubrir tratamientos que no solo eliminen los síntomas, sino que también ayuden a revertir la enfermedad en sí.