La artritis es una afección en la que una o más de sus articulaciones están inflamadas. Esto puede resultar en rigidez, dolor y, en muchos casos, hinchazón. Las artritis inflamatoria y no inflamatoria son las dos formas más comunes de la afección. Sin embargo, hay docenas de diferentes tipos de artritis. La artritis inflamatoria generalmente se conoce como artritis reumatoide (AR), y la artritis no inflamatoria se conoce como osteoartritis (OA).
OA y RA tienen causas muy diferentes.
A pesar de que se llama artritis no inflamatoria, la OA todavía puede causar alguna inflamación de las articulaciones. La diferencia es que esta inflamación probablemente se debe al desgaste. En particular, la OA resulta de la descomposición del cartílago. El cartílago es el tejido resbaladizo que cubre y amortigua los extremos de los huesos en una articulación.
Herir una articulación puede acelerar la progresión de la OA, pero incluso las actividades cotidianas pueden contribuir a la OA más adelante en la vida. Tener sobrepeso y ejercer una presión adicional en las articulaciones también puede causar la OA. La artritis no inflamatoria se encuentra con más frecuencia en las rodillas, las caderas, la columna vertebral y las manos.
La AR es una enfermedad mucho más complicada, pero generalmente afecta a:
Al igual que la psoriasis o el lupus, la AR es una enfermedad autoinmune. Esto significa que el sistema inmunológico del cuerpo ataca los tejidos sanos.
La causa de la RA sigue siendo un misterio. Sin embargo, dado que las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar AR que los hombres, los investigadores teorizan que puede involucrar factores genéticos u hormonales. La AR también puede aparecer en los niños y afectar otras partes del cuerpo, como los ojos y los pulmones.
Los síntomas de la AR y la OA son similares, ya que ambos implican rigidez y, a veces, dolor en las articulaciones. Pero la rigidez asociada con la AR tiende a durar más que durante los brotes de OA, y es peor al levantarse por la mañana.
La incomodidad asociada con la OA generalmente se concentra en las articulaciones afectadas. La AR es una enfermedad sistémica, por lo que sus síntomas también pueden incluir debilidad y fatiga.
Después de que su médico realice un examen físico de la articulación artrítica, pueden ordenar pruebas de detección. La RM puede revelar el estado de los tejidos blandos en una articulación, como el cartílago. Los rayos X estándar también pueden mostrar la degradación del cartílago y el daño óseo, o erosiones.
Su médico puede ordenar un análisis de sangre para determinar si el problema de la articulación se debe a la AR. Esto es para buscar la presencia de? Factor reumatoide? o anticuerpos cíclicos citrulinados que se encuentran en la mayoría de los casos de AR.
La artritis se trata de manera diferente dependiendo del tipo:
Su médico puede recomendar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) como el ibuprofeno para los brotes menores o los casos leves de artritis. Los corticosteroides, que pueden tomarse por vía oral o por inyección, pueden reducir la inflamación y minimizar el impacto del sistema inmunitario en las articulaciones.
La fisioterapia puede ayudar a mejorar la fuerza muscular y el rango de movimiento de la articulación. Cuando el daño a la articulación es grave, se pueden indicar intervenciones quirúrgicas como la reparación o el reemplazo de la articulación.
El uso de AINE y corticosteroides es frecuentemente necesario para que los pacientes con AR reduzcan el dolor y la hinchazón. Sin embargo, una droga poderosa llamada metotrexato, que también se prescribe para casos graves de psoriasis, es extremadamente efectiva para eliminar los síntomas y prevenir el daño articular. Se toma solo una vez a la semana para tratar la AR.
Se siguen probando nuevos medicamentos para ayudar a tratar la AR y reducir la intensidad de los síntomas. Y al igual que la OA, la RA a veces se puede aliviar con terapia física.
Vivir con OA o RA puede ser un desafío. El ejercicio regular y la pérdida de peso pueden ayudar a reducir la carga sobre sus articulaciones. El ejercicio no solo contribuye a la pérdida de peso, sino que también puede ayudar a sostener las articulaciones al fortalecer los músculos que las rodean.
Los dispositivos de asistencia, como bastones, asientos elevados para el inodoro o equipos para ayudarlo a conducir un automóvil y abrir las tapas de los frascos, están disponibles para ayudarlo a mantener la independencia y el funcionamiento diario.
Aunque no existe cura para la OA o la AR, ambas condiciones son tratables. Al igual que con la mayoría de los desafíos de salud, obtener un diagnóstico temprano y una ventaja en el tratamiento a menudo resulta en los mejores resultados.
No solo tiza la rigidez de la articulación hasta otro signo inevitable de envejecimiento. El tratamiento agresivo y una mejor comprensión de su condición artrítica específica pueden ayudarlo a mantenerse más activo y cómodo en los próximos años.