Una quemadura por hielo es una lesión que puede ocurrir cuando el hielo u otras cosas frías entran en contacto y dañan su piel. Las quemaduras por hielo usualmente ocurren después de una exposición prolongada a temperaturas bajo cero o bajo cero. Por ejemplo, si aplica una compresa fría directamente sobre la piel, podría quemarse con hielo.
Una quemadura de hielo a menudo se parece a otros tipos de quemaduras, como las quemaduras solares. Es posible que note un cambio en el color de la piel afectada. Por ejemplo, puede aparecer rojo brillante. También puede convertirse en un color blanco o gris amarillento.
Otros síntomas potenciales incluyen:
Una quemadura de hielo ocurre cuando su piel entra en contacto directo con hielo u otra cosa que está muy fría durante un período prolongado de tiempo. El hielo o las compresas frías que se usan para tratar los músculos doloridos y las lesiones pueden causar quemaduras por hielo si los presiona directamente contra la piel descubierta. El contacto prolongado con la nieve, el clima frío o los vientos de alta velocidad también pueden causar quemaduras de hielo.
Cuando te quemas el hielo, el agua de las células de la piel se congela. Forma cristales de hielo afilados, que pueden dañar la estructura de las células de la piel. Los vasos sanguíneos cerca de la piel también comienzan a contraerse. Esto reduce el flujo de sangre a las áreas afectadas, causando daños adicionales.
Es posible que corra un mayor riesgo de quemaduras por hielo y otras lesiones provocadas por el frío si pasa mucho tiempo en condiciones de frío o vientos de alta velocidad y no se viste adecuadamente para esas condiciones.
Los hábitos y condiciones de estilo de vida que afectan negativamente su circulación o la capacidad para detectar lesiones también pueden aumentar su riesgo de quemaduras por hielo. Por ejemplo, usted está en mayor riesgo si:
Debido a su piel frágil, los niños más pequeños y las personas mayores también tienen un mayor riesgo de desarrollar quemaduras de hielo.
Si cree que podría estar sufriendo una quemadura de hielo, elimine la fuente de frío inmediatamente y tome medidas para calentar gradualmente su piel. Busque ayuda médica de inmediato si experimenta alguno de los siguientes:
Estos pueden ser síntomas de daño tisular severo que requieren tratamiento. Es posible que también necesite atención médica si desarrolla ampollas en una gran área de la piel. Su médico examinará el área afectada para determinar un plan de tratamiento adecuado.
Para tratar una quemadura de hielo, elimine la fuente de frío y caliente lentamente la piel para que vuelva a su temperatura normal. Para calentar tu piel:
Tenga cuidado de no usar demasiado calor. Eso puede empeorar tu quemadura.
Si desarrolla ampollas o una herida abierta, limpie el área y ciérrela para ayudar a mantenerla libre de suciedad o gérmenes. Use una gasa que no se pegue a la piel. También puede ayudar aplicar una pomada calmante en el área afectada.
Para aliviar el dolor, considere tomar un analgésico de venta libre. Una vez que su piel comienza a sanar, puede aplicar aloe vera u otros geles tópicos para ayudar a aliviar las molestias.
Busque atención médica si presenta signos de daño tisular grave, como piel que permanece blanca, entumecida, fría o dura después de tratar de calentarla suavemente. Su médico puede recetarle medicamentos, extirpar tejidos dañados o recomendar otras opciones de tratamiento.
También debe comunicarse con su médico si presenta síntomas de una infección, como cambios en el color de su quemadura, pus o secreción verdosa, o fiebre. Su médico puede prescribir antibióticos u otros tratamientos.
Dependiendo de la gravedad de su quemadura, podría tomar algunos días o incluso semanas para sanar. Es posible que tenga una cicatriz después. En casos raros, es posible que su médico necesite amputar quirúrgicamente los tejidos dañados. Pero en la mayoría de los casos, puede esperar una recuperación completa.
Para ayudar en el proceso de curación, mantenga el área quemada lejos del hielo y cúbrala al sol.
Para evitar quemaduras de hielo, mantenga una capa de ropa o una toalla entre la piel y las fuentes de frío. Por ejemplo, no aplique una compresa fría directamente sobre la piel. En su lugar, envuélvalo en una toalla primero. Usar una bolsa de verduras congeladas en lugar de una compresa fría también puede reducir su riesgo de quemaduras por hielo.
También es importante vestirse apropiadamente para el clima frío y proteger su piel de los vientos de alta velocidad.
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