Cuando tiene artritis reumatoide (AR), el dolor en las articulaciones y otros síntomas pueden dificultar el manejo de sus responsabilidades laborales. Pero en muchos casos, hay pasos que puede tomar para hacer frente a su condición en el trabajo, mientras logra sus objetivos profesionales.
Tómese un momento para aprender algunas estrategias para administrar la AR en el trabajo.
Una de las cosas más importantes que puede hacer para maximizar su productividad y comodidad con la AR es seguir su plan de tratamiento recomendado. Tome los medicamentos según lo recetado e informe a su médico si experimenta efectos secundarios no deseados. Haga ejercicios regulares de bajo impacto, coma una dieta bien balanceada y tome medidas para controlar sus niveles de estrés. Desarrollar hábitos de estilo de vida saludables es importante, especialmente cuando vive con una condición de salud crónica como la AR.
Si su plan de tratamiento actual no funciona, haga una cita con su médico. Podrían recomendar cambios en sus medicamentos o hábitos de autogestión. En algunos casos, podrían alentarlo a considerar la terapia física, la cirugía u otros tratamientos.
Si le resulta difícil completar las tareas del día a día en el trabajo, considere hacer una cita con un terapeuta ocupacional. Es posible que puedan ayudarlo a desarrollar nuevas técnicas que pongan menos tensión en sus articulaciones. También pueden recomendarle que ajuste su espacio de trabajo, herramientas o prendas para adaptarse a sus necesidades. En algunos casos, pueden recomendar dispositivos de asistencia.
Por ejemplo, su terapeuta ocupacional podría alentarlo a invertir en:
También podría ayudar envolver espuma, tela o cinta alrededor de los mangos de las herramientas y otros objetos que usa a diario para que sean más fáciles de agarrar.
Los trabajos que involucran movimientos repetitivos pueden afectar sus articulaciones y músculos, especialmente cuando tiene AR. Trabajar en un escritorio también puede hacer que te sientas rígido y adolorido.
Para ayudar a aliviar algo de la tensión, intente tomar un breve descanso cada media hora aproximadamente para cambiar su posición y estirarse suavemente. Incluso unos pocos segundos de estiramiento suave o caminar alrededor de su lugar de trabajo pueden ayudar a limitar su malestar. Como una ventaja adicional, los mini descansos regulares pueden ayudar a enfocar su atención y evitar la fatiga.
En muchos lugares, las empresas de cierto tamaño están obligadas por ley a proporcionar adaptaciones razonables para los empleados con discapacidades. Dependiendo de su diagnóstico, trabajo y ubicación, podría calificar para las adaptaciones. Por ejemplo, puede modificar el espacio de trabajo o el código de vestimenta para que sea más ergonómico. En algunos casos, es posible que pueda negociar horarios más flexibles u obtener permiso para trabajar desde su hogar.
Pídale a su médico o terapeuta ocupacional más información sobre sus derechos legales en el lugar de trabajo. Si ellos mismos no saben las respuestas, pueden dirigirlo a alguien que sí lo sabe. También puede hacer una cita con el departamento de recursos humanos o la gerencia de su empleador para conocer sus políticas para acomodar a los empleados con discapacidades y necesidades especiales de salud.
A veces puede ser difícil reconocer o aceptar sus limitaciones cuando tiene RA. Pero hacer un balance honesto de su condición, habilidades y necesidades es importante. Puede ayudarlo a establecer objetivos alcanzables en su vida profesional, sin sacrificar su salud. También puede ayudarlo a reconocer cuándo es el momento de hacer un cambio.
Si su trabajo actual ya no es manejable, haga una lista de sus necesidades de empleo y salud. En algunos casos, usted y su empleador podrían satisfacer sus necesidades haciendo cambios en su carga de trabajo o entorno. En otros casos, es posible que deba buscar un nuevo trabajo o tomarse un tiempo libre. Dependiendo de su posición y del lugar donde viva, podría calificar para una licencia médica o beneficios por incapacidad.
La AR puede presentar desafíos en el trabajo, especialmente cuando sus síntomas actúan. Para manejar su condición y responsabilidades laborales, es importante ser proactivo. Trate de trabajar con su médico para desarrollar un plan de tratamiento que brinde alivio. Considere formas en las que puede ajustar sus hábitos cotidianos y el entorno laboral para reducir la tensión en sus articulaciones. Y aprenda sobre los servicios de apoyo y las adaptaciones que pueden estar disponibles en su lugar de trabajo y en su comunidad. En muchos casos, es posible lograr sus objetivos profesionales mientras vive con AR.