El síndrome de Horner también se conoce como parálisis oculosimpática y síndrome de Bernard-Horner. El síndrome de Horner es una combinación de síntomas que se producen cuando hay una interrupción en el camino de los nervios que van desde el cerebro hasta la cara. Los signos o síntomas más comunes se ven en el ojo. Es una condición bastante rara. El síndrome de Horner puede afectar a personas de cualquier edad.
Los síntomas del síndrome de Horner generalmente afectan solo un lado de su cara. Puede experimentar una variedad de síntomas, que incluyen los siguientes:
La causa general del síndrome de Horner es el daño a la vía nerviosa entre el cerebro y la cara en lo que se llama el sistema nervioso simpático. Este sistema nervioso controla muchas cosas, como el tamaño de la pupila, el ritmo cardíaco, la presión arterial, el sudor y otros. Este sistema le permite a su cuerpo responder correctamente a cualquier cambio en el entorno que lo rodea.
Hay tres secciones diferentes de la vía, llamadas neuronas, que pueden dañarse en el síndrome de Horner. Se les llama neuronas de primer orden, neuronas de segundo orden y neuronas de tercer orden. Cada parte tiene un conjunto diferente de causas posibles para el daño.
La vía de las neuronas de primer orden va desde la base del cerebro hasta la parte superior de la médula espinal. El daño a este camino puede ser causado por lo siguiente:
La vía de las neuronas de segundo orden se extiende desde la columna vertebral, sobre el área superior del pecho, hasta el costado del cuello. El daño a este camino puede ser causado por lo siguiente:
La vía de las neuronas de tercer orden va desde el cuello hasta la piel de la cara y los músculos que controlan el iris y los párpados. El daño a este camino puede ser causado por lo siguiente:
Las causas comunes para los niños con síndrome de Horner incluyen:
También existe lo que se llama el síndrome idiopático de Horner. Esto significa que la causa es desconocida.
El síndrome de Horner se diagnostica en etapas. Comenzará con un examen físico realizado por su médico. Su médico también examinará sus síntomas. Si se sospecha el síndrome de Horner, su médico lo derivará a un oftalmólogo.
El oftalmólogo realizará una prueba de gotas oculares para comparar la reacción de ambas pupilas. Si los resultados de esta prueba determinan que sus síntomas son causados por daño a los nervios, se realizarán pruebas adicionales. Esta prueba adicional se utilizará para encontrar la causa subyacente del daño. Algunas de esas pruebas adicionales pueden incluir:
No hay un tratamiento específico para el síndrome de Horner. En cambio, la condición que causó el síndrome de Horner será tratada.
En algunos casos, si los síntomas son leves, no se necesita tratamiento.
Hay algunos síntomas graves del síndrome de Horner que debe vigilar. Si aparecen, debe ponerse en contacto con su médico inmediatamente. Estos síntomas serios incluyen:
Otras afecciones pueden tener síntomas similares al síndrome de Horner. Estas condiciones son el síndrome de Adie y el síndrome de Wallenberg.
Este es un trastorno neurológico raro que también afecta al ojo. Por lo general, la pupila es más grande en el ojo afectado. Sin embargo, en algunos casos, puede parecer más pequeño y parecerse al síndrome de Horner. Pruebas adicionales le permitirán a su médico confirmar esto como su diagnóstico.
Este es también un trastorno raro. Es causado por un coágulo de sangre. Algunos de los síntomas imitarán el síndrome de Horner. Sin embargo, las pruebas adicionales encontrarán otros síntomas y causas que lleven a su médico a este diagnóstico.
Si experimenta alguno de los síntomas del síndrome de Horner, es importante que haga una cita con un profesional médico. Obtener un diagnóstico adecuado y encontrar la causa es importante. Incluso si sus síntomas son leves, la causa subyacente puede ser algo que necesita ser tratado.