El hemoneumotórax es una combinación de dos afecciones médicas: neumotórax y hemotórax. El neumotórax, también conocido como pulmón colapsado, ocurre cuando hay aire fuera del pulmón, en el espacio entre el pulmón y la cavidad torácica. El hemotórax ocurre cuando hay sangre en ese mismo espacio. Solo alrededor del 5 por ciento de los pacientes con neumotórax experimentan hemotórax al mismo tiempo.
El hemoneumotórax ocurre con más frecuencia como resultado de una herida en el tórax, como un disparo, una puñalada o una costilla rota. Esto se llama hemoneumotórax traumático. En casos muy raros, la afección es causada por otras afecciones médicas, como cáncer de pulmón, trastornos de la coagulación o artritis reumatoide. El hemoneumotórax también puede ocurrir espontáneamente sin una causa aparente (hemoneumotórax espontáneo).
Para tratar el hemoneumotórax, la sangre y el aire deben drenarse del tórax con un tubo. También se necesitará cirugía para reparar cualquier herida o lesión.
El hemoneumotórax es una emergencia médica, por lo que es importante reconocer sus síntomas de inmediato.
Los síntomas incluyen:
El dolor solo puede ocurrir en ambos lados o solo en el lado donde ocurrió el trauma o la lesión.
El hemoneumotórax es causado con mayor frecuencia por un traumatismo o una lesión contusa o penetrante en el tórax.
Cuando se lesiona la pared torácica, la sangre, el aire o ambos pueden entrar en el espacio delgado lleno de líquido que rodea los pulmones, que se denomina espacio pleural. Como resultado, se interrumpe el funcionamiento de los pulmones. Los pulmones no pueden expandirse para dejar entrar el aire. Los pulmones se contraen y colapsan.
Los ejemplos de un trauma o lesión que podría causar hemoneumotórax incluyen:
Cuando un traumatismo o lesión es la causa, la afección se conoce como hemoneumotórax traumático.
En casos raros, el hemoneumotórax puede ser causado por situaciones no traumáticas que incluyen:
El hemoneumotórax también puede ocurrir espontáneamente sin causa aparente. Sin embargo, esto es muy raro.
Si tiene una lesión o un traumatismo en el tórax, su médico puede ordenar una radiografía de tórax para ver si se acumula líquido o aire dentro de la cavidad torácica.
También se pueden realizar otras pruebas de diagnóstico para evaluar el líquido alrededor de los pulmones, por ejemplo, una tomografía computarizada del tórax o una ecografía. Una ecografía del tórax mostrará la cantidad de líquido y su ubicación exacta.
El tratamiento para el hemoneumotórax tiene como objetivo drenar el aire y la sangre en el tórax, devolver al pulmón a su función normal, prevenir complicaciones y reparar cualquier herida.
El tratamiento principal para el hemoneumotórax se llama toracostomía con tubo torácico. Este procedimiento consiste en colocar un tubo de plástico hueco entre las costillas en el área alrededor de los pulmones para drenar el aire y la sangre. El tubo se puede conectar a una máquina para ayudar con el drenaje. Después de que su médico esté seguro de que no es necesario drenar más líquido o aire, se extraerá el tubo torácico.
Las personas con una gran herida o lesión probablemente necesitarán una cirugía para reparar el tejido dañado. También pueden necesitar una o más transfusiones de sangre si han perdido mucha sangre.
Antes del procedimiento de toracostomía, dependiendo de la causa de su afección, su médico también puede administrarle antibióticos profilácticos para ayudar a prevenir infecciones bacterianas. Su médico también puede recetarle analgésicos para aliviar el dolor antes y después de su cirugía.
Las complicaciones del hemoneumotórax incluyen:
Además, las personas que han tenido hemoneumotórax corren el riesgo de tener otro episodio si la abertura en el pulmón no se cierra completamente.
El hemoneumotórax es una afección potencialmente mortal y debe tratarse de inmediato para tener la mejor perspectiva.
Si la afección fue causada por un traumatismo o una lesión en el tórax, el pronóstico dependerá de la gravedad de la lesión. Los casos espontáneos de hemoneumotórax tienen un pronóstico excelente una vez que el líquido y el aire se extraen del tórax. En un pequeño estudio, los cuatro pacientes con hemoneumotórax espontáneo se recuperaron completamente y sus pulmones se expandieron completamente después del episodio.
En general, el hemoneumotórax no causará complicaciones de salud en el futuro después de su tratamiento. Sin embargo, hay una pequeña posibilidad de reincidencia. El uso de técnicas mínimamente invasivas, como la toracostomía y la cirugía asistida por video, ha llevado a una reducción en las tasas de mortalidad y recurrencia.