Hematopoyesis

¿Qué es la hematopoyesis?

La hematopoyesis es el proceso de crear nuevas células sanguíneas a partir de células madre. Ocurre naturalmente en el cuerpo, comenzando cuando un humano todavía es un embrión. El proceso continúa hasta la edad adulta para mantener el suministro de sangre repuesto.

La hematopoyesis también es un paso importante en el tratamiento médico de las personas con enfermedad de la médula ósea. Los receptores de trasplantes de células madre y de médula ósea dependen de la hematopoyesis para producir nuevas células sanguíneas sanas para tratar enfermedades como la leucemia y otros cánceres de la sangre, afecciones hereditarias de la sangre y ciertos trastornos inmunitarios.

Los científicos estudian la hematopoyesis para aprender más sobre cómo los trastornos de la sangre y los cánceres se pueden formar y tratar en el cuerpo.

Un foco de la investigación actual es cómo las células madre embrionarias humanas afectan la formación de células sanguíneas. También se están realizando estudios para descubrir más sobre lo que distingue a las células madre sanas y normales y las células madre hematopoyéticas asociadas con la leucemia. Las formas de tratar ciertas enfermedades hereditarias mediante la administración de células madre sanas a un feto dentro del útero de la madre también se están investigando.

¿Cómo funciona la hematopoyesis?

Los glóbulos rojos maduros, los glóbulos blancos y las plaquetas (las células involucradas en la coagulación) comienzan como células madre primitivas.

En su etapa más temprana, una célula madre tiene el potencial de convertirse en casi cualquier tipo de célula madura, como una célula sanguínea, una célula de la piel o una célula muscular. A través de una serie de transformaciones, una célula madre se convierte en un precursor de cualquier tipo de célula madura en la que se convertirá.

En el caso de la hematopoyesis, las células precursoras se convertirán en células sanguíneas.

Hay dos tipos de células precursoras en la médula ósea: células mieloides y células linfoides.

Las células mieloides están involucradas en la hematopoyesis del trineo. Este término se refiere a la producción normal por parte de la médula ósea de tres líneas de células sanguíneas: glóbulos rojos, ciertos glóbulos blancos y plaquetas.

Las células linfoides crean una línea de glóbulos blancos separada que conduce a las células T y las células B. Estos glóbulos blancos tienen una función diferente dentro del sistema inmunológico en comparación con los que se desarrollan a partir de células mieloides.

La hematopoyesis del trineo es un marcador de qué tan bien está funcionando su sistema de producción de células sanguíneas. Si se reduce o aumenta, o si hay una cantidad anormal de otras células presentes en su médula ósea, puede haber un problema con su sistema de producción de células sanguíneas.

¿Dónde ocurre la hematopoyesis en el cuerpo?

En sus primeras etapas, un embrión se une al saco vitelino. El saco vitelino es una membrana fuera del embrión que es responsable de la circulación del embrión. Al principio, las células sanguíneas se forman en el saco vitelino.

A medida que el feto se desarrolla en el útero, el bazo, el hígado y la médula ósea se convierten en las principales fuentes de producción de células sanguíneas.

Después del nacimiento y cuando un niño crece hasta la edad adulta, la médula ósea se convierte en el lugar principal para la hematopoyesis.

Condiciones que afectan a la hematopoyesis.

Si su cuerpo no produce una cantidad adecuada de glóbulos rojos, desarrollará anemia. La anemia hace que se sienta cansado y débil porque sus músculos y otros tejidos no obtienen su suministro habitual de oxígeno de los glóbulos rojos.

Muy pocos glóbulos blancos harán que su cuerpo sea menos capaz de combatir una infección. Y si su recuento de plaquetas disminuye, corre un mayor riesgo de episodios de sangrado y de moretones excesivos.

La hematopoyesis normal puede verse afectada por muchas afecciones, incluidas afecciones hereditarias, infecciones, toxinas, deficiencias de vitaminas y minerales y medicamentos. Los cánceres de la sangre, como la leucemia, el linfoma y el mieloma, también pueden interferir con la producción de células sanguíneas sanas.

Un hematólogo es un especialista en trastornos sanguíneos. Si se le diagnostica una afección que afecta la hematopoyesis normal, este especialista trabajará con sus otros médicos para trazar un plan de tratamiento. La leucemia, por ejemplo, se trata con quimioterapia. Ciertas formas de anemia pueden tratarse con cambios en la dieta o con hierro u otros suplementos nutricionales.

La comida para llevar

Con un tratamiento adecuado, su producción de células sanguíneas puede estabilizarse si tiene un trastorno sanguíneo.

Si no tiene ningún problema médico importante, pero quiere saber acerca de sus glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas, puede averiguarlo con un simple análisis de sangre. Estos conteos son parte de un hemograma completo, que es un análisis de sangre estándar.

En cuanto a la hematopoyesis y la terapia con células madre hematopoyéticas, todavía queda mucho por aprender. Pero una investigación emocionante está investigando cómo desencadenar aún más el potencial de las células madre para un tratamiento que salve vidas.