Es posible que esté contento con la forma en que funciona su tratamiento actual para el síndrome del intestino irritable (SII), pero eso no significa que no deba vigilar cuidadosamente sus síntomas y afecciones. Aquí hay nueve preguntas para llevar a su médico en su próximo chequeo para asegurarse de que continúe en el buen camino.
Esta puede ser tu pregunta más urgente. Sí, el plan de tratamiento que tiene ahora funciona, pero ¿qué sucede si no lo hace? Vivir con síntomas no tratados de SII es posible, pero no es divertido, y ciertamente afecta su calidad de vida.
Pregúntele a su médico qué signos debe buscar cuando un tratamiento ha dejado de funcionar. ¿Un brote es un problema? ¿Debe tener síntomas continuos durante varias semanas? ¿En qué momento es necesaria otra cita con su médico? ¿Debe llamar a la enfermera de su médico y reportar problemas antes de venir a una visita?
El SII suele ser un diagnóstico de exclusión: una vez que se descarta todo lo demás, su médico puede decidir que sus síntomas son el resultado del SII. Es probable que su médico realice una prueba para una amplia variedad de afecciones, por lo que si algo está sucediendo, una de estas pruebas debe identificarlo.
Aún así, pregunte si los dos necesitan revisar su diagnóstico más adelante. Tal vez el tratamiento esté ayudando a aliviar los síntomas ahora, pero si las cosas cambian, puede valer la pena considerar un cambio de diagnóstico.
Los desencadenantes comunes incluyen:
Si aún no conoce sus factores desencadenantes, la mejor manera de descubrirlos es llevar un diario. Escriba los eventos que suceden, lo que come, cómo se siente y cuándo comenzaron los síntomas. Del mismo modo, incluya cualquier tratamiento que use, los cambios que realice en su dieta u otros componentes que puedan influir en la respuesta de su cuerpo.
Antes de que le diagnostiquen IBS, su médico puede ordenar varias pruebas. Esto ayuda a su médico a descartar otras posibles afecciones para que puedan hacer un diagnóstico claro.
Su médico puede querer controlar regularmente su tracto gastrointestinal para detectar cambios. Pregunte con qué frecuencia, si es que necesita, necesita más pruebas. Esta información puede ayudarlo a planificar su futuro y puede ayudarlo a tener en cuenta cualquier consideración financiera que deba hacer.
Sin embargo, dependiendo de dónde se encuentre con su diagnóstico y estado de tratamiento, es posible que no sea necesario un diario. En su lugar, es posible que su médico le indique que solo lleve un diario cuando la condición sea más activa y tenga síntomas con frecuencia. Discutir la necesidad de un diario de alimentos puede ayudarlos a los dos a estar en la misma página sobre el monitoreo de la ingesta de alimentos y la reacción de su cuerpo a largo plazo.
Si tiene SII con estreñimiento (SII-C), su médico puede sugerirle que mantenga un nivel saludable de fibra en su dieta. La fibra puede ayudar a reducir los síntomas de IBS-C, como hinchazón, dolor y heces duras.
Si tiene IBS con diarrea (IBS-D), debe ser más selectivo con el tipo de fibra que come. Busque fuentes de fibra soluble sobre fuentes de fibra insoluble. La fibra soluble tarda más en atravesar el tracto gastrointestinal, por lo que ayuda a mantener la función del colon saludable. Las fuentes de fibra soluble incluyen manzanas, frijoles, zanahorias, frutas cítricas, avena y guisantes. La fibra insoluble se encuentra en el trigo, el maíz, los vegetales de raíz y más.
Los resultados del uso de tratamientos alternativos son mixtos. Esta pregunta abre mucho espacio para hablar sobre los muchos tipos de tratamientos alternativos recomendados para las personas con SII: puede que esté considerando la acupuntura o la meditación, pero su médico puede pensar que se está refiriendo a las hierbas y los tés.Algunos de estos tratamientos tienen investigaciones válidas para respaldarlos, y otros no.
Es importante saber que no estás solo. IBS es bastante común. Un estudio estima que el 11 por ciento de la población mundial se ocupa de algún tipo de SII. De hecho, es probable que conozca al menos a otra persona a la que se le haya diagnosticado la afección.
Los grupos de apoyo son una forma poderosa de conectarse con otras personas que enfrentan las mismas preguntas e inquietudes que usted. Le permiten discutir abiertamente sus ideas, hablar sobre experiencias y sentirse apoyado a través de los altibajos.